Las perspectivas económicas de Venezuela para los próximos años estaba determinada por los resultados del 28J. Todo lo que ha sucedido implica un peso también que debe cargar la economía. Esto es lo que puedes esperar
La economía en Venezuela no está bien. La incertidumbre postelectoral arropa todos los niveles en Venezuela. La viven las miles de personas detenidas en el marco de la protesta, la vive la población general que está en casa atenta a ver qué pasa, la viven los países vecinos que proyectan una nueva ola migratoria, y también la vive la economía, que después de empezar a despertar tras largos años en terapia intensiva, se enfrenta a un nuevo panorama poco favorable.
Previo a las elecciones, el debate sobre lo que ocurriría en materia económica en el país se determinaba por el resultado de los comicios y la aceptación de los mismos por las partes involucradas. A más de un mes del 28 de julio el resultado lo sabe la mayoría: El CNE dio como ganador a Nicolás Maduro y la oposición cantó fraude.
Ante el peor escenario vaticinado por los analistas, las perspectivas también son las peores. La previsión de crecimiento se ha reducido y a juicio de Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, «no veremos una economía que cae, sino una economía que se reduce».
El debate en este caso, a juicio del economista, no se centra en si la economía venezolana deba crecer o no, sino que tan aceleradamente debe hacerlo.
La economía venezolana viene de un escenario de caída de 80% en 8 años consecutivos (2014-2021). Por eso, las perspectivas para lograr que la economía se recuperara a niveles previos a la crisis (2013) pasaba por un cambio profundo en el sistema económico y por asegurar unas mayores flexibilizaciones de las sanciones. Lo que ocurre hoy parece ser todo lo contrario.
Un reciente trabajo del Financial Time grafica la gravedad de la crisis en Venezuela en manos de Maduro. «La declinación económica de Venezuela bajo Maduro es una de las más graves del mundo en los últimos 35 años». El trabajo compara la caída venezolana con la vivida por países como Rusia, Zimbague y Grecia. Lo de Venezuela ha sido muchísimo peor.
En una entrevista en Circuito Onda, Asdrúbal Oliveros señaló que la economía entró en una especie de letargo impactada por la incertidumbre política, por lo que muchos negocios entraron en un modo de esperar y ver.
Un parte importante del país está en duelo y eso impacta la confianza del consumidor y con ello su disposición a gastar o comprar. Las cifras ya lo revelan.
“Durante el mes de agosto, las ventas comerciales tuvieron la contracción más significativa en lo que va de año. Este es uno de muchos indicadores que te muestra el efecto que ha tenido la dinámica política en la economía. La caída fue de 20% con respecto a agosto 2023. Este es un indicador que venía comportándose de manera positiva en los últimos meses” explica Oliveros.
Los inversionistas también tienen mucho qué pensar. “La inversión no es que va a desaparecer, pero si entra en un modo de evaluación y pausa. Afecta también el consumo, que es el componente más importante dentro de la economía venezolana”.
El panorama no es claro pero está lejos de ser prometedor. En el mejor de los casos, en el que un cambio político hubiese movilizado un cambio económico y las tasas de crecimiento fueran altas, el periodo de recuperación podría haber tardado también entre 8 y 12 años. En el peor escenario, siempre se habló de hasta 50 años para recuperar la economía.
“Yo creo que todavía sigue habiendo perspectiva de crecimiento. El BCV ha publicado cifras del primer semestre, faltan mayores detalles de estas cifras para una evaluación más profunda, pero según el Banco Central hubo un crecimiento de 8% en el primer semestre. Los economistas veíamos en promedio la mitad de ese crecimiento; y esperábamos un crecimiento similar para el segundo semestre”, apunta Oliveros en entrevista con Unión Radio.
En medio de la conmoción por el resultado electoral y por la ola de represión tras las protestas, Nicolás Maduro anunció que vendran nuevas medidas. Junto a Delcy Rodriguez esbozó algunos lineamientos de lo que podrá venir, pero en realidasd aún nada se ha concretado.
Un posible descuento del encaje legal sería uno de los pasos que estaría planeando el Ejecutivo. En Venezuela, el crédito desapareció por mucho tiempo y aunque se promociona su reactivación, sinceramente ha sido tan mínimo o la caída ha sido tan grande que el impacto real en la economía aún no se nota.
Delcy Rodríguez anunció en el ámbito concreto de la banca, que se realizarán descuentos de encaje legal acordados con el Banco Central de Venezuela (BCV) para incrementar la disponibilidad de recursos para la intermediación financiera. A pesar de la propuesta, desde hace años Venezuela vive bajo la restricción crediticia producto del encaje legal impuesto por el Gobierno que se matiene en una tasa alrededor del 75%.
Un informe de la Programa de Naciones Unidas acerca de la economía venezolana sostiene que la cartera de crédito en Venezuela representa apenas el 1,5% del PIB, cuando en el pasado reciente, antes de la imposición del encaje legal y la crisis económica, este procentaje llegaba a 20%.
«Calculamos que los sectores productivos y los hogares requieren en torno a un 10% del PIB para financiar sus inversiones, capital de trabajo y gastos de consumo final; es decir que la economía no petrolera requiere de unos USD 8.000 millones», plantea el informe.
Igualmente, desde el Gobierno de Maduro se anunció el funcionamiento de un mercado interbancario de divisas completamente digitalizado para que las entidades bancarias puedan hacer operaciones de compraventa de manera fluida y oportuna, en función de satisfacer las necesidades del mercado.
También se habló de emitir instrumentos de inversión, similares a los títulos de cobertura, los cuales podrán ser adquiridos por los bancos y el público en general, los cuales serán transados en el mercado de valores.
La caída sostenida de los ingresos ha llevado al país a un estadio de pobreza que cubre a 83% de la población, según los datos registrados por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi-2023).
La pobreza de ingresos ha escalado en el país a medida que los sueldos y salarios disminuyeron producto de la hiperinflación. Actualmente el Ingreso Mínimo Mensual de un venezolano ($130) está lejos de cubrir la canasta básica de un pensionado en Venezuela, la cual supera los $500.
El cómo planea el Gobierno de Maduro revertir la situación de los ingresos aún no está claro. Sin embargo, la colaboración de la empresa privada para el pago de pensiones es una apuesta de este gobierno que en mayo aprobó de forma express una Ley de Pensiones, la cuál estipula el pago mensual de las empresas para ayudar al pago de los pensionados venezolanos.
La dinámica del mercado postelectoral tendrá al menos 5 características que fueron evaluadas en el reporte de Typing Business y que fueron descritas de la siguiente manera:
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