Energía y Petróleo

Oleoducto que amenaza a Venezuela avanza en Congreso de EEUU

La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó el viernes por mayoría abrumadora un proyecto de ley que autoriza la construcción del oleoducto Keystone XL, a pesar de la renovada promesa de la Casa Blanca de que vetará la ley, después que un tribunal de Nebraska eliminó un importante obstáculo.

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La Cámara votó 266 a 153 para aprobar la medida, con 28 demócratas a favor. Es el primer proyecto de ley que somete a voto el nuevo Congreso, controlado por los republicanos, y la décima votación de la Cámara sobre el proyecto desde julio de 2011. El proyecto, con un costo estimado de 7.000 millones de dólares, llevaría crudo de las arenas bituminosas de Canadá a refinerías de la costa del Golfo de México.
«No debíamos estar debatiéndolo, sino construyéndolo», dijo Kevin McCarthy, de California y líder de la mayoría en la Cámara, quien señaló que han pasado más de 2.000 días desde que se presentó el proyecto en 2008.
El Senado votará sobre la medida el lunes, con suficiente apoyo para aprobar una ley similar, pero no los suficientes como para superar un veto de Obama. La votación en la Cámara el viernes no llegó a la mayoría de dos tercios necesaria para superar un veto presidencial.
Horas antes de la votación en la Cámara, el máximo tribunal de Nebraska desechó una demanda que impugnaba la ruta del oleoducto, un obstáculo que la Casa Blanca necesitaba eliminar antes de decidir si el oleoducto es de interés nacional.
Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, volvió a pedir a Obama que reconsiderara su compromiso de vetar la medida.
«El fallo de hoy ofrece la oportunidad perfecta al presidente para que cambie su postura poco productiva sobre este proyecto que generará empleos y dé marcha atrás a su amenaza de veto», dijo McConnell.
«Sin importar el fallo en Nebraska hoy, la iniciativa aprobada por la Cámara sigue en conflicto con los procedimientos del ejecutivo sobre la autoridad del presidente y afecta la consideración de temas complejos que pudieran afectar los intereses nacionales de Estados Unidos, y si se presenta al presidente, la vetará», dijo en un comunicado Eric Schultz, subsecretario de prensa.
La larga historia de este millonario proyecto ha alimentado el debate desde varios frentes, incluyendo los políticos, económicos, ecologistas y de seguridad nacional de Estados Unidos.
Recientemente el gurú del análisis petrolero Daniel Yergin, escribió en el The Wall Street Journal que Venezuela será uno de los principales afectados si el oleoducto llega a entrar en operaciones para transportar crudo procedente de las arenas bituminosas de Canadá, que por cierto contienen un hidrocarburo parecido al de la Faja Petrolífera del Orinoco.
“Venezuela sería el principal perdedor si el oleoducto Keyxtone XL es construido  y podría desplazar al crudo pesado venezolano de su principal mercado: las refinerías de la Costa del Golfo, en Estados Unidos”, según Yergin.
En marzo de 2013 el analista petrolero Blake Sobczak de E&E señalaba que mientras el nuevo líder de Venezuela (Nicolás Maduro) continuaba con la estrategia de Hugo Chávez de demonizar a Estados Unidos, el verdadero peligro para el país suramericano podría venir de un inesperado lugar: Canadá.
Si el Keystone XL es aprobado, pondrá a prueba el nuevo régimen venezolano porque las refinerías de Estados Unidos tendrían una alternativa para el crudo venezolano, dijo.
«No hay suficiente capacidad para refinar ambos crudos, el de Canadá y el de Venezuela», señalaba el profesor Eric Langer, director del Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown y experto en política venezolana.
«Entonces si el gasoducto es construido Venezuela podría enfrentar un gran aprieto, porque ellos no tendrán ningún otro lugar donde refinar su petróleo», afirmó.
Las vastas  arenas bituminosas del Canadá contienen petróleo pesado como el que pueden refinar las plantas de la costa Este de Estados Unidos. El oleoducto está proyectado para transportar 830.000 barriles por día del bitúmen desde Alberta hasta la costa del Golfo de México.
Si muchas de las refinerías petroleras de Estados Unidos se desplazan hacia el crudo canadiense, esto podría poner en juego un pilar clave para la economía venezolana, lo cual podría afectar políticamente al sucesor de Chávez, escribía entonces E&E.
El actual canciller de Venezuela Rafael Ramírez, ex ministro de Petróleo y ex presidente de Petróleos de Venezuela ha criticado duramente el proyecto de este gasoducto, afirmando que está movido más por  intereses  políticos que económicos.]]>

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