Economía

La malograda Pacific Rubiales despierta codicia de los bolichicos

El presidente de Pacific Rubiales, Ronald Pantin, un alto ex –gerente de Maraven presentó los resultados del primer trimestre del 2015 de la empresa de la que es el CEO, y anunció que habían perdido $722 millones, pero resulta que en el 2014 habían perdido $1.330 millones, que los contadores identifican como "menos ingresos".

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Esa pérdida se producía en el último año de las vacas gordas con precios alrededor de 100 dólares.

Hay empresas que pierden un par de años y hasta tres años seguidos, pero los inversionistas vigilan mucho el precio de la acción, que es la señal de confianza. Cuando la acción se queda estancada hay varias lecturas, pero cuando la acción comienza a bajar y pierde el 80% de su valor, entonces comienzan las dudas, y si la empresa ha perdido durante dos años consecutivos, eso origina fuertes dolores de cabeza a la directiva y los accionistas.

En el caso de Pacific Rubiales, no obstante las credenciales excelentes del tren gerencial, en el año 2014 la empresa registró pérdidas de alrededor de $1.330 millones. Mientras, antes de agosto de 2014, la acción estaba en $20 y el petróleo oscilaba entre $96,06 dólares para el WTI y $103,33 el Brent del Mar del Norte. En diciembre de 2014, la acción de Pacific Rubiales bajó a $10 y después de la reunión de la Opep del 27 de noviembre, cuando el grupo no aceptó reducir su producción, el WTI bajó a $76,44 y el Brent a $80,41.

Antes de febrero de este año la acción de Pacific Rubiales se paseó entre dos y tres dólares. En enero 30 se cotizó a $2,36 y en febrero 11 de este año subió a $3,18. Se comportaba como un activo oscilante, como una hoja en medio de una tormenta. En abril 10 se vendió a $2,05. Recientemente el CEO de Pacific anunció que en el primer trimestre habían perdido esos $722 millones.

Una empresa endeudada, una acción en el suelo y la incógnita de futuros meses con precios bajos para el petróleo.

Después, Ecopetrol le anunció a Pacific Rubiales que el campo estrella de Rubiales lo iba a operar la empresa estatal. Pacific Rubiales no tuvo más remedio que resistir, aunque surge una duda. Ese campo, según ingenieros colombianos, está acercándose a la declinación natural y requiere fuertes sumas de dinero para aplicarle recuperación secundaria, lo cual será un problema para Ecopetrol.

En medio de este cuadro, surge el interés de los «bolichicos» por la malograda Pacific Rubiales.

La presencia de este grupo de arriesgados inversionistas que han prosperado a la sombra de los negocios oscuros del chavismo es para algunos un evento anecdótico, aunque mediático. Sus inicios en Venezuela fue una ráfaga de sorpresas con grandes beneficios.

No estaban en ese negocio energético y se los arreglaron de buscar operadores. Lo de ellos es la cuestión financiera, con papás «ilustres» negociadores  que podrían identificarse como “desviacionistas de la meritocracia petrolera”. Otros con chequeras más potentes lo hacen igual. En estos meses no hay veda y se pueden cazar buenos negocios.

Pueden presentarse sorpresas. Falta esperar que concluyan las negociaciones con Alfa-Harbour y pueden haber demoras y obstáculos. Es posible que haya otros esperando.

Alfa debe haber afilado el lápiz, también lo afiló Shell cuando pagó $77.000 millones por British Gas. De todas hay que tener una caja contadora repleta para esperar, porque no hay noticias de precios altos y los crudos que extrae Pacific Rubiales, están en el rango de crudo barato entre 8 y 25 dólares.

Hay un antecedente cercano que tiene su relación con las bolsas de valores, en el derrumbe de la brasileña Petrobras.

La principal empresa de Brasil descubrió los campos costa afuera del Tupi, con volúmenes de 30.000 millones de barriles de petróleo. Petrobras es una empresa estatal, pero con mayoría accionaria privada y con licencias para el accionista estatal en algunas decisiones comerciales.

Las acciones debieron subir hasta la estratosfera, pero no subían, porque los accionistas durante más de 7 años recibían unos resultados anuales, que en criollo se podrían identificarse como chimbos, ya que en 9 años sucesivos Petrobras no había cumplido las metas de producción y seguía gastando dinero. El mercado castigó la acción y la mantuvo estancada, cuando debió subir. Pero no se veían los resultados y entonces la dejaron congelada.

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