El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ordenó la ejecución de al menos dos personas, prohibió pescar en el mar y aisló la capital, Pyongyang, como parte de los frenéticos esfuerzos para proteger al país de la pandemia del coronavirus y de sus consecuencias económicas, dijo la agencia de espionaje surcoreana a legisladores el viernes.
El gobierno de Kim ordenó además a los diplomáticos en el extranjero que eviten cualquier acto que pueda provocar a Estados Unidos porque está preocupado por el esperado nuevo enfoque de su presidente electo, Joe Biden, hacia el país, dijeron diputados surcoreanos a reporteros tras una reunión privada con el Servicio Nacional de Inteligencia.
Uno de los legisladores, Ha Tae-keung, citó al SNI al señalar que Kim está mostrando una “ira excesiva” y tomando “medidas irracionales” por la pandemia y su impacto económico.
El SNI dijo a los diputados que el Norte ejecutó a un cambista de alto perfil en Pyongyang el mes pasado responsabilizándolo de la caída del tipo de cambio, agregó Ha.
La agencia contó además que las autoridades norcoreanas ejecutaron también a un funcionario clave en agosto por violar las leyes gubernamentales que restringen la entrada de importaciones desde el extranjero, añadió. Ninguna de las dos personas fueron identificadas por su nombre.
Sal marina paralizada
Corea del Norte ha prohibido también pescar y la producción de sal marina para evitar que el agua de mar se infecte con el virus, señaló el SNI a los disputados.
La nación decretó recientemente un confinamiento sobre Pyongyang y la provincia de Jagang, en el norte, por el virus. A principios de mes, impuso cuarentenas en otras zonas donde las autoridades encontraron bienes no autorizados y divisas extranjeras, apuntó Ha de acuerdo con la información que le fue revelada por el SNI.
Corea del Norte realizó además al menos un intento fallido de hackear a al menos una farmacéutica surcoreana que trataba de desarrollar una vacuna contra el coronavirus, añadió el SNI.
La agencia tiene un historial mixto en cuanto a la confirmación de hechos ocurridos en Corea del Norte, uno de los países más herméticos del mundo. El SIN dijo que no podía confirmar de inmediato las afirmaciones de los legisladores.
Pyongyang mantiene que no ha detectado ni un solo caso de coronavirus en su territorio. Pero esta afirmación es puesta en duda por expertos extranjeros, mientras dice Kim que está haciendo todos los esfuerzos posibles por evitar la propagación del COVID-19. Un brote importante podría tener grandísimas consecuencias porque el sistema de salud del país sigue paralizado y hay una escasez crónica de suministros médicos.