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Encovi 2023: el año pasado 38% de los venezolanos aguantaron hambre

En un estudio que abarca muchas estadísticas, se lee que los ingresos promedio de los venezolanos son muy variables. "Con esos 10 dólares estaríamos hablando de $40 por grupo familiar y el más alto significa que un grupo familiar podría tener unos $600 u $700 en promedio. La diferencia es de por lo menos 30 o 35 veces, pero alguna vez se ha marcado con una diferencia de 60 veces", explicó el sociólogo e investigador Luis Pedro España

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Migración interna en crecimiento, pérdida del interés por continuar estudiando, brechas de género y etarias en el campo laboral y un estancamiento de ingresos económicos es parte de la radiografía que muestra la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) correspondiente al año 2023.

El informe, que se hizo con la colaboración de 150 voluntarios distribuidos en varias regiones de Venezuela y se presentó este miércoles 13 de marzo, toma en cuenta una muestra de 16 mil personas, donde se concretaron entrevistas con 13 mil, según la investigadora Anitza Freitez.

Como en años anteriores, la Encovi 2023 muestra datos de los siguientes ámbitos: educación, salud (con énfasis en materia reproductiva), migración internacional, vivienda y entorno, vulnerabilidad, mercado laboral y desigualdad y en esta nota repasamos los datos más significativos.

Desigualdad: aunque disminuye persiste

Uno de los datos que recoge la Encovi en el apartado de desigualdad, que estudia la relación de las oportunidades con el lugar donde vive la persona, son los ingresos promedio de los venezolanos.

Para el año 2023, la encuesta reporta que el ingreso más bajo corresponde a 10 dólares y lo percibe al menos 10% de la población más pobre del país. Mientras que el más alto, en promedio, es de $347.

«Con esos 10 dólares estaríamos hablando de $40 por grupo familiar y el más alto significa que un grupo familiar podría tener unos $600 u $700 en promedio. La diferencia es de por lo menos 30 o 35 veces, pero alguna vez se ha marcado con una diferencia de 60 veces», explicó el sociólogo e investigador Luis Pedro España.

78% de la vulnerabilidad moderada o severa se concentra en el 30% más pobre. Foto: Daniel Hernández.

Estas cifras tienen relación con los datos que arroja el Coeficiente de Gini, un índice que mide la brecha de desigualdad y que en 2023 mostró que Venezuela se mantuvo como un país desigual, pero bajó 9 puntos con respecto a 2022: pasó de 60,3 puntos a 51,2, una cifra por debajo de Brasil (52,9) y Colombia (51,5).

Aunque la desigualdad afecta a todos los venezolanos, la brecha entre hombres y mujeres es evidente y España califica esto como un problema que genera más pobreza.

Por ejemplo, solo 37,3% de las mujeres en edad de trabajar participan en el mercado laboral frente a un 62,7% de hombres.

Esta distinción también se nota en los ingresos: en puestos de dirección o gerencia un hombre gana 16,7% más que una mujer; y en puestos técnicos profesionales de nivel medio la diferencia es de 40,1%.

La edad y el nivel educativo también influyen

Según la Encovi 2023, la desigualdad también es más o menos notoria dependiendo del nivel educativo de la persona. Por ejemplo, un bachiller gana $2,62 en promedio y una persona con título técnico puede ganar 4,09 dólares.

La diferencia es tan evidente como el hecho de que existe un estancamiento en los ingresos, que puede ser de al menos cinco años, para aquellos jóvenes que pueden estudiar en la universidad y trabajan en paralelo.

«Es como una alcabala. Si te gradúas, entonces es posible ganar eso«, dice Luis Pedro España como ejemplo y resalta que esa es una de las razones por las que estudiar no es una opción para cientos de jóvenes. Es decir, tendrían que invertir mucho tiempo estudiando, mientras pueden trabajar.

88% de los venezolanos asiste a escuelas o liceos públicos. La Encovi 2023 indica que 40% asiste con irregularidad a clases principalmente por las huelgas o inasistencias del personal educativo. Foto: Daniel Hernández.

Esta es una de las preocupaciones de los investigadores, pues solo 66% de la población entre 3 y 17 años está escolarizada y 40% no asiste a clases con regularidad.

Sobre esto, Anitza Freitez indica: «Se trata de 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes que faltan algunos días a clases, y casi el 50% de las razones aludidas con mayor frecuencia tienen que ver con la falta del personal docente por huelgas (30%) o por ausentismo (18%)».

13% de adolescentes hombres y 25% de mujeres, entre 12 y 17 años, considera que no le parece de utilidad lo que aprende en los centros educativos. Foto: Daniel Hernández.

A la situación hay que sumar el creciente desinterés por continuar los estudios y el rezago escolar, un indicador que expresa los años de diferencia entre el grado/año que se debería estudiar, de acuerdo con la edad, y el que efectivamente se cursa o cursó.

«Entre los niños y niñas de 7 a 11 años aumentó el porcentaje de los que tienen rezago (de 32% a 40% en varones y de 34% a 37% en las hembras), respecto al nivel reportado en la Encovi de 2019-2020, antes de la pandemia», señaló.

La pobreza: el estancamiento es visible

Para 2022, la Encovi reportó que la pobreza cayó de 90,9% a 81,4% y que la pobreza multidimensional pasó de 65,2% a 50,5% por primera vez en años.

Esa mejoría fue sorpresiva y se originó por una liberación de la economía, pero en 2023 los indicadores muestran un estancamiento: 82,8% de los hogares quedó en la categoría de pobres por ingreso (no contaron con el dinero suficiente para adquirir la canasta básica) y 51,9% se ubicó en pobreza multidimensional.

La Encovi 2023 reporta que los niveles de vulnerabilidad en el país se estabilizan, pero que pueden cambiar según el contexto. Foto: Daniel Hernández.

De hecho, el reporte de Encovi señala que 38,2% de los venezolanos tuvieron hambre y no comieron. De hecho, la situación es peor en las zonas rurales y en algunos estados del país. Un 65,9% de los ciudadanos de Maracaibo reportaron haber pasado hambre, seguido por los habitantes de Maturín (60,8%) y por los residentes de Barcelona-Puerto La Cruz (48,5%).

La pobreza multidimensional incluye las condiciones de servicios básicos, servicios públicos, protección social, trabajo y educación, que a su vez forman parte de los indicadores de vulnerabilidad.

Los investigadores explican que algo que deriva de esta situación es la migración interna a las principales ciudades del país, uno de los fenómenos que cientos de habitantes de los estados centrales suele comentar en redes sociales o en las calles.

Venezuela tiene un nivel de actividad económica bajo y muy bajo para sus mujeres. En 2023, su tasa de participación fue de 37,3 y la de hombres 62.7. Foto: Daniel Hernández.

La Encovi reporta que al menos 2,1 millones de personas se han movilizado a estas regiones en los últimos cinco años y que si bien 15% lo hizo por razones laborales, 80% decidió mudarse por razones personales, ya fuera por formación de nuevas familias, mudanza, estudios.

Según la encuesta, los estados que más expulsan población son Monagas, Falcón y Guárico. Y las que más atraen son Caracas, Miranda y Carabobo.

El profesor España indica que un dato resaltante es que “Caracas y San Cristóbal son las ciudades con menor vulnerabilidad social, mientras que Maracaibo y Maturín son las que tienen hogares más vulnerables”.

Datos para crear propuestas

El rector de la UCAB, Arturo Peraza, expresó que una de las motivaciones para hacer la Encovi es la posibilidad de encontrar datos que permitan crear propuestas y buscar vías para implementarlas: «Nuestra temática no es hacer política, nuestra temática fundamental es esa población vulnerable, que está allí con problemas y con dificultades, y cómo conseguimos políticas públicas que, con acuerdo nacional, ayuden a enfrentar y transformar realidades».

Rector de la UCAB, Arturo Peraza. Foto: Daniel Hernández.

«Hay dificultades, sí, pero también hay opciones y oportunidades vinculadas a esta capacidad de acuerdo en favor de la población más vulnerable. Esta es la razón de ser de la Encovi 2023», resaltó.

En ese sentido, los investigadores apuntaron seis puntos de trabajo en los cuales enfocarse:

1. Políticas de empleabilidad y emprendimiento de la mujer con enfoque en facilitar la permanencia y duración de la jornada laboral femenina; estimular la inserción de la mujer en el mercado laboral y desarrollar políticas de emprendimiento para las mujeres.

2. Política de juventud para romper el círculo de la pobreza que trabaje en prolongar la permanencia de los jóvenes en la escuela y desarrollar políticas de primer empleo.

3. Política de intervención sobre el entorno comunitario que permita una pertura al mercado de generación de energía y servicios públicos en general; y una inversión en movilidad interurbana.

Anitza Freites y Luis Pedro España, investigadores de la UCAB. Foto: Daniel Hernández.

4. Política de redefinición completa de la política social que pueda cambiar las asignaciones de las transferencias monetarias y la distribución de alimentos. Así como crear un registro moderno de información social para intervenir sobre los hogares más vulnerables.

5. Política de para reformar la materia de servicios sociales específicamente en dos áreas: educación y salud. En el primer caso se propone eliminar el horario mosaico y en el segundo reducir el gasto de bolsillo en salud.

6. Actuación coordinada sobre las áreas geográficas más vulnerables: fronteras y comunidades indígenas. La UCAB propone crear planes de coordinación con las agencias internacionales y nacionales que atienden las zonas con emergencia humanitaria y alinear los esfuerzos de los organismos internacionales con las políticas gubernamentales.

¿Cómo acceder a la encuesta?

La Encovi 2023, que es un informe público y gratuito, está disponible en la página web oficial del proyecto. Puede consultar más detalles a través del siguiente enlace: https://www.proyectoencovi.com/.

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