Y fue allí se reveló el negro
como venganza por su amor
y aun se escucha en la verja
¡No le pegue a mi negra!
Joe Arroyo
Lo he escrito otras veces y para este caso debemos repetirlo: si una película de terror consigue alterarnos las pulsaciones aunque sea por algunos segundos, entonces invertimos bien el dinero.
Mire a su alrededor, sobre todo en estos días de incertidumbre, y constatará que el verdadero horror sucede a la vuelta de la esquina. Hoy, la Policía Nacional Bolivariana o la Guardia Nacional Bolivariana nos producen más miedo que Freddy Krueger y Jason Voorhees en una fiesta de 15 años.
El problema para el terror como género cinematográfico no estriba solo en la insensibilidad social ante la repetición de un estímulo – la violencia- sino en el inmenso consumo de gore e hiperrealismo disponible en la red. Tras el éxito del torture porn (Hostel, Saw, The Collector, Martyrs, I Saw The Devil, Odishon…), cada año aparece una nueva obra que promete removernos el estómago, como ya lo hiciera A Serbian Filme en 2010. La de 2017, por cierto, se llama Raw.
Entonces, ¿cómo sorprender al público? Algunos directores como Oren Peli (Paranormal Activity), James Wan (The Conjuring), Babak Andari (Under The Shadows), Clawson Michigan (It Follows), Jennifer Kent (Babadook), Severin Fiala y Veronika Franz (Goodnight Mommy) y Fede Alvarez (Don’t Breathe) apuntan a mostrar poco e insinuar mucho, en un intento por comprometer al espectador en la trama. Es clave en esta línea el giro argumental. Nada nuevo, por su puesto, si revisamos el catálogo disponible en el cine asiático y en especial en el J-Horror (Japanese Horror).
¿A qué viene esta larga y aburrida introducción? Al estreno de Get Out (Huye) en Venezuela. El debut detrás de las cámaras de Jordan Peele llega al país precedido por una estruendosa publicidad, que define a la película como un nuevo clásico de culto. ¿Lo es? De ninguna manera, pero no importa. Esta cinta hay que verla porque es realmente divertida.
Get out toma grandes y pequeños ingredientes de otros filmes, reconocibles para el fanático del terror, y los mezcla tan bien que el resultado puede satisfacer por igual a neófitos y expertos. La historia, en principio, parece una revisión de dos importantes obras de los 70s: The Wicker Man y The Stepford Wives. Los remakes de ambas no aguantaron el paso del tiempo y fracasaron, a pesar de que en los respectivos elencos habían pesos pesados como Nicholas Cage y Nicole Kidman.
El Estímulo
Cultura