Después del 28J: ¿y la Vinotinto tendrá algo qué decir?

¿Los jugadores de la Vinotinto dirán algo de Venezuela en los partidos de la eliminatoria? Después del 28 de julio, la pregunta comenzó en medio de murmullos. Y es lógica la interrogante ya que varios futbolistas se manifestaron en las redes sociales por las protestas que sucedieron al anuncio del Consejo Nacional Electoral dando como vencedor a Nicolás Maduro.

Salomón Rondón, el «Brujo» Martínez, Eduard Bello, Jeferson Savarino y Alexander González subieron historias o publicaron mensajes en referencia al delicado momento postelectoral que se vivía, siempre abogando por la paz. Es cierto que no opinaron a favor o en contra de la oposición o del gobierno. Sin embargo, la detención de Carlos Chancellor, político de trayectoria con la Causa R y padre del vinotinto Jhon Chancellor, trascendió la discusión interna.

Antes de que se publicara la convocatoria, se especulaba que algunos nombres no estarían para los partidos de la doble fecha premundialista, ante Bolivia y Uruguay, no tanto porque la Federación Venezolana de Fútbol los vetara sino como medida de protesta y solidaridad con Chancellor. Al final, en la lista de 41 jugadores se mantuvo la base que tiene al equipo en puestos de clasificación directa, incluyendo al propio defensa.

La concentración en Argentina, antes de volar a Bolivia, fue una medida de Fernando Batista que ayudó a quitarle vapor a la olla. Lejos de la realidad venezolana, el técnico, de gran ascendencia entre los jugadores, mantiene el discurso de concentrarse netamente en lo deportivo. Una fuente de la FVF dijo a El Estímulo, sin embargo, que sí existieron llamadas para disuadir a los jugadores que deseaban manifestarse en redes sociales después del 28 de julio.

Pero, ¿por qué debería preocupar la posición política de un futbolista? La estrecha amistad de Jorge Giménez, presidente de la FVF, con los hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy, obliga a que la discusión sobre lo que sucede incluya a quienes visten los colores de la selección nacional. «Tener un gran poder conlleva una gran responsabilidad», esta frase se repite hasta el hartazgo en las películas de superhéroes, pues bien, lo mismo sucede con los atletas que representan a Venezuela.

Más allá de que esté o no un familiar detenido, el solo hecho de que más de un centenar de menores de edad estén retenidos, sin derecho a una defensa legítima, es una buena razón para manifestarse. No se trata sobre qué posición política tienen, sino de un mínimo gesto de apoyo para las familias que hoy sufren por tal arbitrariedad. Muchos de esos niños y jóvenes soñaron con vestir algún día la camiseta nacional.

El silencio, es cierto, también es una opción. Fue lo que ocurrió con los asistentes a los Juegos Olímpicos. Que pudieran votar en el exterior como si fuera un evento VIP, cuando millones de venezolanos fueron excluidos de este derecho, fue una imagen muy dolorosa. Queda por ver si es el mismo camino que los jugadores de la Vinontinto recorrerán. Pero algo sí es cierto, así como en el país la llamada «normalidad» se sostiene bajo la fuerza de un palillo de dientes, la inconformidad por lo que está pasando en Venezuela no se puede esconder detrás de un uniforme.