Economía

Quesos, autos y patentes demoran acuerdo Transpacífico

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Los 12 países que negocian un acuerdo Transpacífico, entre ellos Chile, México y Perú, decidieron extender hasta el viernes la discusión de sus diferencias para formar la mayor zona de libre comercio del mundo.

«Las negociaciones seguirán mañana», dijo un portavoz de la delegación de Estados Unidos.

Los mayores puntos de discusión son la apertura de los mercados de autopartes y productos lácteos y la extensión de los plazos de patentes de medicamentos.

Las deliberaciones habían sido iniciadas el miércoles y debían concluir la noche de este jueves con un acuerdo que sería puesto a consideración de los gobiernos.

Los 12 países que negocian desde 2008 el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP) son: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.

Los negociadores están ante el riesgo de repetir el fracaso de la ronda anterior de negociaciones celebrada hace dos meses en Hawai.

La decisión de hacer una reunión ministerial tan cercana a la de Hawai había hecho pensar que las posibilidades de cerrar el acuerdo estaban próximas.

Desde que empezaron las negociaciones en 2008 Estados Unidos ha batallado para que se fijen normas de libre comercio y de protección de la propiedad intelectual que China, una potencia del comercio mundial, deba respetar.

– El ojo en China –

Los 12 países representan casi 40% de la economía mundial de modo que un acuerdo entre ellos tendría un amplio alcance.

China, sin embargo ya ha comenzado a buscar su propio acuerdo comercial en Asia y muchos analistas temen que ese acuerdo tomará forma en cuanto fracasen las negociaciones por el TPP.

Las negociaciones del TPP han desatado fuertes críticas debido a que sus términos son mantenidos casi en secreto. Además se teme que beneficie a algunos sectores industriales y perjudique a otros.

«A través del TPP queremos abrir más mercados» para empresas chicas, declaró el representante comercial de Estados Unidos Michael Froman al visitar una pequeña fábrica de colchones de Atlanta (Gerogia, sureste de EEUU) que, según dijo, saldrá ganando con el acuerdo.

Froman dice que Estados Unidos apunta a crear «un sistema de comercio abierto, basado en reglas».

Un grupo de funcionarios provinciales de Canadá estuvo en Atlanta para presionar a los negociadores de Ottawa a que no cedan a la demanda de abrir el sector lácteo a potencias de ese rubro como Australia y Nueva Zelanda.

Admitir una propuesta para dejar ingresar a Canadá otras 17.000 toneladas de quesos extranjeros, sería letal para unas 400 granjas familiares de Quebec, dijo el ministro de Agricultura de Quebec Pierre Paradis.

A su vez, cabilderos de Australia dijeron que aceptarían un acuerdo global que abra más puertas a su producción lechera en Canadá y además le dé mayor acceso al mercado estadounidense del azúcar.

«Somos una industria sin subsidios. Estamos en el libre comercio», dijo Robert Pettit, representante del sector lácteo australiano.

De su lado el ministro de Comercio e Inversiones de Australia, Andrew Robb, dijo que la determinación de Estados Unidos de extender el plazo de vigencia de las patentes para medicinas de nueva generación está bloqueando un acuerdo; incluyendo la apertura del mercado a productos lácteos de Australia y Nueva Zelanda y de azúcar de Australia.

«Busco menos protecciones comerciales de manera que estoy frustrado por la creciente protección en el caso de (los productos biológicos) o porque no veo reducciones en otras áreas», declaró Robb en Atlanta al periódico australiano Australian Financial Review

Además de la cuestión de la industria láctea y medicamentos, los negociadores están trenzados en discusiones sobre el comercio de autopartes.

La apertura del mercado de autopartes de Estados Unidos, tema clave para Japón, es resistida por Canadá y México que ya abastecen a las plantas estadounidenses en el marco del Tratado de libre comercio de Norteamérica (NAFTA)

Asimismo, el objetivo de Estados Unidos de extender a ocho años la vigencia de patentes de medicamentos biológicos desató inquietud y protestas por el posible aumento de precios de las medicinas tornándolas difícilmente accesibles en los países más pobres.

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