
La prensa regularmente advierte sobre la inminente muerte del género, pero Andrew Ousley, quien fundó las sesiones bautizadas “Death of Classical” (“Muerte de lo clásico”), dice que los obituarios son más que prematuros.
En lo profundo de uno de los cementerios más prestigiosos de Nueva York, las misteriosas vibraciones de un concierto de cuerda rebotan en las paredes de las catacumbas, en un ritual que estimula el espíritu de la música clásica.
14 de octubre de 2019 16:31 PM
La prensa regularmente advierte sobre la inminente muerte del género, pero Andrew Ousley, quien fundó las sesiones bautizadas “Death of Classical” (“Muerte de lo clásico”), dice que los obituarios son más que prematuros.