Génesis Rodríguez, la pequeña que regala alegría aunque ella viva con dolor
Su madre biológica la abandonó cuando estaba muy pequeña y desde entonces, su abuela paterna y su padre, que sufre retardo mental moderado, la cuidan y la acompañan a enfrentar la enfermedad. Esta niña asumió la tarea de alegrar a otros pequeños pacientes que sufren lo mismo que ella, y a quien considera sus hermanitos
En el cuarto piso del hospital infantil JM de los Ríos está Génesis Rodríguez. Una dulce niña que al ver la cámara posa, sin que nada desmejore su actitud ante el lente. Ella padece de insuficiencia renal. Sus 11 años de vida han sido una dura prueba para ella.
Génesis está bajo el ala protectora de su abuela paterna Niurka Faneytten. Niurka me relata que así ha sido desde que nació, pues fue abandonada por su madre biológica. La pequeña nació en el mismo hospital donde ahora ve pasar sus días, siempre aferrada a la esperanza de sanar.
Desde que fue abandonada por su madre, Niurka asumió ese rol de inmediato. El hijo de Niurka, el padre de Génesis, tiene actualmente 33 años y RMM, es decir, retraso mental moderado. No está capacitado para resolver algunos asuntos de Génesis, pero ayuda todo lo que puede. Trabaja como vendedor informal y es un padre amoroso. Su condición no disminuye su instinto paternal y ayuda a Niurka a cuidar a Génesis.
La niña es paciente de hemodiálisis desde hace meses. Al igual que otros niños con ese cuadro de salud, aparenta mucha menos edad de la que tiene. Aunque cumplió once, cualquiera que no la conozca le calcula seis. Y está tan llena de alegría que es el alma del piso de diálisis.
Cuando inició su tratamiento, estaba con niños más grandes. Luego la pasaron con los más pequeños, cosa que, al principio, no le gustó. Pero luego se dio cuenta que los chiquitos necesitaban que los acompañaran y animaran. Ahora los ve como sus hermanos y entre todos se tratan como familia.
A Génesis le podría cambiar la vida si en Venezuela se reactivaran los trasplantes de órganos, paralizados desde hace varios años. Sin embargo, aunque no saben si los volverán a hacer, y siempre asiéndose a la esperanza, la familia se prepara por si acaso los vuelven a hacer. Saben que Anthony es un potencial donante y él está totalmente dispuesto a darle un riñón. Pero la ley se lo prohíbe porque padece de RMM por lo que ponen en tela de juicio su decisión y creen que puede ser manipulado.
«Anthony ama a Génesis y quiere ser su donante», asegura Niurka, mientras atiende a la niña.
160 dólares en alimentos para la niña
La alimentación de Génesis es especial. Con su trabajo de vendedor de la calle, a su padre le cuesta financiar todo lo que ella necesita. Los médicos exigen que consuma vegetales, carnes blancas, quesos sin sal, pechuga de pavo, cereales sin azúcar, leche especial para enfermos renales. Todo eso es importante para su desarrollo. En total, deben gastar unos 160 dólares al mes. Esa es una cantidad que la familia ni sueña en poseer.
A eso se le suman los medicamentos de los que depende la vida de Génesis como antihipertensivos, antibióticos y calcio.
Hasta ahora, han logrado financiar parte de las necesidades vitales de Génesis con apoyo de fundaciones y personas de buena voluntad, pero no es suficiente. Hace falta mucho para salvar a una niña con hemodiálisis, una niña que quiere seguir estudiando, que quiere seguir jugando, que quiere probarse peinados nuevos, que quiere abrazas a su papá y su abuela, que, en definitiva, quiere un riñón nuevo que la ayude a vivir mejor.
Para colaborar
Para ayudar a Génesis se puede depositar en la cuenta de ahorros de Anthony Rodríguez (C.I. 23.926.424) en el Banco de Venezuela, número 0102 04141784674.
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