Economía

¿Dónde están los reales?

La crisis del efectivo en Venezuela y la improvisación del gobierno en política monetaria, somete a parte de la población a penurias en pleno mes de diciembre, cuando el consumo -ya disminuido- aumenta por las festividades de Navidad y fin de año. Miles de personas se quedaron sin dinero para hacer frente a los compromisos de la temporada.

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Foto: Dagne Cobo Buschbeck

En diciembre de 1978, el abanderado del partido socialcristiano Copei, Luis Herrera Campíns, ganó las elecciones presidenciales de Venezuela con una campaña en la que preguntaba ¿dónde están los reales? en clara referencia al despilfarro del gobierno de Carlos Andrés Pérez (Acción Democrática), de los recursos provenientes del boom petrolero, mientras aumentaba la pobreza en el país.

La célebre pieza publicitaria donde aparecía Herrera Campíns en el barrio Caucagüita, ubicado entre Petare y Guarenas, con una señora humilde y su hija en brazos, en la que se mostraban las precarias condiciones en la que vivía la familia, recriminaba al gobierno de turno el mal manejo de los ingentes ingresos.

Treinta y ocho años después, y luego de que el prolongado gobierno de Hugo Chávez desaprovechara la mayor riqueza derivada de la renta petrolera para impulsar la economía, la gestión del presidente Nicolás Maduro enfrenta la peor crisis de la historia venezolana con políticas desacertadas que hunden cada vez más al país en lo que ya algunos expertos se atreven a tildar de depresión.

Ya no se trata de un gobierno reprochando a otro el uso de los recursos, si no de una población sumida en la miseria y el hambre, que ahora debe enfrentar lo que hasta ahora luce como una confiscación de su dinero por una medida improvisada.

Tras la repentina decisión del presidente Nicolás Maduro el domingo 11 de diciembre de retirar de circulación el billete de Bs 100, en un plazo de 72 horas, las preguntas sobraban mientras el gobierno trataba de justificar lo injustificable con supuestas mafias del contrabando que atacaban incesantemente la moneda venezolana desde Colombia.

En apenas tres días, cientos de miles de personas abarrotaron las agencias bancarias para poder depositar el efectivo, escaso por demás por estos días de inflación anual cercana a 500%, de acuerdo con proyecciones privadas.

Vencido el lapso establecido en un decreto y que fue cambiando sobre la marcha, llegó el viernes 16 de diciembre, quincena, y quienes no pudieron depositar los ahora incómodos billetes de Bs 100, los de mayor denominación de la economía, debían correr al Banco Central de Venezuela en Caracas para inicialmente canjear –pero se modificó la decisión solo para depositar- el papel marrón que ya no tenía validez legal.

Con baños portátiles apostados en los alrededores del BCV, ubicado en la céntrica esquina de Carmelitas, cientos de miles de personas hicieron enormes colas para recibir una planilla que certificaba que allí había dejado su dinero. Para quienes tenían cuentas abiertas en cualquier institución bancaria era cuestión de identificarla para registrar el depósito, pero para quienes no estaban bancarizados, el drama apenas comenzaba.

En este caso, la persona debía dirigirse con el «papelito» a cualquier agencia del estatal Banco de Venezuela, en la que podría abrir una cuenta con el ¿certificado? otorgado por el BCV. Pero la escasez, muy común por estos tiempos, también alcanza a la banca pública, que a pesar de tener el privilegio de disponer de divisas preferenciales con las que no cuenta la banca privada, no tiene suficiente material para atender a la población ahora enviada a esa entidad a abrir una cuenta.

Este martes 27 medio centenar de personas protestó a las afueras del BCV, en la avenida Urdaneta, para exigir el dinero que confiaron al BCV y que ahora no saben dónde están y cuándo podrán hacer uso de él.

Del 16 al 18 se efectuó el operativo en la sede de Caracas del ente emisor, única habilitada para atender a cientos de miles de todo el país que no pudieron acudir a una entidad bancaria. Mientras la cola del domingo 18 superaba cualquier previsión, Maduro anunciaba que alargaba hasta el 2 de enero la vida al billete de Bs 100, que había perdido legalidad el jueves 15 de diciembre.

La decisión se explicaba en que los billetes de Bs 500, que reemplazarían a los de Bs 100 en el cono monetario no habían llegado al país a pesar que desde el gobierno se aseguró -de manera irresponsable- que estarían en circulación el mismo 15 de diciembre.

A más de 10 días de haber pasado por las taquillas del BCV, los depositantes que no tuvieron otra opción que aceptar las órdenes del gobierno, se preguntan ¿dónde están los reales?

En pleno diciembre, mes de mayor consumo, muchos se quedaron sin poder completar sus compras, incluso los regalos del Niño Jesús.

Se trata, hasta ahora, de una confiscación del dinero del público, sin que ningún organismo público con competencia como la Defensoría del Pueblo, se pronuncie acerca del hecho que deja en total indefensión al ciudadano.

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