Opinión

¿Por qué le va bien al Caracas FC?

"¡Rostyn González, hijo de puta!", gritan solo en el entretiempo los miembros de lo que queda de la barra Demonios Rojos del Caracas en la grada sur del viejo estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela. Ahora, el equipo avileño y su administración deberá demostrar que las cosas siguen yendo bien

caracas fc
Archivo El Estímulo
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La misma barra que dio la espalda al Caracas Fútbol Club que terminó siendo campeón en 2019 (solo lo acompañó en las finales del Clausura contra Táchira y la absoluta contra Estudiantes de Mérida) hoy dejó las quejas pero dedica un ratito a seguir insultando al presidente de la Organización Deportiva Cocodrilos, solo como para recordarle que los ignoró todo el año pasado en los reclamos que terminaron siendo estériles y sin sentido.

Hace una semana escribíamos acerca de la importancia que los equipos de Venezuela se apretaran el cinturón y se adecuaran a las nuevas realidades del campeonato y Caracas FC hace rato entendió en sus oficinas de qué va esto.

Desde que el magnate Guillermo Valentiner falleciera, su herencia ha hecho un esfuerzo tremendo en mantener vivo el único equipo autosustentable de Venezuela y lo ha podido lograr con muchas dificultades, pero sin perder el norte de hacer del rojo el equipo más rentable del país.

Seguramente Philip Valentiner soltará una carcajada si lee que escribo que Caracas es «rentable» porque él ha sido el que le ha metido a las balas desde que su padre ya no estuviera al frente del cuadro capitalino. Una sequía de títulos durante casi diez años (solo una Copa Venezuela) era un golpe extremo para la institución más ganadora del país, pero gracias a la vuelta del técnico que los hizo grandes y un pool gerencial altamente capacitado, el cambio llegó antes de lo esperado.

Salarios por debajo de la competencia

El fútbol de hoy es otro. Atrás quedó aquel Caracas de media selección de Venezuela, el equipo que pagaba los mejores salarios del país. Hoy hay modestia pero mucha seriedad y buen hacer. Hoy Caracas cancela los emolumentos de su plantilla muy por debajo de lo que estilan los equipos llamados grandes del país. ¿Cómo hace para conservar tan buen plantel y ser competitivo en este escenario?

El futbolista inteligente sabe que en Caracas cobrará la mitad de lo que le ofrecen en otro lado, pero lo hará sin falta, al día. No tendrá que lidiar con estados de ánimo o depender de los resultados para saber si a fin de mes tendrá la plata que le corresponde por contrato en su cuenta.

El futbolista del Caracas participa de su organización y se siente parte porque es consciente de que si al club le va bien, a él también. Se involucran en el crecimiento (buena parte de ello lo ha promovido Noel Sanvicente, quien no solo dirige desde el banquillo sino selecciona a los jugadores que se adapten a su esquema de juego y la filosofía de su equipo) del equipo y está al tanto de lo que vale su aporte en cancha y fuera de ella para que Caracas logre éxitos.

La apuesta

En la organización saben cuál es la apuesta. El Caracas FC vendedor no puede dejar de hacerlo porque vive de eso. Baroja y Quijada, el mejor futbolista y el mejor arquero de la campaña pasada, inevitablemente tuvieron que dejar el club porque recibieron ofertas importantes (el primero al club más popular de Perú y el otro al flamante campeón ecuatoriano) y sin embargo el plantel no luce debilitado en este 2020 que arrancó con tres victorias incontestables y contundentes para el campeón.

Conservaron a las joyas de su cantera (Leo Flores y Anderson Contreras) pero están claros en la casa roja que ambos son las próximas ventas y qué mejor que una vitrina como la Copa Libertadores para exponer lo mejor de la nueva hornada surgida de las bases que habían sido abandonadas durante la ausencia de Chita en la institución. Sabiendo de la importancia de mantener el equilibrio entre lo que se vende y el frente continental que tienen por delante, llegaron futbolistas de la talla del Caracas para reforzarle. «Kaki» Rivero, Beycker Velásquez, Javier Maldonado y el «Pampa» Blanco son buenos futbolistas que se ajustan al perfil que se necesita.

Y el mercadeo, anda bien. El equipo sostiene a las empresas privadas que han estado con ellos en tantos años a pesar de que hoy sea tan difícil vender publicidad. Una serie de acuerdos de intercambio han hecho de Caracas un equipo visible nuevamente y las marcas lo muestran. Se gerencia en la modestia pero se cubre lo que se necesita, la forma más inteligente de sobrevivir en crisis.

Así anda Caracas FC. Líder con puntaje perfecto en tres fechas, mostrando un fútbol más vertical y vertiginoso que el que lo hizo campeón y creciendo más y más. Lo espera una dura pero ilusionante Copa Libertadores y en el rojo se frota las manos ante la demanda de boletos para verlos contra el todopoderoso Boca Juniors. Para quien conoce a Noel y sus jugadores, sabemos que ellos están esperando ese momento para mostrar al mundo qué tiene éste Caracas que lo hace ser el paradigma de gestión deportiva en Venezuela.

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