La audiencia de la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, procesa el pedido de Guyana de que se detenga el referendo convocado por Maduro para este 3 de diciembre. Embajador de Venezuela en Guyana, Carlos Amador Pérez Silva, niega que haya amenazas de invasión o de anexión del territorio Esequibo.
Este martes 14 de noviembre la Corte Internacional de Justicia, máxima instancia legal del sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU) lleva a cabo la primera audiencia preliminar de la denuncia interpuesta por Guyana contra Venezuela a propósito del Laudo Arbitral de París de 1899 y del referendo consultivo convocado por el régimen de Nicolás Maduro para este 3 de diciembre sobre la disputada región del Esequibo.
Dónde: En La Haya, sede de la Corte Internacional de Justicia.
Cuándo: El calendario para las audiencias públicas sobre la Solicitud de indicación de medidas provisionales presentada por Guyana en el caso relativo al Laudo Arbitral del 3 de octubre de 1899 (Guyana contra Venezuela) es éste (revisado a petición de Venezuela):
Martes 14 de noviembre de 2023 10.00-11.30 horas La Haya (5:00 a.m- 6:30 a.m Venezuela): Alegato oral (Guyana).
Miércoles 15 de noviembre de 2023 10.00-11.30 horas La Haya:(5:00 a.m- 6:30 a.m Venezuela) Alegato oral (Venezuela).
«Guyana presentó el martes pruebas claras ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de que Venezuela planea apoderarse por la fuerza del condado de Esequibo tras obtener un voto popular «preestablecido» en el referéndum del 3 de diciembre de 2023″, afirma el medio guyanés Demerara Waves, en la cobertura de la audiencia, citando la ponencia de los abogados.
El abogado de Guyana, Paul Reichler, presentó una serie de textos y vídeos publicados en las redes sociales por el presidente Nicolás Maduro, el ministro de Defensa Vladímir Padrino López y personal militar «que indicaban que se estaban preparando para ignorar a la CIJ, construyendo una pista de aterrizaje para emprender acciones contra Guyana y que entrarían en combate», según estos argumentos.
«El señor Reichler señaló que Venezuela ha dejado claro que el propósito de ese referéndum no sería simplemente evaluar la opinión pública, sino obtener el apoyo popular a las decisiones que el gobierno ya ha tomado, y una licencia para actuar en consecuencia», según este reporte.
Al término de la audiencia, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo en los medios oficiales que Guyana ha «mentido y manipulado» sobre la situación y sobre la supuesta amenaza para su seguridad a raíz de los movimientos militares de la Fuerza Armada chavista y las movilizaciones para «participar en el referendo».
«Guyana nunca deja de asombrarnos, estamos realmente muy asombrados porque no solamente son herederos de un territorio que le robó el Reino Unido a Venezuela sino que heredaron también esa estirpe de arrogancia imperialista y colonialista», dijo Rodríguez.
«No es exagerado calificar la amenaza actual como existencial para Guyana», declaró Carl Greenidge, el representante de Guyana en este proceso ante la Corte Internacional de Justicia, citado por medios internacionales y de Guyana.
Reichler justificó la decisión de Guyana de solicitar rápidamente medidas provisionales para bloquear el referéndum del 3 de diciembre «debido a las implicaciones que tendría para el continuo control del Esequibo por parte de Guyana incluso si la CIJ reafirma el Laudo del Tribunal Arbitral de 1899 que fijó la frontera terrestre entre los dos países».
«La urgencia se demuestra por el inminente referéndum que se celebrará en menos de tres semanas, que sería el detonante para la ejecución de los planes de Venezuela de anexionarse el Esequibo, y para los preparativos de la Fuerza Armada Bolivariana para asegurar la reclamación de Venezuela sobre el territorio», dijo.
El abogado de Guyana afirmó que el derecho del país sobre el Esequibo se vería «irreparablemente perjudicado» y sufriría una «pérdida irrecuperable de los derechos territoriales» si la CIJ dictamina que la antigua colonia británica tiene derechos sobre ese condado.
Hasta ahora no hay disponible información oficial sobre la posición del gobierno de Venezuela en esta audiencia, previa a la comparecencia el miércoles de los representantes de Maduro.
Pero en los últimos días los jerarcas del chavismo recalcan que Venezuela no reconoce la jurisdicción de la CIJ en este contencioso histórico por el Esequibo.
Guyana sostiene que la Corte debería indicar las siguientes medidas provisionales, que permanecerían en vigor hasta la emisión de la Sentencia del Tribunal sobre el fondo del asunto (sobre la plena vigencia o no del Laudo Arbitral de París de 1899):
«Venezuela no procederá con el Referendo Consultivo previsto para el 3 de diciembre de 2023 en su forma actual».
«En particular, Venezuela no deberá incluir las preguntas Primera, Tercera o Quinta en el Referéndum Consultivo».
«Venezuela tampoco incluirá dentro del «Referendo Consultivo» previsto, o cualquiera determinada por el Tribunal en su Sentencia sobre el Fondo, incluyendo (pero sin limitarse a):
a. La validez jurídica y el efecto vinculante del Laudo de 1899;
b. La soberanía sobre el territorio comprendido entre el río Esequibo y la frontera establecida por el Laudo de 1899 y el Acuerdo de 1905; y
c. La pretendida creación del Estado de «Guayana Esequiba» y cualesquiera medidas asociadas, incluyendo la concesión de la ciudadanía venezolana y de tarjetas nacionales de identidad venezolanos».
«Venezuela no tomará ninguna acción que tenga por objeto preparar o permitir el ejercicio de soberanía o control de facto sobre cualquier territorio que haya sido adjudicado a la Guayana Británica en el Laudo Arbitral de 1899».
«Venezuela se abstendrá de cualquier acción que pueda agravar o extender la controversia ante la Corte o dificultar su resolución», dice la solicitud «urgente» presentada por el gobierno de Mohamed Irfaan Alí.
Maduro niega cualquier posibilidad de suspender ese referendo.
En sus consideraciones al caso planteado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) Guyana argumenta que el «próximo Referéndum no puede ser visto de otra manera que como un reflejo de la intención de Venezuela de rechazar no sólo el Laudo Arbitral de 1899 y la jurisdicción de la Corte, sino, aún más amenazante para Guyana, de recurrir a la acción unilateral para «resolver» la disputa sobre la frontera terrestre mediante la confiscación unilateral e ilegal, la anexión y la incorporación al territorio de Guyana, que fue adjudicado a Guyana hace 124 años con la aceptación incondicional de Venezuela, y que el resto del mundo el mundo reconoce como territorio soberano de Guyana».
Según Guyana, el referendo consultivo convocado el 23 de octubre de 2023 por el Gobierno de Venezuela, a través de su Consejo Nacional Electoral, con sus cinco preguntas tiene el propósito de «obtener respuestas que respalden la decisión de Venezuela de abandonar estos procedimientos y recurrir en su lugar a medidas unilaterales para «resolver» la controversia con Guyana mediante la anexión formal y la integración a Venezuela de todo el territorio objeto de
este procedimiento, que comprende más de dos tercios de Guyana».
Sobre las cinco preguntas del referendo consultivo, Guyana insiste en que se trata de un trámite de anexión territorial:
«Claramente, con la Primera pregunta, Venezuela pretende asegurarse un mandato popular abrumador para rechazar el Laudo Arbitral de 1899 y la frontera con Guyana que éste estableció (y a la que Venezuela accedió en 1899, y de nuevo en 1905 en un Laudo Arbitral). que Venezuela aceptó de forma constantemente, sin interrupción, hasta 1962)».
Sobre la quinta pregunta, Guyana afirma que «Venezuela prevé un mandato para proceder unilateralmente a incorporar formalmente «Guayana Esequiba» -el territorio adjudicado a Guyana (entonces Guayana Británica) por el Laudo Arbitral de 1899 Laudo Arbitral de 1899- a Venezuela como nuevo Estado venezolano (una anexión del territorio de Guyana
Guyana, en flagrante violación de las Cartas de la ONU y de la OEA y de las normas fundamentales del derecho
derecho internacional general)».
El gobierno de Nicolás Maduro es criticado por sus adversarios por forzar este referendo y recurrir a la controversia histórica con Guyana en momentos en que sufre de una baja popularidad endémica y Venezuela está a las puertas de un año electoral (2024) que será determinante para el futuro del país y de la llamada Revolución bolivariana, que Nicolás Maduro heredó de Hugo Chávez.
Maduro no reconoce la jurisdicción de la Corte de la ONU para dirimir este contencioso e insiste en querer negociar directamente con Guyana una solución y que se vecino país le ceda dos tercios de su superficie territorial para restituir la injusticia histórica cometida en1899 con el Laudo Arbitral de París por las potencias imperiales de entonces.
No hay pistas sobre lo que sostendrá el gobierno de Venezuela el miércoles cuando le toque el turno de comparecer en esta primera audiencia, a la que accede a ir a regañadientes.
Pero este domingo el embajador de Venezuela en Guyana, Carlos Amador Pérez Silva, dijo al medio guyanés Demerara Waves que su país no tiene intención de invadir ni ocupar Guyana.
«Venezuela no invadiría Guyana aunque la población vote «sí» a la declaración de Esequibo como estado», dijo el embajador Pérez Silva.
«No, nunca», dijo cuando se le preguntó si Venezuela invadiría Guyana, incluso si los venezolanos votan a favor de la declaración de Esequibo como Estado de Venezuela. Atribuyó la sensación entre sectores de Guyana de que habría una invasión a una mala interpretación y a la ansiedad.
«No es una guerra. (Es) diplomacia y negociación», dijo.
También declaró a Demerara Waves Online News que el despliegue de tropas a lo largo de la frontera con Guyana tenía como objetivo reprimir el contrabando de oro y otros delitos.
Pérez Silva dijo que el referéndum del 3 de diciembre de 2023 sería una «actividad interna» de los venezolanos de acuerdo con la ley.
«No hay intención alguna de crear un conflicto o algo por el estilo», afirmó.
«Esto es una mala interpretación porque si se ve en los blogs de las redes sociales es que Venezuela pretende la anexión del Esequibo. No, nosotros vamos de acuerdo con el derecho internacional y la diplomacia. No estamos planteando ningún conflicto, ninguna guerra, nada de nada», dijo.
Una de las cinco preguntas busca una votación popular sobre si declarar el condado de Esequibo de Guyana Estado venezolano y conceder la ciudadanía y tarjetas de identificación a los habitantes que viven allí, pero el enviado de Venezuela insistió en que no estaba prevista ninguna acción militar.
Los críticos contrarios a la política del chavismo en torno al justo reclamo histórico sobre el Esequibo señalan que durante las últimas dos décadas el régimen ha sido laxo en su política de fondo con el gobierno de Guyana.
Atribuyen esta política de dejar hacer básicamente a la estrategia de influencia que quiso ejercer la llamada revolución bolivariana entre los demás países del Caribe aliados del vecino país anglosajón, heredero de un conflicto territorial de origen colonial iniciado por Gran Bretaña al ocupar ilícitamente la margen izquierda del río Esequibo.
El 19 de febrero de 2004 en Georgetown, República de Guyana, durante una rueda de prensa conjunta con su colega Bharrat Jagdeo, el entonces presidente Hugo Chavez dio un paso al lado en la cuestión del Esequibo.
Casualidad o no, desde entonces Guyana aceleró la entrega de concesiones mineras, gasíferas y petroleras en el territorio reclamado por Venezuela y en su plataforma continental y Zona Económica en el océano Atlántico.
«Así que el tema lo hemos conversado en privado y Jagdeo y yo somos tan amigos que conversamos cualquier tema sin ningún tipo de perturbación, como lo que somos: hermanos, presidentes de dos pueblos hermanos y de dos repúblicas hermanas, pueblos hermanos», dijo Chávez.
«Por ejemplo, lo que tú señalas… que si el gobierno venezolano ha bloqueado proyectos de desarrollo en la región del Esequibo y desde hace mucho tiempo… precisamente en el marco de la situación que ya yo referí, pero como hemos venido hoy con toda la voluntad, con la máxima voluntad de avanzar en la integración…».
«Yo me he comprometido con el presidente Jagdeo y con Guyana. Primero que el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes; beneficio directo, como me decía el presidente, como es un proyecto de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas».
Hugo Rafael Chávez Frías, presidente constitucional de Venezuela
Esa fue la respuesta de Chávez a un periodista que le preguntó: «Se señaló que no se iba a discutir la cuestión del diferendo del Esequibo, pero especialmente en esta zona, Guyana ha iniciado unas actividades petroleras; sin embargo,
esas iniciativas han sido rechazadas por el gobierno venezolano en otras oportunidades».
Lo cierto es que hoy por hoy, después de casi 20 años de esa declaración de Chávez, Guyana es una nueva potencia petrolera regional en ciernes, y ya sabemos que donde hay petróleo hay conflictos.
Maduro y la nomenklatura heredera del chavismo querrían enmendar ahora una torta histórica heredada por ellos, así como Venezuela y Guyana heredaron un conflicto de origen colonial que se levanta de un estado vegetativo y amenaza con subir de tono.
Guyana ha venido ejerciendo de hecho durante décadas el control pleno sobre el territorio Esequibo, donde hay siete de las 10 regiones administrativas de ese país vecino de Venezuela. Enormes riquezas minerales y de petróleo y gas, se suman a una disputa nacionalista histórica.
Observatorio de Fake News verifica: aunque el presidente del órgano rector, Elvis Amoroso, llamó a la participación masiva en la consulta popular prevista para el 3 de diciembre, no mencionó la posibilidad de sancionar o multar por abstención.
El pasado septiembre, Guyana anunció una ronda de licitación de bloques petrolíferos en la región del Esequibo, el territorio en disputa que tiene cerca de 160.000 kilómetros cuadrados, y que actualmente administra Guyana
