Opinión

Desinformación en Venezuela (IX): El ocaso de la telefonía móvil

El 60 % de los venezolanos no tiene una línea móvil activa. Nos alejamos de nuestros países vecinos, ya que Colombia ronda el 130 % de penetración y en realidad nos acercamos a los niveles africanos. En el África Subsahariana la penetración de la telefonía móvil es de 38 %

Archivo
Publicidad

Estamos en país en el cual escasean las cifras oficiales. La política de opacidad reina en la mayoría de dependencias oficiales, pese a que muy claramente la Constitución obliga a los funcionarios públicos a rendir cuentas sobre las áreas. Cuando un ente del Estado proporciona información casi que uno debería celebrarlo. Así de mal estamos.

Partiendo de este contexto país saludamos la emisión de las cifras oficiales de 2019 vinculadas al sector telecom por parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Este sector, dentro del cual encontramos la telefonía móvil, aspecto en el que nos detendremos en este texto, es central para comprender en el mundo actual la circulación de información o la prevalencia de la desinformación.

En líneas generales el mundo viene y seguirá avanzando, según las diferentes estadísticas, a unas dinámicas en las cuales hay más líneas de telefonía móvil que personas. En Venezuela, en otra época, también fue así. Esto está relacionado con prácticas sociales, personas que optan por tener dos aparatos, en otros casos se trata de necesidades laborales. Lo cierto del caso, es que la expansión telefónica no parece tener límites, al menos hasta ahora.

Pongo el caso de Colombia, nuestro país vecino. La penetración de los celulares ronda el 130 por ciento. Es decir, por cada 100 personas hay 130 líneas de telefonía móvil. El sector, desde su popularización en 2006, viene creciendo entre 5 y 8 por ciento anual, siendo esta suba indiferente a crisis económicas puntuales o a momentos álgidos en lo político.

Cada año se venden más celulares y se activan más líneas, el cielo parece ser el límite, salvo en naciones como Venezuela en donde una crisis sostenida en el tiempo (más de tres años en hiperinflación) y generalizada (todo está en crisis), coloca al sector telecom en franco retroceso.

Cada vez más las personas se informan usando como instrumento el teléfono móvil. Atrás quedó el tiempo de sentarse ante una computadora de escritorio o incluso una laptop. En América Latina, tres de cada cuatro personas tienen en el celular su ventana a las noticias. En algunas naciones de Europa las cifras están ya en torno al 90 %.

¿Qué pasa en Venezuela?

Sabiendo de esta tendencia y viendo lo que ocurre en Colombia, país culturalmente semejante a Venezuela, veamos con detenimiento las cifras de Conatel de 2019 y su impacto en las dinámicas de desinformación.

De forma histórica, el pico de penetración de telefonía móvil en el país fue 2014 cuando la tasa llegó a casi 107 %: 107 líneas por cada 100 habitantes de Venezuela.

La mirada en retrospectiva coloca a ese 2014 como el último año de mediana tranquilidad económica, ya que a partir de 2015 se hace notable la crisis y el gobierno empieza con el discurso de la guerra económica.

En 2019 cerró, según las cifras oficiales, con una penetración de la telefonía móvil de 59,2 %: 59 líneas por cada 100 habitantes. Una merma cercana al 50 por ciento en apenas 5 años. Debe decirse que de este quinquenio tres años han sido en hiperinflación prolongada y devastadora.

La cifra debe leerse con mayor preocupación cuando se observa lo que acota Conatel; el nivel de penetración de líneas realmente activas. Cuando se aplica este factor, la tasa desciende de forma marcada y nos encontramos con este dato: sólo 41,6 %.

Estamos como en África

Nos alejamos de nuestros países vecinos, ya que Colombia ronda el 130 % de penetración y en realidad nos acercamos a los niveles africanos. En el África Subsahariana la penetración de la telefonía móvil es de 38 %.

El 60 % de los venezolanos no tiene una línea móvil activa. En diversos grupos focales que hemos hecho en zonas populares urbanas y rurales la gente manifiesta interés en contar con teléfonos celulares, pero en el contexto venezolano éstos se han vuelto impagables para las mayorías. Si se daña o se lo roban no hay forma expedita de reponer el aparato.

De esa forma va creciendo una suerte de brecha informativa. Venezuela, además, es un archipiélago informativo por el impacto limitado que tienen hoy los nuevos medios digitales y la pauperización que viven los otrora emblemáticos medios de comunicación tradicionales del país.

La brecha informativa entre quienes sí tienen líneas activas y quienes no, y más aún entre quienes tienen aparatos inteligentes con acceso a planes de Internet en el celular y quienes escasamente reciben llamadas y mensajes de texto.

Para la gran mayoría es una tarea poder informarse. Tampoco cuentan con recursos disponibles para contrastar la narrativa oficial o menos aún para contrarrestar las Fake News que circulan entre los conectados y que llegan de retruque a quienes están en la periferia social, geográfica y comunicacional.

Publicidad
Publicidad