La publicación de la Gaceta Oficial Extraordinaria No 6.502 confirmó los rumores que corrieron durante todo el día por las redes sociales del aumento del salario mínimo en Venezuela, que pasó de 150.000 bolívares a 250.000 bolívares. El anuncio lo hizo Francisco Torrealba en un tuit la noche del viernes.
El bono de alimentación también subió de 150.000 bolívares mensuales a 200.000 bolívares al mes. Un monto que resulta irrisorio pues no alcanza para comprar ni siquiera un cartón de huevos.
No hay aumento
A pesar que en términos estadísticos se puede plantear que el anuncio representa un aumento de 66,7% del salario mínimo y de 33.3% del bono de alimentación, en la práctica esto no es más que un alza nominal y no real.
El último aumento de salario mínimo fue en octubre de 2019, y para el momento constituía un ingreso de $15 mensuales entre sueldo y bono de alimentación. El incremento que se comunicó hoy representaría solo 5,5 dólares, al sumarse el sueldo y el beneficio de alimentación.
Realmente este aumento representa una variación de -63% respecto a lo que representó el último incremento hecho en octubre.
¿Para qué alcanza el nuevo salario mínimo?
Según el informe del Cenda, la canasta alimentaria para el grupo familiar en el mes de noviembre tuvo un costo de Bs. 5.543.084,29 ($142,20).
Con el aumento del salario mínimo se necesitarían 25,8 salarios mínimos parta lograr cubrir la canasta alimentaria de agosto.
Mientras los 300.000 bolívares que recibieron los trabajadores con el último aumento de sueldo mínimo alcanzaban en su momento para comprar tres cartones y medio de huevos, en esta ocasión los 450.000 bolívares alcanzarían para un cartón y medio.
La mayor parte de los trabajadores que reciben salario mínimo pertenecen al sector público. Según la encuesta realizada en 2019 por la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham) a sus afiliados, solo 3% de las empresas pagan salario mínimo a alguno de sus trabajadores.
Esto quiere decir que los pensionados y jubilados serán los que más se encuentran afectados ante una devaluación e hiperinflación que asfixia el bolsillo de los venezolanos.