A 85 días de las elecciones parlamentarias y en medio de un escenario convulso por la escasez y la inflación, Venezuela conoció la decisión de la jueza Susana Barreiros sobre el caso de Leopoldo López. Después de un año y siete meses y un proceso de 57 audiencias, López, juzgado por las protestas que dejaron 43 muertos entre febrero y mayo de 2014, fue declarado culpable y condenado a 13 años y nueve meses de prisión.
Ha sido un golpe más para la oposición al Gobierno Bolivariano, liderado en la actualidad por el Presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, algunos analistas indican que esta sentencia, capitalizará la movilización el 6 de diciembre. Afirman que esta decisión de tinte político, más que judicial, puede tener una incidencia directa en las colas que se formarán fuera de los centros electorales, el próximo 6 de diciembre.
Según la Encuesta Nacional Ómnibus de Datanalisis del mes de julio, 87,2% de los encuestados evaluaron que la situación del país es negativa. El desabastecimiento y el alto costo de la vida entre otras variables económicas fueron las señaladas como principales males del país.
En otro apartado de la encuesta se evalúa la gestión del presidente Nicolás Maduro. Sobre ello, vale resaltar que 70,4 % de los encuestados le dan a la administración del Presidente una evaluación negativa. Solo el 24,3% le dan el visto bueno y 5,3% no comentaron. Esto se traduce, como lo indica el politólogo y militante de Marea Socialista, Nícmer Evans, en “una situación política de baja popularidad gubernamental”.
Según el analista y director de barometropolítico.com, Carlos Raúl Hernández, esta decisión demuestra “el tropicalismo de Maduro”. Así lo declaró para El Estímulo durante el bautizo de su libro Latinoamérica y el asedio revolucionario. Indicó que la decisión de la jueza “evidencia y ratifica ante Venezuela y el mundo como este Gobierno no tiene la más mínima sensibilidad social o política”.
“El Gobierno lo hace con las ganas de desmoralizar, crear un estado de pesimismo. Pero pasa lo contrario, creo que lo que el Gobierno logra con eso es ni ni más bien enardecer a la gente porque es evidente que es un acto monstruoso: una sentencia de alguien que no es culpable de nada, que no se le ha podido demostrar nada. Mientras criminales narcotraficantes siguen en las calles”, expresó.
Hernández explicó que esta “sentencia implacable”, que denota un contraste entre el trato jurídico que se le dio a López y el que tradicionalmente aplica el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con otros, crea “una mezcla de ira con desesperación” y se va a expresar electoralmente.
El doctor en Ciencias Política Luis Salamanca también destaca la influencia que tendrá este hito en las elecciones parlamentarias. Indica que “desde el punto de vista comunucacional” las elecciones se dan en un momento en que vivimos una “democracia despotizada”o tiranizada, en la que los ciudadanos saben que va a tomar una elección fundamental.
Explica que a pesar de que el Gobierno ha intentado “descabezar” a la oposición, condenando a Leopoldo López e inhabilitando a otras de sus figuras importantes, ha dejado ver que la única opción de los opositores es el sufragio. “El voto es la última línea de democracia”, señala.
“Ya mucha gente decidió su voto. Lo que necesita es que llegue el día para irlo a depositar. El elemento de Leopoldo mueve a mucha gente. Esto supone un aumento de las personas que van a ir a votar (…) El gran protagonistas del 6 de diciembre es la gente votando. Presumo que habran largas colas”, destacó.
Sin embargo, expone que el Gobierno sabe que enfrenta una baja de popularidad y en ese sentido, señala que el domingo de las elecciones puede haber amedrentamiento de parte de los grupos llamados colectivos o puede haber operación remolque para presionar a los electores que hayan desistido de votar por el chavismo. También señala que es posible que el Gobierno decrete un estado de excepción sobre todo el país, lo que anularía las garantías y por lo tanto paralizaría a varios votantes.
“El Gobierno tendrán sus planes de contingencias para ese día, para sabotear por aquí o por allá. Ellos pueden inventarse alguna situación de insegurdiad o algún operativo de OLP para que la gente se asuste y no salga a la calle. El estado de excepción es el peor escenario para una elección porque la gente sabrá que hay una suspensión garantías», expone.
Para Salamanca, el estado de excepción dictado sobre los municipios fronterizos es un ensayo para los primeros días de diciembre. Defiende que “el gobierno está desesperado porque ese voto no se dé de forma libre y por eso están aprobando el estado de excepción.Ellos tienen una situación digamos inmanejable desde el punto de vista social”. Rescata que esto puede generar miedo en la población, pero no supone la suspensión de las elecciones.
Por su parte, Nícmer Evans asegura que esta decisión incide directamente en la popularidad del líder opositor Leopoldo López, quien pudiera convertirse en una «víctima política para un sector del país y para un importante contexto internacional, que lo coloca como el principal aspirante a la presidencia de la República«. Asegura que a las puertas de unas elecciones parlamentarias, esta decisión se traduce en «una torpe acción política que se basa en un sólo escenario, pensar que Leopoldo nunca va a tener la oportunidad de librarse de esta sentencia y que quedará inhabilitado de por vida para aspirar a tal cargo».
«Mientras esto pasa, la gente en la calle se pregunta cuándo procesarán y sentenciarán a los corruptos que han desfalcado a la nación y al resto de los políticos que con sus discursos y sus acciones nos han llevado a la situación económica, política y social que tiene en riesgo a todos los venezolanos, sea del bando y del tiempo que sea».
En un artículo de la página web Prodavinci, Luis Vicente León da otra lectura al desenlace del caso López. Al contrario de los otros analistas, señala que esta acción busca «desmotivar la esperanza y la disposición de votos en la oposición y los independientes a través de un mensaje claro: el Gobierno hace lo que quiere y no está dispuesto a ceder». Asimismo, el presidente de Datanalisis concluye que el Gobierno puede esperar que este se convierta en un «nuevo tema de concentración del debate nacional».
En ese sentido, León resalta que Unidad (Coalición de partidos de oposición) debe «sentarse a pensar en la mejor estrategia de respuesta puede generar fricciones y riesgos de división interna». Eso lleva a destacar otra opinión importante que fue dada hoy por el psicólogo Ángel Oropeza, en el programa de Cesar Miguel Rondón por la emisora Éxitos. Oropeza destacó que la oposición ha aprendido y debe seguir hablándole a la gente y no lanzando ataques hacia el Gobierno.
Estas opiniones dan a entender, que el juicio de López no está desligado del tema electoral y que la evaluación de los ciudadanos sobre este caso se reflejará en las tendencias de votos y la participación del 6 de diciembre. En ese sentido, analistas como Oropeza, Salamanca y Hernández coinciden en que los esfuerzos de la Unidad deben direccionarse hacia las elecciones parlamentarias.