La balanza comercial brasileña, que en 2014 cerró en rojo, registró el pasado octubre un saldo positivo de 1.996 millones de dólares, que constituye el mejor resultado para ese mes desde 2011, informaron hoy fuentes oficiales.
Entre los meses de enero y octubre pasados, el superávit fue de 12.200 millones de dólares, que también representan el mejor saldo para ese período desde 2012, según el balance difundido por el Ministerio de Industria, Desarrollo y Comercio Exterior.
De acuerdo a los datos oficiales, en octubre Brasil exportó productos por valor de 16.049 millones de dólares, mientras que sus importaciones sumaron 14.053 millones de dólares.
En lo que va de año, las exportaciones brasileñas han llegado a 160.500 millones de dólares, frente a importaciones por valor de 148.300 millones de dólares.
Esos datos refuerzan la previsión de ese despacho, que espera un fuerte superávit en la balanza comercial de 2015, después de que en 2014 tuvo un déficit de 3.930 millones de dólares, que fue el primer saldo rojo registrado en catorce años.
La recuperación de las exportaciones brasileñas ha sido generada, entre otros factores, por una fuerte depreciación del real, que en lo que va de este año ha perdido casi el 50 % de su valor frente al dólar, lo cual ha abaratado la oferta comercial del país.
Vender otra vez electricidad a Brasil, como ofrece Nicolás Maduro en su reciente visita a Brasilia, es posible a pesar de los problemas en Venezuela. Lo que no puede hacer su régimen es enviar esa carga eléctrica al centro y occidente de Venezuela donde los apagones son constantes. Incluso, ni siquiera a Caracas, ciudad intocable, que día a día siente más el descalabro del sistema eléctrico.
Los inversores creen que la confianza en los activos brasileños se debilitarán, una confianza que se ha visto afectada por el temor a que Lula aumente el gasto público y deshaga las reformas más favorables para el mercado
Mientras proliferan burbujas de consumo de bienes importados impulsadas por ese cerca de 6% de los venezolanos con cierto poder adquisitivo, el déficit comercial de Venezuela crece de manera alarmante y se vuelve insostenible en el mediano plazo.
