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Claves para entender el conflicto sirio

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Foto: EFE

I

 En 1971, Hafez al- Assad (león), padre del actual mandatario de Siria Bashar al-Assad, se convirtió en presidente de Siria, hasta su muerte en el año 2000. La sucesión de poder se hizo como si se tratara del inicio de una dinastía. El padre de Bashar Al-Assad, fue un oficial de la fuerza aérea siria, con formación en la desaparecida Unión Soviética (URSS). Miembro del ala militar del partido Baath (promotor del pan arabismo bajo algunos lemas socialistas), ascendería a Ministro de Defensa de Siria cuando el partido asumió el poder en 1963. Hafez al-Assad iría ganando mayores cuotas de poder hasta asumir el control total de mismo en 1970, reafirmado por un referendo popular en 1971. Durante su mandato intensificó las alianzas con Egipto, Jordania, Líbano y la Organización para la liberación de Palestina (OLP). También lo hizo por un corto periodo de tiempo con los EEUU durante la Guerra del Golfo, más que por convicción, por su animosidad en contra del régimen iraquí y por buscar apoyo en un aliado importante y de peso, después del colapso la URSS en 1991. En junio de 2000, Hafez al-Assad muere. Se suponía que debía sucederle su hijo mayor Bassel al – Assad en la presidencia. Bassel al-Assad había fallecido en 1994 en un accidente de carro, por lo que el próximo en sucederle sería su otro hijo, Bashar al-Assad, médico, que no estaba preparado para asumir retos políticos, pero que fue militarmente entrenado para hacerlo después que su hermano falleciera.

Bashar al- Assad, al llegar al poder era pro occidental. Fluido en los idiomas francés e inglés y casado con una británica, colaboró con los EEUU en varias acciones contra el terrorismo, posteriores a los ataques del 11 de Septiembre de 2001.

II

Los Assad, son seguidores de la rama Alauita de los Chiitas (que tiene poco más de 3 millones de seguidores), aunque han sido muy seculares en el ejercicio del poder. Los Alauitas integran creencias que se originan del gnosticismo, el platonismo, y el cristianismo). Es importante recordar que dentro del mundo musulmán hay dos importantes divisiones. Los Sunitas que abarcan aproximadamente un 80 a 85% de la población musulmana, y los Chiitas un 10%. La división histórica, se produjo por razones doctrinales y políticas. Para los sunitas toda la doctrina musulmana está en el Corán. Son seguidores de los primeros califas sucesores de Mahoma, y separan el poder religioso del político. Mientras que los Chiitas son seguidores del yerno de Mahoma, Alí. Aceptan la intermediación del clero y esperan la llegada de un doceavo Imán. No separan la religión de la política.

Otra clave para entender el conflicto sirio requiere distinguir no solo las mayorías chiitas o sunitas de sus vecinos, sino también que rama musulmana gobierna esos países. Por ejemplo, Turquía, Arabia Saudita, Egipto y la propia Siria, tienen mayorías sunitas. Mientras que Irán, Irak, y Líbano tienen una población mayoritariamente chiita. Como se dijo, la rama que gobierna Siria, es alauita, que a su vez es una rama de chiismo, en un país con mayoría sunita. Por esa razón tropas iraníes, y también miembros de Hezbolá, han ayudado al gobierno sirio a combatir a la oposición mayoritariamente sunita, que cuenta con el respaldo de varios gobiernos sunitas.

III

Cuando comenzaron las protestas de la llamada “Primavera Arabe” en 2011, Siria, no escapó a ellas. Sin embargo, fueron controladas rápidamente,  al igual que las que tuvieron lugar en el año 2000-2001 con llamada primavera de Damasco. La insurgencia civil se convirtió en guerra civil cuando muchos oficiales que habían desertado del ejército sirio anunciaron la formación del Ejercito Libre Sirio (ELS), basado en Hatay, Turquía y con más de 35.000 miembros. Las negociaciones entre rebeldes y el gobierno no llegaron nunca a buen término, y con el apoyo de la Federación de Rusia e Irán, el gobierno sirio incrementó los ataques contra la oposición. También es importante destacar que la oposición siria está conformada por numerosos grupos fragmentados y con distintas orientaciones, apoyos e intereses.

Los ataques del ELS a instalaciones militares han contribuido a la escalada del conflicto. El gobierno sirio decidió a partir de 2012 usar artillería de larga escala, la cual no ha discriminado ciudades e infraestructuras civiles, con los consiguientes 500.000 muertos, más de cinco millones de refugiados o 10.000.000 de desplazados, que están generando actualmente problemas en las agendas políticas internas de varios países, especialmente de Europa.

IV

El conflicto sirio se ha convertido  en un escenario de movilización de intereses geopolíticos de varios países del mundo.

Federación de Rusia: aliado del gobierno sirio, ha prestado apoyo militar con armamento, equipos y entrenamiento. Pretende ser el árbitro principal del conflicto y negociar otras concesiones a cambio.

Irán: aliado del gobierno sirio, le presta financiamiento y apoyo técnico e inclusive tropas para el combate.

Hezbolá: aliado del partido Baath facilita la línea de suministros al gobierno sirio.

Estados Unidos, Reino Unido y Francia: apoyan a los rebeldes con equipos militares y suministros, al igual que en otras formas lo hacen también, Arabia Saudita y Qatar. Estados Unidos pretende evitar el expansionismo ruso en la zona.

Turquía: pretende expandir su área de influencia en el norte de Siria e Iraq para bloquear la expansión de los kurdos.

V

La administración Obama ofreció movilizar a las Naciones Unidas o inclusive planear una acción militar si el gobierno sirio usaba armas químicas. Las armas químicas fueros usadas tanto por el gobierno sirio, como aparentemente por algunos grupos rebeldes. Sin embargo, las acciones de Obama fueron de alcance muy limitado.

Recientemente la administración Trump decidió lanzar 59 misiles contra instalaciones militares sirias en represalia por el bombardeo que con armas químicas, ordenara el gobierno sirio en días recientes, y que acabó con la vida de 86 personas. El gobierno sirio niega haber realizado éste ataque, al igual que los rusos.

Sin duda alguna este conflicto se va a complicar más, puesto que todos los actores involucrados no tienen unidad de criterios en los apoyos que brindan a los diferentes grupos en conflicto, unos más radicales, que otros, e inclusive en el caso de algunos de ellos con vínculos con el grupo terrorista de ISIS. EEUU y Rusia tienen un peso muy alto en el devenir de este conflicto, como si se tratara de algunos de los teatros de operaciones de la extinta, quizás revivida en otras formas, Guerra Fría. Rusia podría usar su peso en el conflicto, y quizás usarlo para obtener concesiones en otros escenarios. Para EEUU, más allá de la dinámica entre las corrientes idealistas y realistas que influyen la política exterior de los EEUU, cualquier acción en Siria podría tener efectos en su política interna y especialmente para la recién estrenada administración Trump.

VI

Finalmente, este conflicto alimenta una vez más las tensiones en la interpretación y aplicación de la teoría y el Derecho Internacional. Tensiones por un lado, entre los conceptos de soberanía, independencia e igualdad de los Estados y por el otro, las que emanan del principio de no intervención, y sus excepciones (intervenciones lícitas y humanitarias).

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