¿Supervisor tóxico? Consejos para manejar la relación
Un líder ofensivo y que se involucre poco, puede tener consecuencias negativas significativas en la salud mental y el bienestar general de los trabajadores, ya que esta dinámica laboral que podemos considerar como tóxica, puede afectar tanto el rendimiento profesional como la calidad de vida fuera del trabajo. ¿Qué se puede hacer?
El ambiente laboral juega un papel fundamental en la vida de un empleado. De allí que todos los elementos claves para la construcción de compañías emocionalmente sustentables sean de importancia vital.
De acuerdo con mis investigaciones, uno de los atributos más valorados por colaboradores representa el hecho de tener comunicación constante con su supervisor y el reconocimiento oportuno de este por el esfuerzo y trabajo realizado.
Esto particularmente es altamente valorado por todos, sin importar el nivel jerárquico involucrado.
De allí la importancia de un supervisor en la gestión del trabajo; no solo en la dirección del proyecto si no en todo lo relacionado con el estado de ánimo de cada uno de los componentes de un equipo en particular.
Un líder ofensivo y que se involucre poco, puede tener consecuencias negativas significativas en la salud mental y el bienestar general de los trabajadores, ya que esta dinámica laboral que podemos considerar como tóxica, puede afectar tanto el rendimiento profesional como la calidad de vida fuera del trabajo. En este artículo pretendo analizar las principales consecuencias que este tipo de comportamiento del liderazgo de una organización puede tener en la salud mental y laboral del empleado.
Así tenemos que, en lo concerniente a la salud mental del empleado, el estrés y ansiedad, autoestima y el agotamiento son elementos que se desprenden como respuesta a la presión que genera un liderazgo tóxico y que juntos socavan los ánimos y compromiso de empleados competentes.
Por otro lado, están los efectos en el desempeño laboral. Está claro que tropezarse con un supervisor tóxico tiene resultados negativos en la productividad y compromiso del empleado y, además, promueve el ausentismo. ¿Cuántas veces nos levantamos sin ánimo, al proyectar que la jornada de trabajo estará llena de inconvenientes? Seguramente muchas veces. ¿Qué hacer entonces?
Medidas contra un supervisor tóxico
Cuando un empleado se encuentra en una situación difícil con un supervisor tóxico, es esencial que tome medidas para proteger su bienestar y salud mental. Aquí hay algunas acciones que el empleado afectado puede considerar:
Mantener la calma y la objetividad. Es comprensible que enfrentar a un supervisor tóxico pueda ser frustrante y emocionalmente agotador. Sin embargo, es crucial mantener la calma y tratar de evaluar objetivamente la situación para entender mejor el problema y enfocarse en la solución. Después habrá tiempo suficiente para iniciar otras acciones que coadyuven en su bienestar y manejo del clima laboral en general.
Buscar apoyo. Compartir la situación con compañeros de trabajo de confianza o amigos fuera del trabajo puede brindar apoyo emocional y perspectivas diferentes. Si otros colegas también experimentan problemas similares con el mismo supervisor, podrían unirse para resolver el problema de manera más efectiva.
Hablar directamente con el supervisor. En algunos casos, el empleado puede sentirse cómodo hablando directamente con el supervisor y expresar cómo se siente respecto a su comportamiento. Es posible que el supervisor no sea consciente del impacto negativo que tiene en sus empleados. La conciliación siempre es un buen aliado cuando esta es sincera y comprendida por ambos.
Buscar mediación o asesoramiento. Si hablar con el supervisor no da resultados o no se siente seguro para hacerlo, buscar la mediación de un tercero neutral o asesoramiento en recursos humanos, puede ser una opción viable para resolver el conflicto de manera más constructiva.
Si todo lo anterior no te funciona y si aún después de la conciliación persisten los problemas, debes preguntarte si estás laborando en el sitio correcto.
Con esto no quiero decir que a la primera de cambio pegues un golpe en la mesa y salgas corriendo, pero sí que te cuestiones firmemente acerca de las consecuencias que ciertas situaciones de toxicidad en el trabajo afecten tu salud mental.
En última instancia, la salud y bienestar son primordiales. Si la empresa no toma medidas para abordar el comportamiento tóxico de gerentes y supervisores, puede ser necesario tomar decisiones difíciles, para proteger la salud y el futuro profesional del trabajador.
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