El vocero del nuevo sindicato, constituido en diciembre de 2016, dijo que muchos de los 800 trabajadores que renunciaron en los últimos meses, lo hicieron bajo presiones o temores porque observaban la gravedad de la parálisis, la mayor que ha vivido el sector automotriz en el país.
“Estamos aquí trabajadores de Ford, algunos de General Motors y de Medalin, una contratista que solo trabajaba el área de mantenimiento a Ford, y a la que negaron acceso a sus 60 trabajadores en nómina a la planta por lo que ahora solicitan reenganche”.
Troya aseguró que desde diciembre de 2016 hay un proyecto de convención colectiva de Ford, introducido ante la Inspectoría del Trabajo y el inspector no ha dado respuesta. “Está engavetado. Nos dicen que son órdenes de Caracas, del Ministerio y también del actual sindicato de Ford. La idea es reducir la nómina y no discutir contrato colectivo”.
La contratación colectiva de Ford venció el 10 de octubre de 2016 y seis meses antes debió introducirse el documento, pero no se hizo, añadió el vocero, que llegó a presidir el sindicato de esta ensambladora de vehículos, ubicada en la zona Industrial de Valencia.
Troya considera que se ha trazado una estrategia desde el sector patronal, junto a algunas corrientes sindicales, para ejecutar un plan que aumentará el desempleo en el sector automotriz en Carabobo.
“El desempleo en el sector automotriz en el próximo semestre reflejará lo mismo que a nivel nacional. Vamos a tener un final de año con 40% de desempleo”, destacó.
– En bolívares y dólares –
Consultado sobre los resultados del esquema de venta dual de vehículos, en bolívares y dólares, que comenzó con la empresa Ford como pionera, Gilberto Troya indicó que a su parecer el mecanismo no funcionó.
“Me imagino que es reflejo de la crisis general. La gente no tiene dólares para comprar carros y había una posibilidad, que era exportar y las automotrices la tienen parada», señaló.
«El único vehículo modelo Explorer que se produce en Latinoamérica lo ensambla la planta de Valencia; tenemos posibilidad de exportarlo a Sur y Centro América, así como el Caribe y no lo están haciendo”, afirmó.
Dijo que ocurre igual con el camión 350, Super Duty, modelo sincrónico, fabricado a nivel mundial solo en esta planta de Carabobo. La industria automotriz venezolana confronta una crisis que arrancó hace unos 3 años cuando comenzó la escasez de divisas, otorgadas solo por el gobierno nacional, y con ella vino la sequía de materia prima o componentes para ensamblar unidades en las plantas de vehículos asentadas en Carabobo y otras zonas del país. Desde entonces, la producción ha sido intermitente y las nóminas han ido decreciendo de manera significativa.