Oscar García fue respaldado durante esta semana que duró su protesta pacífica por diversos sectores de la comunidad carabobeña y de la vida nacional pues recibió la visita de diputados a la Asamblea Nacional, la rectora de la Universidad de Carabobo, dirigentes empresariales, sindicales, estudiantiles y de movimientos sociales, entre otros.
“Esto lo hicimos por ustedes los trabajadores, sus familiares, por los niños de Venezuela que se están muriendo todos los días, lo hicimos por los jóvenes que no pueden ir a la escuela, a los liceos, a las universidades porque no tienen qué comer, lo hicimos por los ancianos que tampoco les alcanza la pensión que el gobierno les da para comprar su comida”, afirmó el dirigente empresarial desde la sede de Capemiac.
De igual manera señaló que lo vivido es una experiencia inédita, “porque yo puedo sentir hoy lo que es estar sin comer, uno, dos, tres, cuatro, cinco días y así es como se siente Venezuela”.
Dijo que la crisis no solamente afecta a las clases de menos recursos sino a todo el país. “En nuestra nevera ya no hay lo que teníamos hace 5, 10 o 20 años atrás”.
Calificó como inaudito que el país viva esta situación de crisis cuando se trata de una nación con enormes riquezas naturales.
García recordó que Valencia era el emporio industrial de Venezuela y muchas empresas tenían tres turnos de trabajo, pero ahora hay poco movimiento, por la parálisis del sector productivo.
Además lamentó que la gente deba movilizarse como “ganado o gallinas” en los camiones de baranda o, en su defecto, caminar hasta 50 cuadras para llegar a sus sitios de trabajo, debido a la falta de transporte público.
El empresario, visiblemente decaído y con menos peso, pidió que ojalá su esfuerzo toque a quienes deben permitir la apertura del canal humanitario en Venezuela. “Si no abrimos el canal humanitario cada minuto, cada segundo, se van a seguir muriendo niños aquí”.
Carlos Luis González, presidente de Fedecámaras Carabobo, indicó que García se encargó de visibilizar las consecuencias del fracaso del modelo económico que llevó al país a una hiperinflación, con consecuencias como la falta de alimentos y las penurias de los ciudadanos para comer.
“El perdió de cuatro a seis kilos y eso fue en más de 100 horas, qué será el día a día de los trabajadores que están con nosotros, por más que le damos bonos aparte, pero no podemos pagar más porque nuestras empresas están en crisis (…) cómo hacemos para ayudar a nuestros empleados si estamos produciendo a pérdida”, concluyó.]]>