Entrevista

Ramón Santos, el embajador en Venezuela que es fan de Star Wars y escucha Queen

Diplomático de carrera, anterior embajador en Panamá y Bolivia, Ramón Santos Martínez, encargado de negocios de España en Venezuela, concentra hoy su actividad en impulsar cada vez más la cooperación cultural entre los dos países.

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España designa a Embajador Ramón Santos, encargado de Negocios de España en Venezuela
Alejandro Cremades |El Estímulo

El embajador Ramón Santos, encargado de Negocios de España en Venezuela, tiene poco más de un año en el país por sus labores diplomáticas. En ese tiempo se ha inmiscuido en diversas actividades artísticas como la Muestra de Dramaturgia Europea, donde fue representada con “Tus montes mis versos”; la Temporada cultural 2022 que ha englobado obras de teatro como “Madres” del dramaturgo Javier Vidal; conciertos; el Festival de Cine español, hasta ferias del libro y ciencia.

La cooperación cultural es uno de los ejes más importantes del trabajo de Santos al frente de la legación de España.

Viendo que la actividad cultural es también un estilo de vida para el embajador, una pregunta elemental es acerca de sus gustos personales en la materia. E, incluso, ¿quería Ramón Santos ser embajador?

Si pueden imaginarse a un pequeño rodeado de libros tendrán una idea de cómo fue su infancia. Santos nació en Madrid el 3 de junio de 1955 y hoy tiene 67 años de edad, dos hijos y una esposa, la artista plástica Olga Sinclair. Desde el niño que le gustaba leer sobre aventuras, hasta convertirse en diplomático, existe una historia que pueden leer escuchando Pink Floyd.

Música: Del rock a la salsa

“¿Has escuchado las noticias?

¡Los perros están muertos!

Mejor quédate en casa

y haz lo que te digan.

Apártate del camino si quieres llegar a envejecer”, dice “Sheep”, una de las letras de Pink Floyd en su disco “Animals”, grupo que suele escuchar el embajador Santos. Y es que le gustan las letras con sentido, que signifiquen algo o aborden temas sociales.

“Animals” de Pink Floyd salió en el 70 y aún se discute el significado del disco que fue y sigue siendo una metáfora social.

“Yo diría que mi música favorita es el rock clásico, el rock sinfónico. Pink Floyd, Génesis, Los Animals, The Doors, Queen, ese tipo de rock a mi me encanta. Es posiblemente la música que más escucho», dice Santos.

«Me gustan los ritmos latinos, más moviditos, no tanto el bolero como la salsa o el merengue por ejemplo, una cumbia, un vallenato», agrega sobre su ecléctico gusto musical.

«De la música clásica me gusta el período del siglo XIX, la música española de principio del siglo XX. Manuel de Falla, Joaquín Turina, que es música que está muy pegada al folklore español, son ritmos fáciles de seguir».

Ramón Santos

Películas: acción y aventuras

A mi me gusta el género de acción vinculado a la aventura y con cierta carga de profundidad, peliculas tambien sencillas que podrían gustarle a los niños y adolescentes como Star Wars o el Señor de los anillos, a mi me parecen peliculas maravillosas porque «no es solo ciencia ficción, aunque esté un poco estereotipado, esa lucha del bien contra el mal y sobre todo lo bien narradas que están, donde se nota la mano de los directores».


«Una película que lo impactó muchísimo fue Dersu Uzala dirigida por Akira Kurosawa, que narra la historia de «un capitán ruso con un cazador solitario japonés en Siberia, es una película de aventura bastante tranquila, con unos paisajes extraordinarios, es la historia de una amistad entre dos personas muy distintas».

Gastronomía: de la comida española a la venezolana

Al hablar de gustos culturales no se podía dejar pasar el tema gastronómico y sin titubear mencionó una tapa de jamón Cinco Jotas, pero también huevos fritos con papas. Además la arepa que ya forma parte de su rutina.

“España tiene muy buenas comidas. Las comidas españolas en general me gustan mucho, pero para mi lo mejor es una buena tapa de jamón Cinco Jota. Eso no se debate. Me gustan los huevos fritos con papas pero tiene mucho colesterol y a partir de cierta edad uno se empieza a cuidar. Aquí en Venezuela disfruto mucho el sancocho, es una sopa bien sabrosa; y también ese que tiene carne mechada y caraotas (pabellón criollo), y la arepa, que ya la incorporé a mi vida diaria”.

Santos es un hombre al que le encantan los viajes porque dice que se aburre fácilmente y entre otras cosas también le gusta el tenis. Aunque lo que definitivamente lo describe es su pasión por las humanidades.

Un hombre de humanidades

Según cuenta el embajador, el hombre que es hoy, a quien le gusta la actividad cultural, siempre tuvo afinidad por lo humanístico, empezando por su infancia llena de libros y luego un largo recorrido antes de llegar a Venezuela.

“Vengo de una familia de seis hermanos. Soy hijo de una familia donde la enseñanza era primordial y en mi casa había bastantes libros. De pequeño tenía afición por la lectura, el mundo de la televisión llegó muy tarde a mi casa. Digamos que yo me crié con bastantes libros a mi alrededor, sobre todo de Literatura e Historia. Así crecí, leyendo clásicos de aventuras, me gustaba Julio Verne y Emilio Salgari”, cuenta.

En su relato recordó un libro en particular, titulado “Los tigres de Mompracem”. También le gustaba Karl May, que tiene libros sobre el salvaje Oeste. “Eran libros de chicos jóvenes, adolescentes, que yo disfrutaba mucho porque además estaban muy bien escritos”.

Tras crecer entre libros desarrolló afinidad por las letras y aunque la Matemática le gustaba, no era así con la Física y la Química.

“En mi época, en España a los 14 años tenías que elegir si estudiabas la rama de ciencias o humanidades. Elegí la segunda porque me ofrecía literatura, historia, filosofía (…) Al llegar a los estudios superiores hice mi carrera de Derecho, Ciencias Políticas y Sociología, todo bastante ligado a las humanidades, pero no las clásicas sino aplicadas a la sociedad. Luego decidí hacer el proceso para entrar en la carrera diplomática”, menciona Santos.

Santos, encargado de Negocios en Venezuela
La primera opción de Santos no fue dedicarse a la vida diplomática, sino a la universidad. Foto: Alejandro Cremades/El Estímulo

“Ser diplomático era mi segunda opción. En principio pensaba en la tradición en mi casa de la enseñanza, me gustaba mucho Ciencias Políticas, el Derecho Constitucional, las Ciencias Sociales. Quería dedicarme a la universidad. Pedí una beca para hacer un doctorado y tratar el tema del Liberalismo español. Serían cuatro años que me permitirían independizarme, poder estudiar e investigar por mi cuenta, al mismo tiempo quedaba asociado a la universidad, pero tuve mala suerte (…) Me incliné entonces por esto, que lo tenía en el radar y trataba los temas que me interesaban”.

Ramón Santos Martínez ingresó en 1986 en la carrera diplomática y desde entonces, entre sus funciones, ha estado destinado en las representaciones diplomáticas en Ecuador, Estados Unidos y ante la Unión Europea. Ha sido subdirector general de Cooperación con México, América Central y El Caribe, jefe y asesor del gabinete técnico de la Agencia Española de Cooperación Internacional y vocal asesor para Asuntos Interamericanos. De 2006 a 2008 fue subdirector general de Países de la Comunidad Andina. Además de 2015 a 2019 fue embajador en Panamá.​

Venezuela

Desde el 22 de octubre de 2021 se desempeña como encargado de negocios de España en Venezuela. Su trabajo a favor de la cultura se ha convertido en parte de la movida artística del país y confesó que le gusta y espera tener más presupuesto para seguir apoyando en diversas actividades.

El embajador cree que es fundamental el intercambio cultural entre España y Venezuela porque ello “enriquece a las dos naciones”.

“Tenemos el mismo idioma, hemos sido partícipes de muchas cosas en común, la historia propiamente dicha, en consecuencia hacer una tarea de colaboración cultural nos enriquece a ambas naciones. Deseo que me den más presupuesto para ver si a lo largo de mi misión logro abrir un centro cultural español en Caracas”.

Ramón Santos, diplomático español

“España tiene institutos Cervantes en los países donde no se habla español y centros culturales en los que sí. En América Latina tenemos varios centros Cervantes, hay en Brasil, EEUU, Canadá… y centros culturales en todos los países de América latina excepto Venezuela y Ecuador. Yo quisiera que lo podamos abrir cuanto antes, pero creo que llevaría unos dos o tres años. Yo le tengo envidia de la sana a la Alianza Francesa porque no paran de hacer cosas y eso está muy bien, es lo que queremos hacer”, añade.

“Nosotros aquí tocamos diversos aspectos de la cultura y todos me parecen importantes. Participamos en la Feria del Libro de la Universidad de Carabobo, trajimos una poeta española, participaremos en la Feria del Libro del Oeste de Caracas, en el ciclo de conferencias sobre Ciencia, Tecnología y medio ambiente que es dentro de poco. También tenemos mucha actividad en torno al teatro, hemos auspiciado en lo que va de año unas seis, siete obras”, mencionó en referencia a la temporada cultural de España, que todavía continúa con una programación de primer nivel.

“Viene ahora el Festival de Cine Europeo, traemos mucha música y tenemos una colaboración muy estrecha con el Sistema. De hecho hay muchos músicos y directores españoles que vienen regularmente, dan talleres, a su vez escuchan la música que se hace aquí. Otros los traemos nosotros. Estamos haciendo aquí y allá. Todas las semanas tengo alguna actividad y esto de la cultura es un campo que ocupa mucho tiempo pero me gusta”, acota.

Santos recalca la importancia del intercambio cultural y no duda en asegurar que seguirá apostando y aportando en las actividades artísticas durante su estadía diplomática en Venezuela. Suele asistir a los eventos culturales donde Venezuela y España intercambian talento e ideales. Ahí lo verán haciendo lazos que considera necesarios para cultivar las estrechas relaciones ambos países, tan diferentes y con tanto en común.

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