Una parálisis facial fue el primer indicio de que algo no andaba bien con la salud de Dannielys Mosquera. Ahora lucha contra una enfermedad renal y cardíaca, pero su familia ya no tiene dinero para costear el tratamiento y su estadía en Caracas. Esta es su historia
Dannielys Mosquera tiene 11 años de edad y es de buen carácter, dulce. Se nota en su manera de tratar a sus compañeros y familiares. Ella es paciente renal del JM de los Ríos, centro de salud al que asiste desde marzo para recibir su tratamiento.
Dannielys es hija de Yosdely Soto, una madre soltera que ha luchado para levantar a sus hijas y apoyar a su madre (la abuela de las niñas). Su unión es sólida, pero hace varios meses tuvieron que acostumbrarse a la separación familiar para intentar conseguir más ingresos.
La situación en la casa estaba delicada. No había suficiente dinero para comer y Yosdely tomó una decisión arriesgada: viajó al estado Bolívar para buscar trabajo en las minas de oro. Pasó cuatro meses allá para intentar mejorar la calidad de vida de su núcleo, pero pronto una noticia cambió sus planes: Dannielys presentó los primeros síntomas de una enfermedad que su familia desconocía.
Yosbely se enteró por una llamada de su madre: A Dannielys se le durmió la lengua en la escuela y luego presentó una parálisis facial.
Rapidamente, le mandaron a hacer exámenes y los médicos informaron que había una alteración en el resultado de creatinina. Procedieron a realizarle un eco renal y el resultado fue: parenquimatosa renal.
Los síntomas de la parenquimatosa renal suelen ser: disminución del volumen de orina excretado (diuresis), aunque a veces se mantiene estable.Retención de líquido, que causa hinchazón en las piernas, los tobillos o los pies.Falta de aire. Fatiga. Desorientación. Náuseas. Debilidad. Ritmo cardíaco irregular.
Al ver el avance de la enfermedad, el médico tratante de Dannielys le sugirió a la familia que la niña fuera trasladada a Caracas porque en Guárico, estado en el que nació, no hay nefrólogos en hospitales públicos. Era más que una necesidad, una lucha contra el tiempo.
Yosbely decidió traerla a Caracas, específicamente para el JM de los Ríos, y desde entonces sus vidas y dinámicas familiares han cambiado.
Más allá de la condición renal, los médicos descubrieron una afectación cardíaca en Dannielys. La misma se generó por un percance clínico en su catéter durante una de sus diálisis. Por esa razón, ahora recibe una diálisis peritoneal. Sin embargo, a la fecha no le han podido quitar el catéter de cuello. Primero deben lograr tratar su complicado caso cardíaco.
Por los momentos, su corazón lo monitorean día tras día y debe esperar que los médicos decidan si es apta o no para recibir un trasplante de riñón.
Dannielys es muy sincera: todavía no sabe qué quiere ser de grande. Sin embargo, tiene el deseo de curarse y continuar sus estudios. Está en quinto grado de Educación Básica y le gusta hacer sus tareas, sobre todo dibujar.
A pesar de que a veces se siente débil, a la niña le gusta jugar y compartir con sus otros compañeros de hospitalización. Dos de ellos son Génesis Rodríguez y Daykeiner Da Costa, pacientes cuyas historias hemos contado previamente.
Desde marzo, el JM de los Ríos ha sido el día a día de Yosbelys y Dannielys. Han recibido la atención más adecuada posible, pero otro problema se suma al resto. La niña recibirá el alta, pero deben venir a Caracas semanalmente para el chequeo de los nefrólogos.
Aunque el viaje es necesario, es casi imposible de costear la ida y vuelta. Yosbely confiesa que ya no cuentan con los recursos para sostenerse. Todo lo que reunió durante su etapa en las minas lo gastó en el tratamiento de su hija. El padre de Dannielys no ve por ella. Las fundaciones que ayudan a los niños, como Santi y sus amigos y la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela, no pueden ofrecer más de lo que ya entregan.
Por eso Yosbely pide ayuda a el Estado con el fin de conseguir algún espacio en el que pueda permanecer como huésped mientras termina el proceso de observación.
Si deseas y tienes la posibilidad de ayudar a Dannielys Mosquera en su tratamiento médico,puede donar al siguiente pago móvil:
11 años de edad tiene Neiber Barrios. Es tachirense, pero una enfermedad renal lo obligó a trasladarse a Caracas junto a sus padres. En el Hospital J.M de los Ríos pasa varios días, pero sueña con recibir un trasplante y volver a jugar fútbol
A las ocho meses de edad llegó el diagnóstico: Jheison Chasoy tenía una enfermedad renal. Con su crecimiento, las cosas han empeorado y su madre busca ayuda para intentar aliviar sus dolores. Esta es su historia y así puedes ayudarlo
Por la paralización del servicio de hematología hay más de 200 pacientes pediátricos en riesgo. Esta no es la única del área del hospital que ha cerrado en los últimos años. Tampoco funciona el servicio de cardiología y terapia intensiva
