«Pase lo que pase el 6D, el lunes habrá otra Venezuela, sea el socialismo del siglo XXI o lo que sea, viene un cambio», dijo José Ignacio Guarino, analista de mercados financieros y profesor universitario.
Sostuvo que los mercados están cautelosos y que no dan nada por descontado. «Más que tomar posiciones, los inversionistas comenzarán a realizar análisis en función de los resultados».
Las expectativas del sector son las mismas que tiene la sociedad en general: que a partir de este proceso se construyan soluciones para superar la crisis, señaló Manuel Alonso, presidente de la Bolsa de Valores de Caracas.
Una de las medidas que va en esa dirección sería que la nueva Asamblea Nacional, independientemente del color que tenga se ocupe por modificar la Ley de Mercado de Valores, vigente desde agosto de 2010 y que limitó las actividades del sector a su mínima expresión.
El mercado de capitales resultó afectado con la intervención del gobierno hace cinco años y que supuso la liquidación de algunas casas de bolsas.
Una de las acciones de los parlamentarios que se sentarán en las curules a partir de enero para tratar de revertir la situación, sería modificar la restricción que tienen los operadores de valores de transar títulos de Deuda Pública Nacional, deuda soberana y de Pdvsa y a operar en mercados o acciones que se puedan expresar en divisas. «Esto trae mayor un crecimiento de operaciones de swap, de coberturas, en las cuales basar medidas económicas», indicó Alonso.
El presidente de la BVC destacó la necesidad de que ello ocurra porque la banca -ejemplificó- que se descapitaliza por los altos niveles de inflación, «no estará en capacidad de suplir toda la demanda de crédito que requiere la economía venezolana para crecer y creo que habrá muchas emisiones de obligaciones y papeles comerciales del sector privado».
Guarino dice que el mercado de capitales parece no estar en la agenda de nadie. «Un cambio en la correlación de fuerzas puede ser positiva en tanto y cuanto reformas estructurales como ir al modelo chino, lo que generaría confianza».
Los mercados tienen expectativas de cambio. «El modelo ya se agotó. O lo mantiene a la fuerza o aplica reformas para preservar el poder», estima Guarino.
Sin embargo, del resultado dependerá que se perciba turbulencia o no en el plano político.
En el mercado de valores se espera que se den las condiciones para reanimar al sector. Alonso señala que la BVC es una opción para que el gobierno descargue el peso que tiene con empresas bajo su tutela como las cementeras, las de electricidad, Cantv y las básicas.
«Estas compañías requieren de mucho capital y el Estado suple vía créditos adicionales los déficits de caja. Es el momento para que el gobierno piense en abrirlas al mercado privado, convirtiendo prestaciones sociales en inversión, emitiendo obligaciones, poniéndolas en el mercado de valores», dijo. La idea es que desde la Asamblea Nacional se insista en que en lugar de destinar recursos a cubrir déficits, se destinen a pensiones, salud, vivienda y seguridad.