Beatriz Leal, es enfermera y madre de dos niños. El sábado 2 de diciembre recorría el popular mercado municipal en busca de productos que ya no se exhiben en los puestos de venta.
Comprar un cartón de huevos para alguien que gana salario mínimo es cuesta arriba, pues el fijado por el gobierno es de Bs 177.507, es decir, tendría que destinar 84,5% de su sueldo solo para los huevos.
Si se incluye el bono de alimentación, el trabajador tendría que disponer de 33% de sus ingresos para adquirir un cartón de huevos.
“La situación ya es desesperante, no hay nada que comprar, no hay pollo, no hay carne, tampoco se consigue arroz, azúcar, pasta, tampoco harina de trigo o de maíz, mientras que el cartón de huevos cuesta Bs 150.000. No sé qué vamos hacer”, dijo a El Estímulo.
Neveras apagadas y puestos cerrados era lo que se observó el primer fin de semana de diciembre en Quinta Crespo, establecimiento que por esta fecha lucía abarrotado de mercancía y de clientes en otros años.
Pocos comercios ofrecían gallinas –para la ensalada de la temporada navideña– a Bs 57.000 el kilo, así como muslos de pavo.
Durante el acostumbrado recorrido semanal de El Estímulo se encontró que además de la escasa oferta y altos precios, los puntos de venta presentaban problemas, no pasaban las tarjetas y en consecuencia algunos negocios solo estaban aceptando dinero en efectivo, que nadie tenía.
«La cebolla y el pimentón sobrepasan los Bs 50.000, la papa y el tomate los venden en más de Bs 20.000, sencillamente hay que comprar por unidad, ya no hay dinero por comprar por kilo “, señaló Tomás Rodríguez, pensionado.
En las instalaciones del supermercado Unicasa de San Martín, el panorama era el mismo. La falta de productos de primera necesidad se agudiza cada día más y regulados ya son una rareza en el local. La semana esta semana solo vendieron aceite y pasta dental, informaron algunas personas.
“El queso blanco duro también desapareció, por un kilo de jamón de pierna te piden Bs 297.000, un litro de vinagre de Bs 17.000 pasó a costar Bs 40.000, un frasco de salsa de tomate subió a Bs 28.000, un sobre de sopa de Bs 2.500 ahora lo ofrecen en Bs 12.000. Esto es hiperinflación, que acabó con el salario y el bono alimentario”, opinó Mirna Pantoja, de profesión farmacéutica, madre soltera de dos hijos.