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Venecia, vacía y silenciosa, recuerda los 1.600 años de su fundación

Este 25 de marzo se cumplen 16 siglos del nacimiento de la ciudad lagunar. Lo que debía haber sido celebraciones por todo lo alto, se ha reducido al mínimo imaginable por culpa del prolongado encierro pandémico. Sin embargo, los ciudadanos no se rinden, postergan los festejos y esperan multiplicar pronto sus proyectos para renacer

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En tiempos de pandemia, Venecia luce triste e irresistiblemente hermosa, el obligado encierro ha cambiado su aspecto, pasando de las hordas de turistas disfrutando sus riquezas culturales al dramático y sobrecogedor vacío de sus calles y canales. Aún así, la «Serenísima» está lista para renacer y tiene muchas ganas de celebrar los 1.600 años de su fundación.

Coincidiendo con la celebración cristiana de la Anunciación, el 25 de marzo se iniciará el magno aniversario con una misa en la Basílica de San Marcos, oficiada por el Patriarca Francesco Moraglia, que será transmitida en directo para evitar agrupamientos. En la tarde, todo el Patriarcado de Venecia recordara su fundación por lo que ha pedido a los párrocos el repique unísono de todas las campanas de la ciudad.

Los miles de turistas caminando por la ciudad, inclusive en épocas de inundaciones es una imagen del recuerdo en medio de la soledad por el coronavirus y la parálisis de la economía. En octubre de 2020 cuando hubo flexibilización los visitantes intentaban entrar a la Basílica de San Marcos. Foto: MIGUEL MEDINA / AFP.

Aunque los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre una fecha exacta, se supone que la fundación de Venecia coincide con la colocación de la primera piedra en la construcción de la Iglesia de San Giacomo di Rialto (popularmente, San Giacometto) el 25 de marzo del 421, en una época de continuos flujos migratorios, cuando los vénetos, huyendo de las invasiones bárbaras en el continente, se refugiaron en los islotes de la laguna.

Otro renacimiento

Para las autoridades locales este súper aniversario, cuyo comienzo se postergó al 25 de abril y que se prolongará hasta marzo de 2022, deberá ser un motivo de renacimiento. Es un contraste con la pandemia, que ha paralizado las actividades comerciales y culturales de la hermosa ciudad vaciándola dramáticamente y limitándola únicamente a visitas «virtuales».

Recientemente, el alcalde Luigi Brugnaro, hizo un llamado a toda Italia y al mundo para que individuos o asociaciones, públicos o privados, propusieran eventos alusivos a tan importante fecha, incluso para realizarse en otras ciudades que hayan tenido nexos importantes con la Serenísima en sus 16 siglos de historia, en su dimensión de ciudad de tierra y de agua.

Hasta el momento, han llegado 235 propuestas presentadas por 135 sujetos, pero la Municipalidad aún no ha divulgado el programa oficial para todo el año, en una sensata actitud de precaución, los dará a conocer paulatinamente, esperando que la naturaleza y el virus chino lo vayan permitiendo.

Descanso a los hoteles

Cruzando los dedos, se han confirmado las citas del Salón Náutico, en el Arsenal, del 29 de mayo al 6 de junio, y de la Bienal de Arquitectura, que se inaugurará el 22 de mayo. Estos eventos comenzarían a dar un respiro a los hoteles y actividades conexas, que están listos para volver a abrir garantizando seguridad, gracias a un rígido protocolo sanitario que en meses pasados, cuando se produjo una pausa en la obligación de clausura, ha evitado la difusión del Covid-19 entre los turistas del momento.

Los hoteleros piensan que en los primeros meses, a partir del 25 de abril, habrá un turismo de proximidad geográfica y esperan que para el otoño se vuelvan a ver también los tradicionales turistas de ultraocéano.

El sector hotelero veneciano, que ha visto en 2020 una caída del 85% de su facturación con respecto al 2019, está trabajando solo «a petición». Es decir, que una actividad abre solo si llegan las debidas reservaciones. En este momento, siendo «zona roja» prácticamente toda Italia, solo se puede esperar hasta después de la Semana Santa.

Nuevos incentivos económicos

Las empresas relacionadas con el turismo están desilusionadas con las anunciadas medidas económicas estatales de ayuda, porque no son suficientes para resolver los problemas de un sector parado desde hace 17 meses.

El presidente de la Asociación Veneciana de Hoteleros (AVA por su sigla en italiano), Vittorio Bonacini, explica que se está viviendo la misma situación de marzo del 2020. Pero, con el agravante de un año más de dificultades que hay que sumarle, lo que hace que las perspectivas sean peores de lo que se habría podido imaginar cuando empezó la pandemia.

Quejándose de que «los hoteleros no necesitan caridad, ni esperanzas, sino certezas por parte del gobierno», aseguró que el sector está dispuesto a «cargar sobre sus espaldas el peso de la ineficiencia italiana, pero con ciertas condiciones». Especifica la necesidad de que el Estado se comprometa a reducir los impuestos y a garantizar créditos a 20 años con tasas favorables y pre amortización de 3 años.

Porque, «cuando superaremos la pandemia, la máquina necesitará tiempo para poder volver a funcionar y los préstamos son fundamentales para la estabilidad de las empresas».

La unión hace la fuerza

Como pocos otros lugares en el mundo, la vida en Venecia depende casi totalmente del turismo. No solo los trabajadores directos del sector -empleados de hoteles, restaurantes y bares, del sector cultural, comerciantes, gondoleros, trabajadores portuarios- sino actividades como las de abogados, contables o de proveedores en general, dependen en mayor o menor medida del usualmente enorme flujo de visitantes.

Es por ello que el largo e inesperado letargo asusta a todos. Como tantas otras ciudades, habitualmente atestadas, ver las calles y los famosos monumentos completamente vacíos es una sensación nunca antes experimentada y seguramente inquietante para cualquiera.

El Gran Canal de Venecia el 7 de febrero de 2021. El famoso carnaval fue cancelado debido a la pandemia de covid-19, que ha vuelto a La Serenísima un pueblo fantasma. Italia es el quinto destino turístico más visitado en el mundo. Foto: AFP

Sin embargo, el sentimiento generalizado es el fuerte deseo de que esta incertidumbre acabe pronto, que se derrote al virus de una vez por todas y, como tantas otras veces en las que se ha tenido que enfrentar desastres naturales, los laboriosos venecianos se arremanguen y unan sus esfuerzos para volver a la vida activa, un verdadero renacer.

Siempre nos queda Venecia

La AVA apunta a los eventos de los 1.600 años para retomar el trabajo. Ha organizado un año de originales actividades, como exposiciones en los grandes hoteles, mapas interactivos y profundización de la historia de la ciudad en un paquete turístico especial, en colaboración con la Alcaldía.

Durante un año, estos grandes hoteles abrirán sus puertas también a los huéspedes de todas las demás estructuras, que pernocten al menos dos noches, los cuales serán invitados a seguir un itinerario para descubrir la vida y las obras de algunos personajes históricos y literarios que durante 16 siglos han hecho famosa a Venecia en el mundo. Los paquetes turísticos incluyen, además, descuentos en algunas boutiques, un tour de la pastelería y de las especialidades gastronómicas locales, visitas guiadas y otras sorpresas.

Sin duda, este será un año importante para Venecia y, como dice Stefania Stea, vicepresidente de AVA, «queremos presentarnos ante nuestros huéspedes italianos e internacionales a través de la imagen de una ciudad unida. La voluntad de colaborar e unir las fuerzas que ya estamos viendo se revelará fundamental para reaccionar y recomenzar después de un año de paro».

La voluntad está presente, las ideas no faltan y la atracción por Venecia nunca cesará, la Serenísima saldrá victoriosa de esta experiencia también.

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