Política

Lo que viene tras la Primaria: otro liderazgo opositor y fractura en el chavismo

Un nuevo escenario político se abre en el país con relevos en el liderazgo opositor y cambios en las variables internas del chavismo que se debaten entre mantener el poder por la fuerza o permitir una transición negociada. Ceder en una negociación, permitir elecciones libres y aceptar la candidatura de María Corina sería una derrota segura para el gobierno. Nuevos estudios del equipo de Polítika UCAB apuntan lo que viene para el país.

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Primaria, Elecciones primarias

La decisión de Voluntad Popular (VP) de respaldar la candidatura de María Corina Machado profundiza los cambios en el liderazgo opositor que ya venía ocurriendo desde la caída de Juan Guaidó como «presidente interino» y líder del sector opositor mayoritario, entonces denominado G4.

Para analistas y observadores del proceso venezolano se comienza a abrir un nuevo ciclo político en el que los cambios no solo han modificado el liderazgo opositor sino que también se están produciendo cambios dentro del chavismo, aunque todavía los síntomas se mantienen en la sombra.

Con esa decisión, que resulta clave en este proceso de elecciones primarias, se impone de manera contundente el sector más radical de la oposición, con propuestas liberales, para generar los cambios en el país con los que se busca una transición hacia un modelo democrático y en este caso bajo un programa liberal que plantea una sustancial reducción del tamaño del Estado, una promoción fundamental a las inversiones nacionales y extranjeras, con un proceso de privatizaciones en las que se incluyen sectores importantes de la quebrada industria petrolera.

Esta renuncia del candidato de Voluntad Popular (VP), Freddy Superlano y el apoyo a María Corina Machado del partido Vente Venezuela, muestra cómo los cambios se han profundizado a partir de la convocatoria a la Primaria.

La renuncia de otro de los candidatos, como fue la de Henrique Capriles de Primero Justicia (PJ) y Roberto Enríquez, de Copei, marcan esa tendencia, en la pérdida de influencia de los partidos tradicionales del llamado G4 y en especial de quienes han sostenido las posturas más moderadas como los casos de Primero Justicia (PJ) y Capriles y el partido Un Nuevo Tiempo (UNT), liderado por el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, quien prefirió no medirse en estas primarias y terminó apoyando a Capriles.

Ahora ambas organizaciones dejan abierta la decisión de apoyar libremente a sus militantes al candidato de su preferencia sin respaldar abiertamente a otra de las opciones.

Lo cierto es que el discurso liberal de María Corina Machado, inesperadamente caló en la población, cansada de la crisis económica y social que ha causado elchavismo-madurismo y en la cual, la última encuesta de la empresa Delphos, de octubre de 2023, ratifica que 85% de la población pide un cambio.

¿Qué tan necesario cree usted un cambio político?

Fuente Encuesta Delphos

Según observa el equipo de investigación del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEPyG-UCAB), coordinado por Benigno Alarcón, en el país hay un reordenamiento de la oposición y se está consolidando un nuevo liderazgo.

Cuando aún faltaban varios días para las primarias de este 22 de octubre, todos los sondeos de opinión confiables le han dado a María Corina Machado una amplia ventaja sobre sus competidores como principal líder de la oposición con 88% de apoyo. Su seguidor más cercano, Capriles, apenas registró 9,2% (Delphos, octubre 2023).

El liderazgo de Machado también ocupa el primer lugar como líder nacional y supera por 40 puntos (Encuestadora Meganalisis) a Nicolás Maduro, quien aspira a ser reelecto nuevamente en las elecciones de 2024. Pero su base electoral apenas llega a 12% de intención de voto y esa es una realidad que conocen bien los asesores del chavismo-madurismo.

Intención de voto a primarias de la oposición con probabilidades de votar alta, media y moderada

Fuente: Encuesta Delphos

Tres grupos opositores

Los estudios del equipo de Polítika UCAB identifican a tres grupos de opositores. El primero, considerado el más radical, se identifica con una ruptura con el gobierno, en la que puede haber negociaciones en medio del conflicto. Es decir, “ruptura con reformas”. En esa postura ubican a María Corina Machado y Andrés Velázquez.

A ese grupo habría que agregar a Voluntad Popular, quien lideró el gobierno interino y las posturas más radicales desde 2017 con la consigna de “La Salida” en la cual también participó María Corina Machado. Posteriormente, las diferencias con PJ, UNT y Acción Democrática (AD), los llevaron a retirarse de la alianza. Ambos sectores, moderados y radicales regresaron a la vía electoral y ahora VP se alinea con Vente Venezuela.

El segundo grupo opositor identificado por Polítika UCAB es el moderado, que apuesta a una reforma para el país, en un proceso de transición facilitado o en acuerdos con factores del gobierno o desde el gobierno.

Los moderados parten de la idea de que si no hay acuerdo no puede haber transición en Venezuela. Como ejemplo destacan los casos de España y Chile en los cuales el proceso de transición se negoció y se trabajó de la mano con los gobiernos autocráticos de esos países.

Benigno Alarcón Deza, director del CEPyG-UCAB aclara que “no todas las transiciones han funcionado de esa manera”.

El tercer grupo de opositores los identifica Polítika UCAB como los “cooptados”, cuya tesis es la cohabitación. Tienen una relación de dependencia con el gobierno, mantienen una relación de beneficios financieros y políticos y algunos tienen representación en el la Asamblea Nacional que es controlada por el chavismo.

Los cooptados, según análisis de Polítika UCAB, aceptan que en Venezuela no se va a dar una transición y la única manera de mantener cargos en los organismos como el la Asamblea Nacional, alcaldías y gobernaciones, es llevándose bien con el gobierno, aceptando lo que el gobierno impone. Y eso es una herramienta importante para el gobierno. A juicio de Alarcón, esos sectores no deben considerarse opositores.

En este sector algunos podrían agregar al partido Fuerza Vecinal que, el pasado 12 de octubre, solicitó la suspensión y el replanteamiento de las elecciones primarias de oposición, bajo el argumento de que “las condiciones no están dadas”.

Esta postura la han intentado otros factores del grupo de “cooptados”. Sin embargo, los alcaldes de Fuerza Vecinal, Elías Sayegh y Josy Fernández, de El Hatillo y Los Salias; expresaron públicamente su apoyo a la consulta. Por su parte, los alcaldes tachirenses de esta tolda política: Yonathan Rangel, Panamericano; Rigo Ovallos, Antolín del Campo y Salvador Pérez, San Judas Tadeo, manifestaron su respaldo a María Corina Machado.

La Primaria

Durante la presentación de “Prospectivas Venezuela 2023” la semana pasada el director del CEPyG-UCAB señaló que las elecciones primarias, o simplemente la Primaria, aún si fueran interrumpidas, ya cumplieron su objetivo.

“Las primarias, antes de ocurrir legitimaron un nuevo liderazgo. Ahora lo que viene es un proceso de que eso se materialice, pero la dinámica de recorrer el país y de hacer mítines de organizarse de montar una estructura para ganarlas les dio un discurso, un plan de gobierno. Eso fue decantando el liderazgo opositor y ya, de alguna manera, promueve una dirección determinada”.

Benigno Alarcón

En el nuevo escenario que se presentará después del 22 de octubre habrá que esperar los acuerdos del nuevo liderazgo con el sector moderado (PJ, UNT, AD con Carlos Prosperi, Copei y otros) y qué rol podrían jugar nuevos líderes como Andrés Caleca o Delsa Solórzano, quienes eventualmente puede integrar equipos para el proceso de 2024 y una transición.

Por su parte los “cooptados” que, desde luego no participaron en las primarias y se opusieron a ellas, posiblemente presentarán sus nombres para 2024 en acuerdo con el gobierno. Ya hay algunos nombres promoviendo sus candidaturas, pero esa estrategia puede cambiar.

En definitiva, señala el estudio, hay un debilitamiento de los liderazgos tradicionales que se reflejan en la encuesta de Delphos. Hay una tendencia a respaldar y reconocer un nuevo liderazgo dentro o fuera de los partidos políticos y un rechazo a las oposiciones coaptadas que “no, han tenido ninguna figuración” señala el estudio.

Primaria frente a una autocracia

Para que se pueda producir un cambio en Venezuela es importante identificar cuál es el modelo político que predomina en el país y hacia dónde se pueden mover los factores que lo integran. El estudio de PolítiKa UCAB identifica algunos rasgos del modelo madurista que impera desde 2013 tras la muerte de Hugo Chávez.

Señala el estudio que la “autocratización” es lo que se ha venido imponiendo en Venezuela, principalmente desde 2013 y con mayor fuerza a partir de 2015. Esto se refiere a mayor concentración de poder en una élite muy reducida y un avance en el poder del régimen en el control político. No hay por el momento dependencia por la legitimidad electoral, lo que genera una gran incertidumbre sobre las reglas.

De allí que la “militarización del país ha sido fundamental para la estabilidad y la gobernabilidad del modelo que dependen más de la FANB que del mismo gobierno y su base social”, señala ese estudio.

Eso explica la necesidad de represión en donde las fuerzas militares entran con mucha fuerza en el juego. Se señala en el estudio que hay concentración del poder político en la élite militar, que ha pasado a ser un actor importante en las partes que sostienen al gobierno, y hay un desplazamiento de la élite del poder político por el militar. Esto ha sucedido porque ha habido una exacerbación importante de las protestas. Por ejemplo en 2014 y 2017 cuando fueron aumentados los recursos de las Fuerzas Armadas para el control de manifestaciones y aumentó su poder dentro del gobierno.

Círculo madurista

El círculo madurista controla el partido oficialista (PSUV) y el gobierno. En ese camino se han ido desplazando a otros líderes del oficialismo que en este momento juegan banco, tienen una posición no relevante, o han sido enviados al exterior, frente a quienes toman las decisiones. Nicolás Maduro y su círculo más íntimo, en el que se encuentran los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, son las personas que tienen el verdadero control del partido en este momento.

El costo de dejar elpoder

A pesar de acciones radicales como fue sacar del poder a Tarek El Aissami, en el chavismo saben que el costo de dejar el gobierno sigue siendo muy alto y eso favorece la cohesión de quienes siguen dentro del chavismo-madurismo.

En el estudio se identifica el concepto “costo de la tolerancia” como el “precio” que deben pagar quienes integran una autocracia cuando salen del poder. Si el costo de perder el poder es muy alto, la tendencia para que se produzca una transición es baja, dado que las consecuencias para que quienes están al mando es demasiado alto. Al salir del poder se derivan procesos contra quienes han incurrido en actos de corrupción, violaciones a los derechos humanos y pérdida de privilegios.

Para el chavismo hasta ahora el “costo de tolerancia” es muy alto. Figuras importantes del poder están siendo señalados e investigados en la Corte Penal Internacional. A funcionarios del Tribunal Supremo de Justicia y a la Fiscalía se les ha señalado en la Corte Penal Internacional de encubrir esas violaciones y altos jefes del sector militar están implicados directamente en violaciones a los Derechos Humanos.

De manera que a pesar de que en estos momentos existen negociaciones directas entre Estados Unidos y el gobierno de Maduro, y se habla de posibles acuerdos, hasta el momento ese costo de tolerancia sigue siendo muy alto. A ello hay que agregar que un triunfo de María Corina Machado en las primarias, profundizaría ese costo. De allí que la inhabilitación de la candidata, es un punto clave en este momento para el madurismo.

Estos factores llevan la situación actual del país a otro escenario que sería el costo para el gobierno de Maduro y el chavismo de mantener el poder por la fuerza.

Ceder en una negociación, permitir unas elecciones libres y aceptar la candidatura de María Corina sería una derrota segura para el chavismo que lleva 24 años en el poder.

Desde que Nicolás Maduro asumió el poder del gobierno chavista la pérdida de su base de apoyo fue creciendo hasta reducirla a 12% en la actualidad. De allí que el soporte fundamental de su gobierno se ha basado en la fuerza.

Polítika UCAB identifica esa variable como “el costo de la represión” que considera que hasta el momento ha sido bajo y ello ha garantizado el mantenimiento de Maduro al frente del gobierno. Pero, en la medida en que el costo de mantener el poder por la fuerza aumenta, hay más posibilidades de forzar una transición.

Ese costo de la represión afecta directamente al sector militar que es el brazo armado fundamental que sostiene al gobierno. Es el sector militar quien lleva la carga del sistema represivo y de inteligencia.

“La gente siente que la FANB es parte del gobierno y el prestigio de la FANB ha caído mucho y se ha puesto a los mismos niveles de rechazo que tiene el gobierno. Se le ve como un actor gubernamental y no como una institución separada”, señaló Alarcón en su estudio sobre transiciones.

¿Hay cambios en las variables?

En la actualidad varios factores han ido cambiando esas dos variables y abriendo un camino que hace más factible un proceso de transición.

Los factores económicos están pesando mucho en el círculo de poder y ya no tienen los altos recursos con los que contaron hasta 2017. La deuda externa venezolana (impaga) ha alcanzado a 160.000 millones de dólares con un Producto Interno Bruto nacional (PIB) que difícilmente llegan a 90 mil millones y un presupuesto que es apenas 10% de esos ingresos.

Internamente los efectos han sido devastadores para su apoyo social y hoy el chavismo se ha reducido y solo 20,7% se identifica políticamente como chavista. Pero lo más grave es que 11,2% del chavismo manifiesta su descontento con Nicolás Maduro y se une a quienes aceptan que es necesario un cambio. Frente a ello, 43,3% se identifica como opositores, según la encuesta Delphos de octubre de 2023.

Autodefinición política (Delphos – octubre de 2023)

Encuesta Delphos

En cuanto a la Fuerza Armada Nacional, Polítika UCAB percibe que se ha generado un aumento en el costo de la represión y aunque puede haber mayor cohesión en el Alto Mando Militar, se sienten amenazados.

De allí que hay una menor cohesión entre los altos mandos frente a los cuadros medios y bajos, que en definitiva son quienes deben ejecutar las órdenes represivas y al mismo tiempo son los menos beneficiarios de los privilegios del poder. “Son quienes terminan pagando los platos rotos” señala Alarcón.

En dónde estamos

Se está cerrando un ciclo tanto para el chavismo como para la oposición. A juicio del estudio de Polítika UCAB, se extingue el chavismo, tal como se definió en sus orígenes y en los partidos opositores se está abriendo un nuevo liderazgo con nuevos actores.

Por su parte el gobierno, ante la pérdida de su piso político, solo puede sostenerse por la fuerza, lo que lo hace muy dependiente de los sectores militares, los grupos más dependientes del poder del Estado, pero al mismo tiempo debe negociar internacionalmente para recuperarse del aislamiento, acceder al crédito, cerrado no sólo por el capital de los organismos económicos de occidente sino de sus propios aliados como China y Rusia.

En su política interna, de cara a las elecciones de 2024, seguirá intentando mantener la división opositora, cerrar el paso a María Corina Machado y evitar que un consenso con una oposición unida encuentre una vía para ofrecer una transición para el país que surja de los eventos derivados de las próximas elecciones de 2024.

Esos factores pueden alterarse por el conflicto económico y político que se ha generado en el país y que se reflejan en los estudios de opinión de Polítika UCAB y Delphos que aseguran que 42% de la población está dispuesta a salir a protestar, de manera no violenta por ahora, si el gobierno no permite que el ganador de las primarias se inscriba para las elecciones de 2024.

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