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Brasil liquida 360 km2 de selva amazónica sólo en enero, otro récord

El área de selva devastada para vender la madera y cambiar el destino del suelo equivale al área que ocuparían unas 72.000 canchas de fútbol. En la era Bolsonaro se multiplica la destrucción cada año.

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Deforestación Amazonia brasileña

La deforestación de la Amazonía de Brasil alcanzó un nuevo récord para enero apenas en las primeras tres semanas del año, según datos oficiales publicados el miércoles, una señal alarmante sobre la destrucción de la mayor selva tropical del mundo.

Brasil destruyó cerca de 360 km2 de floresta entre el 1 de enero y el 21 de enero, de acuerdo con datos preliminares publicados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

Aunque el registro se detiene el 21 de enero, la superficie deforestada hasta ese día ya fue superior a cualquier mes de enero completo desde 2015, cuando el INPE lanzó el programa de monitoreo periódico llamado DETER.

La deforestación de la Amazonía en enero del año pasado fue de 83 km2, cuatro veces menos que lo registrado en las primeras tres semanas de 2022.

Expertos ambientalistas consideraron que el dato podría indicar un riesgo elevado de que 2022 se convierta en otro año devastador para la Amazonía brasileña, donde la deforestación ha aumentado desde que el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019.

«Tener una cifra tan alta en enero, en plena temporada de lluvias, cuando la deforestación suele ser menos significativa, es extremadamente preocupante», dijo a la AFP Claudio Angelo, miembro de la ONG Observatorio del Clima.

En noviembre, el INPE ya había anunciado que la deforestación en el bosque tropical más grande del mundo se había extendido a 13.235 km2 entre agosto de 2020 y julio de 2021, una cifra inédita en 15 años.

Destrucción acelerada

Esa área de selva eliminada en Brasil en el año terminado en julio de 2021 equivale a más de la mitad del territorio de un país como El Salvador. Es mucho más que la superficie total de Puerto Rico, o la mitad de la isla italiana de Sicilia. (Nota de El Estímulo). 

Se trató del tercer aumento consecutivo anual desde la llegada al poder de Bolsonaro, quien es blanco de críticas internacionales por haber debilitado la política de protección del bosque y por haber fomentado la explotación minera y agrícola en áreas protegidas.

«Tenemos que esperar los próximos meses para ver cuál será la tendencia para este año, pero ya es una muy mala señal», agregó Angelo.

El Observatorio del Clima reveló este martes que el Ibama, principal organismo oficial de vigilancia ambiental, había gastado apenas el 41% de su presupuesto en 2021.

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