El mandatario venezolano Nicolás Maduro anunció el domingo que se pagarán los salarios de trabajadores de pequeñas y medianas empresas perjudicadas por la cuarentena contra el nuevo coronavirus.
«Activo (…) el plan especial de pago de nóminas a la pequeña, la mediana industria y comercios del país» por «un lapso correspondiente a seis meses», dijo Maduro, rodeado por sus ministros y el alto mando militar.
El gobernante socialista precisó que la medida empieza «en el mes de marzo». Sin embargo, no dijo de dónde saldrán los fondos para costear este plan de apoyo.
Maduro ordenó igualmente la «ratificación» de la inamovilidad laboral vigente en Venezuela, por lo menos hasta el 31 de diciembre; la «supresión inmediata» del pago de alquileres y de compromisos por crédito por seis meses; y el pago de bonos destinados a unos seis millones de venezolanos suscritos al sistema patria.
Las medidas buscan paliar el impacto que sufren empresas y trabajadores por la cuarentena impuesta esta semana en todo el país, donde se han reportado 77 contagios de Covid-19.
Maduro anunció que las medidas de confinamiento serán aun más estrictas.
«Vale la pena radicalizar la cuarentena», dijo, y agregó que será obligatorio el uso de tapabocas para salidas a la calle que se realicen en casos de necesidad.
«Nadie puede salir a la calle sin tapabocas. Nadie es nadie», expresó.
Las actividades laborales y escolares están paralizadas, así como los vuelos nacionales e internacionales, con excepción de los vuelos de carga.
La pandemia encuentra a Venezuela con su economía devastada por seis años consecutivos de recesión, hiperinflación y una violenta depreciación de la moneda local.
Especialistas como Henkel García, economista y director de la consultora Econométrica, dudan sobre la capacidad del gobierno chavista de financiar las medidas.
García asegura que «es imposible que la carga de este ‘paro’ sea asumido por el sector privado».