El Frente Amplio (FA) busca seguir vivo y mantener la promesa de su creación: ser un espacio en el que confluyan los políticos con la sociedad civil organizada. Para ello, convocan a una serie de congresos estadales esta semana para al final confluir en un gran Congreso Nacional para conformar mesas de trabajo y proponer soluciones a los problemas que aquejan a Venezuela.
La oposición está callada pero no inerte. Desde que nació el 8 de marzo el Frente Amplio Venezuela Libre, conformado por diversos gremios y asociaciones civiles, tomó el testigo para presionar al chavismo en las calles. Este bloque lleva tiempo impulsando un Acuerdo Nacional de Políticas Públicas que busca definir la hoja ruta capaz de mostrar un camino claro tras una eventual transición política. Una tarea difícil si se toma en cuenta que la oposición luce dividida y sin norte.
El grupo de asesores técnicos de la Mesa de la Unidad -de diversos sectores de la sociedad venezolana- emitieron un comunicado en el que saludan el inicio de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición. Manifestaron haber trabajado de forma intensa en los días previos al diálogo para "construir soluciones a la dramática situación nacional, cada uno en su área de competencia dentro de la agenda planteada".
El coordinador del comando de campaña de la Mesa de la Unidad, Gerardo Blyde, insistió en la necesidad de que la ciudadanía participe en las elecciones regionales y justificó esta afirmación al subrayar que "votar es parte de la agenda de lucha, es parte de la protesta. Vamos a defender el voto de cada ciudadano”.
El psicólogo social y doctor en ciencias políticas, Ángel Oropeza (@AngelOropeza182), considera que hay algunos sectores del Gobierno Nacional que están haciendo cálculos sobre los costos que deberán pagar por no atender las peticiones de la gran mayoría del país, a favor del referendo revocatorio.
El psicólogo y analista político, Ángel Oropeza (@AngelOropeza182), destacó que el diálogo es primordial para solventar la crisis en Venezuela e insistió en que a pesar de la mala fama y devaluación que le dio Hugo Chávez durante su gobierno, hay que rescatar el concepto de diálogo como actividad política.
Con unas elecciones en puertas y una situación de baja popularidad para el Gobierno, los analistas concuerdan en que este tipo de decisiones benefician la popularidad del sector opositor, o en su defecto a uno de sus principales representantes, Leopoldo López.