Los factores que inhiben los capitales son la pérdida de capacidad de invertir y de recursos humanos de Petróleos de Venezuela (PDVSA), inestabilidad política y macroeconómica y la caída en los precios del petróleo, señala Monaldi.
La cesta venezolana de exportación será cada vez más pesada y menos rentable; el precio de equilibrio de la mayor parte de la producción de Venezuela está en apenas $25 por debajo de los precios actuales en el mercado internacional, señala. Mientras, se van a incrementar las importaciones de crudo y productos refinados, que ya suman unos 100.000 barriles por día (bpd).
“Un mayor pragmatismo puede llevar a algún incremento de las inversiones y producción de crudos extra pesados, pero es improbable un incremento en la producción total en los próximos dos años, dado el declive en las áreas convencionales”, advierte el experto en una reciente presentación en el Center for Hemispheric Policy, de la Universidad de Miami.
Monaldi es profesor visitante de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard y director del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA (Instituto de estudios Superiores de Administración). Este jueves participará en línea en el foro Perspectivas 2015 en el IESA, junto con otros expertos nacionales e internacionales, para hablar del impacto de la caída del precio del petróleo en los países productores.
“Venezuela desperdició el más duradero período de ingresos extraordinarios de sus historia, y creó las condiciones para el peor colapso económico en sus historia” destaca Monaldi.
“Venezuela es el exportador petrolero en peor forma para enfrentar el colapso de los precios del petróleo. Tuvo un déficit de entre 15% y 20% de su Producto Interno Bruto (PIB) ya en el momento de más altos precios del crudo, e incrementó dramáticamente sus deudas y dependencia del petróleo. Destruyó su sector privado”, razona.
Los ingresos extraordinarios del país en el período de 2003 hasta 2012 equivalieron a 300% del PIB anual.
“Una década de muy favorables condiciones para el desarrollo del sector petrolero fue desperdiciada. Altos ingresos petroleros, reservas a gran escala y nuevos proyectos se quedaron en la tubería», explica.
La producción en caída, incremento en el subsidiado consumo doméstico, exportaciones en declive, incremento de costos, incremento en el número de trabajadores y alza en la carga de las deudas son algunas de las realidades de la industria petrolera venezolana.
Monaldi señala que hay un futuro incierto, con una producción convencional que se mantiene en descenso, mientras que la producción de extra pesados requiere enormes inversiones que son lentas para materializarse.
“Aunque el petróleo venezolano todavía es competitivo a los precios actuales, el colapso de los precios ha puesto al gobierno y a Pdvsa bajo enorme stress”, señala en su presentación.
Venezuela todavía ofrece un destacado potencial como productor petrolero, el problema es cómo aprovechar ese potencial, dice al referir que al ritmo de producción actual las reservas del país (totales de 298.000 millones de barriles) alcanzarían para 300 años.
Mientras, entre 1998 y 2011 Venezuela tuvo el peor crecimiento económico de América latina y el Caribe después de Haití, con menos de 1% del PIB en promedio.
Pero de las reservas totales, solo 11.000 millones son de petróleo liviano, de entre 10 y 38,9 grados API (una medida internacional de densidad); otros 10.000 millones son de medianos (entre 22 y 29,9 grados API) y 257.000 millones de barriles son de crudos extra pesados, la mayor parte en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Paradójicamente, la producción del país ha venido en declive, hasta 2,63 millones de bpd, al igual que sus exportaciones, que llegan a 1,846 millones de bpd.
“Producción en declive, exportaciones en declive y más de un tercio de la producción total no es pagada” afirma el experto.
Se refiere a que de la producción total de Pdvsa, el mercado interno consume 750.000 bpd; otros 350.000 bpd van a China como pago de préstamos ya usados, 90.000 bpd son enviados a Cuba y 60.000 bpd a otros socios de Venezuela en el convenio Petrocaribe.
En el mercado interno la gasolina es vendida al equivalente de 0,07 por galón, o un centavo de dólar oficial por barril, contra 20 dólares en Arabia Saudita.
En los últimos años Venezuela tuvo la tasa de inflación más alta de la región, con un promedio superior a 20% entre 1998 y 2011.
En la situación actual el déficit del gobierno es estimado en 20% del PIB en 2014 (ya era de 16% antes del declive de los precios); la inflación alcanzó el 65% en 2014 y está estimada en por encima del 100% para 2015.
En el foro del IESA también participarán el profesor Igor Hernández, coordinador del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, para hablar sobre la situación y perspectivas de la industria petrolera venezolana; José Manuel Puente, profesor del Centro de Políticas Públicas del IESA y profesor invitado en la Universidad de Oxford, dará su visión acerca de la economía venezolana.
También intervendrán Risa Grais-Targow, Analista Senior de Eurasia Group con foco en Venezuela, América Central y el Caribe, para exponer sobre los riesgos económicos y políticos de Venezuela en una perspectiva global.
Ricardo Villasmil, Profesor del Centro de Políticas Públicas del IESA y Profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, presentará los escenarios macroeconómicos del país.
En el panel estarán el presidente de Fedecámaras, Jorge Roig y el economista y profesor del IESA, Pedro Palma.]]>