Remozan Parque del Este por posible inauguración de puente a La Carlota

En el Parque del Este el monte llega hasta la cintura. O al menos llegaba. Desde el 23 de agosto los trabajadores del sitio se han dado a la tarea de desmalezar. El trabajo se nota. La vegetación permanece apilada en los bordes de las caminerías. Las labores se concentran cerca del Buque Leander y del Puente Independencia, el que en teoría debe unir al Generalísimo Francisco de Miranda con la Base Aérea La Carlota. Precisamente esa obra sería la razón del alborozo, entre los obreros del parque corre el rumor de que este sábado se inaugurará el elevado.
La historia del Parque Bolívar es de posposiciones: la promesa de que la Base Aérea Francisco de Miranda, en La Carlota, se convertiría en un área verde la hizo por primera vez el fallecido presidente Hugo Chávez en 2001. Su construcción no comenzó con alguno de los 516.000 metros cuadrados de áreas verdes, los 152.760 metros de caminerías o los 36.635 metros de cuerpos de agua, que en su oportunidad anunció el entonces ministro para la Transformación de Caracas, Francisco Sesto. El primer movimiento de tierra de envergadura que tuvo el Parque Bolívar ocurrió a principios de 2012, cuando comenzó la construcción de las bases de este puente, primero llamado “vínculo”, que conectaría los parques de La Carlota y del Este.

Quien lo llamó Puente Independencia fue Ernesto Villegas, sucesor de Sesto, ex Jefe de Gobierno de Distrito Capital y designado en diciembre de 2014 como la autoridad única para la construcción del Parque Bolívar. La obra fue prometida para 2013, luego se dijo que en 2015, y así se ha ido postergando. Hasta ahora.
“Están trabajando muy rápido, cortaron el monte, pintaron algunos banquitos y otros brocales, yendo en contra del diseño de Burle Marx. Los brocales no debían pintarse pon ninguna razón, porque lo que se buscaba era su integración con la naturaleza. El jueves 24 de agosto en la mañana vi a varios Guardias Nacionales en las cercanías del puente y a funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana todos vestidos de negro, con chalecos antibalas y pasamontañas, a la usanza de gorritos, en el cafetín del lago 9, el de los botes”, afirma Raquel Schaffernorth, del Comité de Usuarios para el Rescate y Defensa del Parque del Este.
La versión que tiene es que estas obras serían por la inauguración del puente. Subraya que en lo que va de 2017 no se había realizado ningún trabajo en la pasarela ni en sus alrededores.

En la zona había al menos quince obreros desmalezando, unos diez con rastrillos y media docena dando una mano de pintura a los quioscos. “Dicen que van a inaugurar el puente el sábado”, repetía otro de los trabajadores. No obstante, la pieza de infraestructura no conduce a ningún parque. Lo último que se ha fabricado en La Carlota –que continúa afectada como una zona militar– son siete pareces de concreto a la altura del Distribuidor Altamira de la Autopista Francisco Fajardo. Detrás de esos muros se resguardaban los funcionarios de seguridad del Estado cuando se enfrentaban contra la llamada Resistencia.

Marlene Sifontes, secretaria de organización del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos de Inparques, también ha escuchado que este fin de semana ocurriría la inauguración; pero aclara que en el sitio se lleva a cabo un plan integral de mantenimiento, impulsado por la nueva coordinación del Parque del Este.
“Todas las cuadrillas están desplegadas en esa área. El parque cuenta con 200 obreros. El monte estaba altísimo y por eso es que han tardado tanto. No le veo sentido a que inauguren ese puente, pero extraoficialmente es lo que se dice”.

Destaca que las nuevas autoridades del parque hace poco tiempo realizaron un trabajo de barrido, cumplen con los compromisos laborales y son más respetuosos del personal.
El Puente Independencia pasa por encima de la autopista Francisco Fajardo y tiene 140 metros de longitud. Para conectar con el suelo se desprenden dos rampas, fabricadas con tierra encofrada. Del lado de La Carlota cae en las cercanías de una torre de control, que se había dicho sería un café mirador.

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