«Observamos que esta ha venido creciendo de forma sostenida en los últimos años y se convirtió en uno de los principales motores que propulsó el crecimiento positivo dentro del sector. No obstante, a partir de julio del año 2015 empezamos a evidenciar que el crecimiento de la cartera de créditos se vuelve negativo en términos reales», indicó la consultora en un reporte.
Explica que esa caída se materializa en el decrecimiento del sector instituciones financieras y seguros de los últimos tres trimestres de 2015 cuando reflejó una caída de esta actividad.
«Podemos observar cómo la contracción de la cartera de crédito se ha acelerado en el primer semestre del año 2016 y podemos estimar que el sector ha sumado dos trimestres al período de recesión en el cual se encuentra. Utilizando la cartera de crédito podemos proyectar una contracción de 48,7% al cierre del segundo trimestre”.
Como consecuencia de las restricciones en la banca privada, la demanda de financiamiento ha migrado hacia los bancos públicos al punto de captar entre 60% a 75% del excedente de liquidez monetaria.
“Desde el punto de vista de las regulaciones, es sabido que los entes reguladores exigen una gran cantidad de condiciones a la banca privada que la deja en un escenario con múltiples restricciones, mientras la banca pública opera a su antojo (…) Como consecuencia de estas desigualdades, la banca pública es la que está ofreciendo la mayor cantidad de créditos en una economía donde toda la banca en su conjunto no presenta los recursos para suplir la demanda. Por este motivo, el sector privado ha migrado parte de su capital al sector público en busca de captar financiamiento que le permita adquirir divisas o que pueda utilizar para su operatividad en moneda local”.
Otro rasgo de la banca que preocupa actualmente a los economistas, es el incremento de los gastos del sector, los cuales de acuerdo a los cálculos de Ecoanalítica aumentaron al cierre de junio pasado 160,5% mientras que los activos totales 92,8%.
Señala que en los gastos impacta significativamente la reposición de efectivo en los cajeros automáticos que para los bancos de estrato grande representa 50% del total y para los de menor tamaño 70%.
«Todos los indicadores nos cuentan la misma historia; el sector de instituciones financieras y seguros se encuentra en recesión y, por consiguiente, es elevado el riesgo que pueda ocurrir una crisis financiera que termine teniendo un impacto aún mayor en los resultados económicos, incluso antes de que se pueda llegar a implementar un programa de estabilización económica», afirma la firma de análisis económica.
