1968

“Vamos, escritores y críticos,

que profetizáis con vuestras plumas,

mantened los ojos abiertos,

la oportunidad no se repetirá.

Y no habléis demasiado pronto,

porque la ruleta todavía está girando.

Y nadie puede decir

quien es el designado.

Porque el ahora perdedor,

será el que gane después.

Porque los tiempos están cambiando.”

Bob Dylan. “Los Tiempos Cambian” (Canción)

La historia es interpretada a conveniencia. El escritor George Orwell decía que la escriben los vencedores. Yo agrego que la “rumian” los perdedores, por algún tiempo, hasta que se mezclan las ganancias y las perdidas, los roles de ganadores y perdedores resultando todo en interminables preguntas sin respuestas. Años después, no se sabe quien gana y quien pierde.
Hace algún tiempo leí una lista, por su puesto, que sujeta a mucha crítica, de los 10 años hito en la historia de la humanidad. Allí entraban el año en que fue envenenado Sócrates, el del paso del Rubicón, el del bautismo de Constantino I, la Caída de Constantinopla (1453), el descubrimiento de América o mejor dicho el encuentro de dos mundos (1492), la invención de la imprenta (1440), por su puesto, la toma de la Bastilla (1789). Algunos agregan el año en que se publicó el Manifiesto Comunista (1848) (yo creo que para generar más retrasos), la firma del Tratado de Versalles (1919), la firma de la capitulación alemana al final de la Segunda Guerra Mundial (1945), y la caída de las Torres Gemelas (2001). Cada nación tiene sus propias fechas hito. Cada ideología también.
La mayoría de los historiadores coinciden que, en el Siglo XX, el año hito fue 1968, hoy hace medio siglo. Ese año fue considerado como año síntesis de la acumulación histórica, otros lo consideran como año de expresión y síntoma de los cambios por venir. Ese año fue el del mayo francés, paralelamente el de la primavera de Praga y su aplastamiento. Un poco antes del 68, tuvieron lugar las manifestaciones masivas contra la Guerra de Vietnam (1967), un poco después el Festival de Woodstock (1969). También en 1968, tuvo lugar en Ciudad de México las manifestaciones y matanza de Tlatelolco.
Ese año comenzó a operar por primera vez la interconexión de ordenadores, que años después daría lugar al internet. En 1969, el hombre llegaría a pisar la luna. En abril de 1968, sería asesinado Martin Luther King, dos meses después, Robert Kennedy. En ese año crecerían las luchas por los derechos civiles en EE. UU, nacería el movimiento de liberación femenina, la televisión se haría más masiva y difundiría los eventos en forma masiva. En fin, algunos llaman a ese año “el año que conmocionó al mundo”.
El periodista y escritor Mark Kurlansky en su obra “1968” dice que en ese año daba la sensación que todo el mundo aspiraba a ser poeta.
Si nos vamos a Venezuela, los hitos históricos son totalmente diferentes. Nuestra historia se ha escrito y reinterpretado con mas facilidad. Nuestra cortísima memoria no ayuda al aprendizaje. Nuestros hitos están vinculados con el descubrimiento o encuentro de dos mundos, con la fundación de nuestras primeras ciudades, universidades, hospitales y leyes emblemáticas.
Si nos vamos a Venezuela, los hitos históricos son totalmente diferentes. Nuestra historia se ha escrito y reinterpretado con mas facilidad. Nuestra cortísima memoria no ayuda al aprendizaje. Nuestros hitos están vinculados con el descubrimiento o encuentro de dos mundos, con la fundación de nuestras primeras ciudades, universidades, hospitales y leyes emblemáticas.
Con la proclamación y firma de la independencia, con la nacionalización del petróleo. Algunos pocos agregarán toda la cronología que comienza en 1989 con el Caracazo y que ha devenido en este trágico desencuentro. Yo humildemente diré que nuestro próximo hito comenzará cuando entendamos definitivamente que no vamos por buen camino y comencemos a rectificar y reconstruir. Por cierto, este año, con la ayuda de la providencia cumpliré 50 años.
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