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Los sueños de los prospectos se fugan a Dominicana

Los Marineros hicieron público esta semana que abandonarán Aguirre y mudarán todas sus operaciones al lujoso complejo de Boca Chica, en República Dominicana.

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Son las 6 de la mañana… En Aguirre, estado Carabobo, al menos 35 prospectos de la academia de los Marineros de Seattle se ponen de pie para iniciar las actividades diarias. “A esa hora comienza el programa físico y se le da el tratamiento previsto a los que sufren alguna lesión”, cuenta Russell Vásquez, quien dirige al equipo de esta organización que compite en la Venezuelan Summer League.

“Tras el performance training, a las 7:30 am se sirve el desayuno, luego hay tiempo para descansar. Alrededor de las 9:15 estamos listos para saltar al terreno. Los días en que no hay juego practicamos defensa, bateo y los fundamentos”, añade el técnico.

La rutina, que tiene como objetivo pulir el talento de los jóvenes deportistas que sueñan con llegar a las Grandes Ligas, fue realizada en su momento por estrellas de la talla de Félix Hernández, Asdrúbal Cabrera, Celestino López, Jesús Guzmán y Luis Valbuena. Es un rito que se lleva a cabo de lunes a sábado, entre enero y agosto, desde hace 15 años; 15 años que tendrán su capítulo final el próximo mes de abril.

Los Marineros hicieron público esta semana que abandonarán Aguirre y mudarán todas sus operaciones al lujoso complejo de Boca Chica, en República Dominicana, inaugurado el año pasado. La pérdida no es nueva para Venezuela, una nación en la que 23 organizaciones estadounidenses tenían presencia a finales de la década de los 90, y en la que tras la ida de los Marineros solo quedarán cuatro academias. Sí, se han marchado 19 en 15 años.

El comunicado que oficializó el cierre de la escuela de los bucaneros contiene declaraciones del gerente general Jack Zduriencik. En el documento, el ejecutivo expone las bondades de reunir al talento latinoamericano en un mismo lugar, y no hace referencias a la situación económica, social y política que se vive en el país. Después de todo, las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela penden de un hilo por estos días, y la vicepresidente senior de Operaciones de Beisbol de MLB, Kim NG, acaba de advertir a los equipos que deben ser cautelosos al hacer comentarios que puedan ser vistos con sesgo político.

Pero el sol no se puede tapar con un dedo. La inestabilidad jurídica, económica, física y social ha generado que los equipos busquen nuevos horizontes fuera de nuestras fronteras.

“Nos explicaron que ya no tienen manera de garantizarle a los muchachos las arepas del desayuno, porque no se consigue la harina. Que cada día es más difícil conseguir algo tan simple como el pollo, para poder alimentar a los jóvenes”, contó un empleado de los Marineros al periodista Ignacio Serrano, quien fue el primero en reportar la mudanza a Quisqueya. La fuente habló con la condición de mantenerse en el anonimato, para evitar complicaciones.

Adiós muchachos
En la academia de los Marineros, al igual que en las otras cuatro que se mantienen en Venezuela (Cachorros, Tampa Bay, Filadelfia y Detroit), conviven al menos 50 personas entre peloteros, técnicos, scouts y personal de clubhouse. Los jóvenes no son solo venezolanos. Acá se pueden traer a prospectos de Colombia, Antillas Holandesas, Nicaragua, Brasil y Argentina, por citar algunos ejemplos.

“Nos mantendremos en Venezuela hasta donde se pueda. Me imagino que si llega un momento en el que no podamos más, también nos iremos”, expresa Josman Robles, quien se desempeña como instructor de bateo en la escuela de los Tigres.

El mayor temor es la posible desaparición de la Venezuelan Summer League, circuito de novatos que se juega desde 1.997 con el aval deMajor League Baseball. Ahora solo contará con la presencia de cuatro organizaciones, mientras que la Dominican Summer League ha crecido hasta tener los 30 clubes de la gran carpa.

“A los que trabajamos en la academia de los Marineros en Venezuela nos están ofreciendo facilidades para que nos vayamos a Dominicana. Cada quién lo está consultando con su familia, pero creo que todos ya decidimos que nos vamos a trabajar para allá”, confiesa Vásquez, quien trabaja para Seattle desde hace 9 años. Antes lo hizo durante 11 años con los Orioles de Baltimore.

“Las instalaciones de Boca Chica tiene todas las comodidades para desarrollar las capacidades de los muchachos de la mejor manera. Uno entra allí y es como si estuvieras en Arizona”, señaló el técnico venezolano al comparar la infraestructura con la del complejo primaveral en Estados Unidos.

Los jóvenes que decidan marcharse con Seattle estarán más lejos de sus familiares, esos que hasta ahora tenían el chance de verlos en acción en la academia del estado Carabobo o podían verles de visita en casa cada domingo. También los tenían a tiro a la hora de cualquier eventualidad.

Otro asunto es la pérdida de fuentes de trabajo e ingresos. Si se cuenta al personal de mantenimiento, vigilancia, jardineros, cocineros, anotadores, árbitros y demás empleos operativos, más de 700 puestos directos e indirectos han desaparecido con el éxodo de las 19 escuelas desde el año 2000.

También habrá que analizar el impacto de este fenómeno en la firma de peloteros venezolanos. De acuerdo con datos suministrados por Arturo Marcano, abogado y analista legal en materia deportiva, 1.070 jóvenes criollos han pactado con equipos de Grandes Ligas durante el último lustro.

“Seguiremos teniendo una inversión muy elevada al realizar esfuerzos de exploración de talentos en toda América Latina y en particular en Venezuela, donde tenemos una gran tradición y hemos tenido mucho éxito», asegura Zduriencik.

No cabe duda de que cuando aparezcan joyas como Miguel Cabrera, que a los 16 años de edad recibió un bono de un millón 800 mil dólares por firmar con los Marlins, se hará todo lo posible por llevarlo a Dominicana para desarrollarlo. Pero… ¿Qué pasará con los casos de peloteros que no llamen la atención de los cazatalentos en las primeras de cambio, cómo ocurrió con Magglio Ordóñez y José Altuve? ¿Perderán su chance? ¿Serán desechados antes de poder demostrar todo su potencial?

“Sin duda. Habrá retrasos y problemas en este sentido porque normalmente acá tenemos los terrenos y tiempos necesarios a disposición de los scouts para que evalúen el desempeño de los muchachos antes de firmarlos. Ahora los scouts estarán obligados a proyectar a los peloteros sin poder verlos durante mucho tiempo”, opinó Vásquez.

Y con el pasar de los años, cada vez menos organizaciones tienen academias en el país.

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