Salud

En tres meses mueren 71 bebés recién nacidos en Hospital de San Cristóbal

Como un “holocausto de la salud pública”, definen los galenos el deceso de estos 71 neonatos durante el primer trimestre de 2016 en el Hospital Central de San Cristóbal, en donde las condiciones pediátricas han deteriorado en un 50% en relación al 2015.

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 Por Rosalinda Hernández, desde San Cristóbal

Hasta el 31 de marzo del 2016, 71 recién nacidos han fallecido en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, -UCIN- del Hospital Central de San Cristóbal, aseguró José Vicente Franco, infectólogo pediatra adjunto de este importante centro de salud de la región andina, miembro de la Comisión que investiga las muertes infantiles del Distrito Sanitario Nº 1 en Táchira y Presidente de la filial regional de la Sociedad Venezolana de Puericultura.

Aseguró el médico que la UCIN del primer centro asistencial del Táchira se encuentra en condiciones deplorables y los decesos superan las cifras a nivel nacional, con 39 niños muertos, solo durante el mes de enero de este año. De acuerdo a Franco, los fallecimientos infantiles durante el primer trimestre del 2016 presentan un incremento de un 25% en relación a la misma data que se manejó en los tres primeros meses del año 2015.

“Hemos llegado a cifras tan catastróficas como las registradas en enero de este año del 90% de muertes de recién nacidos. Esto significa que de cada 10 recién nacidos ingresados a la UCIN, 9 murieron”.

A través de una investigación realizada por el infectólogo pediatra, se logró hacer una proyección de mortalidad infantil en la Unidad. En dicho trabajo se señala que de no cambiarse las condiciones actuales en la UCIN, de cada tres neonatos que ingresen, dos van a fallecer.

Esta proyección ya se está cumpliendo, pues el Hospital Central de San Cristóbal tiene una tasa de mortalidad en recién nacidos entre 60% y 70%, cuando generalmente la mortalidad en unidades bien atendidas no sobrepasa el 30%, dijo el especialista.

El incremento de muertes neonatales desde el 2009, cuando morían unos 150 recién nacidos al año, ha venido en aumento.

En el año 2013, se registraron 250 fallecidos y de continuar como hasta ahora han transcurrido los primeros meses del 2016, al finalizar se tendrá unos 284 recién nacidos muertos, lo que superará entre 20% a 30% la estadística del 2015.

Sin equipos, ni mantenimiento

“Solo el 15% de las incubadoras (12 incubadoras) están en servicio, pero de ese 15% el 100% no todas están totalmente operativas y cumplen medianamente su función”, detalló el médico.

En relación a los ventiladores bronquiales, precisó que existen cuatro y solo dos trabajan de manera adecuada.

“La necesidad ha obligado a los médicos residentes a conectar a los recién nacidos a ventiladores que no sirven y esto de alguna manera genera un riesgo de muerte adicional al problema que los llevo al ingreso”, explica.

Afirmó que el HSC no cuenta con un presupuesto para el mantenimiento del costoso equipo que llegó a través del convenio Venezuela-Argentina y, desafortunadamente, hoy se ha convertido en chatarra.

“Ventiladores pulmonares e incubadoras que probablemente en la actualidad no se pueden adquirir por sus altos costos, terminaron en el cementerio (de chatarra) que existe al final del retén de recién nacidos”, dijo.

La crisis ha provocado que cada vez sea menor el número de incubadoras en servicio y esto a su vez contribuye al incremento de la mortalidad neonatal, no solo en la UCIN, sino en la Unidad de Cuidados Mínimos Neonatales, -UCMN-, y en la Unidad de Patología Neonatal, -UPN- donde se llegan los recién nacidos provenientes de otros centros de salud del estado, acotó el galeno.

Condiciones mínimas de una UCIN

Para el funcionamiento de una unidad de cuidados intensivos neonatales se debe contar con tres elementos importantes. En primer lugar deben existir las condiciones para lograr un ambiente hospitalario acorde a las necesidades, no es el caso de la UCIN del Hospital Central, dijo el especialista.

El ambiente hospitalario carece de un sistema de ventilación e iluminación adecuada, comentó Franco.

“Las toma de oxigeno donde se conectan los respiradores mecánicos no tienen mantenimiento y esto ha hecho que las presiones que deben ser constantes no se controlen, generando la muerte y estallidos pulmonares en niños que conectados a los ventiladores”.

Agregó que tampoco existe un área de aislamiento en donde los pacientes críticos y con bacterias puedan ser tratados adecuadamente.

En cuanto al recurso humano especializado, la UCIN debería contar con un equipo de neonatologos-intensivistas y solamente tiene dos para atender a unos 80 recién nacidos.

“Al menos se necesita un neonatólogo por turno, es decir que por día serían cuatro especialistas de ese tipo y solo contamos con uno para el área de recién nacidos, lo que ha generado que los niños sean atendidos por médicos generales, -estudiantes del postgrado en pediatría- y ellos carecen  de experiencia y no pueden realizar el debido monitoreo durante las horas en la que no está el especialista”.

Destacó el infectólogo pediatra que hay estudios que demuestran que la mayor parte de los decesos en la UCIN han ocurrido en horas de la tarde, en ausencia del neonatólogo.

“El personal médico que existe es rotatorio y en caso de que algún neonato presente un paro,  el médico de guardia debe subir desde el piso 1,  donde está la emergencia,  al piso 7 donde se encuentra la UCIN, porque no existe personal de guardia”, explicó.

El personal de enfermería capacitado se fue del hospital luego de haberse roto la promesa contratación. Se cuenta solo con enfermeras con un nivel básico de atención a neonatos, dijo el médico.

Sin medicamentos

El infectologo José Vicente Franco, aseguró que el problema con la escasez de medicamentos en Venezuela no solo afecta a grupos etarios mayores, sino también a los recién nacidos.

Advirtió que la situación con el suministro de medicamentos es grave, al punto de estar frente a un “holocausto de la salud pública”, – matanza de personas por razones políticas, religiosas o sociales- , a su juicio es exactamente lo que está pasando en Venezuela.

“Nos están matando porque pensamos diferente”, dijo el médico del Hospital de San Cristóbal.

Reveló que la distribución de medicamentos en el primer centro asistencial del Táchira  ha sido errática –intermitente- y esto hace que la salud se maneje como un juego de azar, es decir,  “se necesita tener suerte para llegar a la hora que exista el surfactante pulmonar para que el recién nacido no muera”.

“Lamentablemente en Venezuela no se está produciendo ni suero fisiológico. Sería bueno preguntar a la Ministra de Salud que ha pasado con la fábrica de vacunas que el Comandante Chávez, inauguró…ahorita debe estar llena de tela de araña”, destacó  Franco.

Caos en el área de pediatría

“En la sala pediátrica solo existen dos tomas de oxígeno para una capacidad de 22 camas. No hay antibióticos de amplio espectro, ni esteroides, tampoco soluciones, no hay guantes, alcohol, tapa bocas, al día solo se reparten seis frascos de soluciones, lo que obliga a los familiares de los pacientes  a salir a comprar en la calle el 70% de los insumos y medicinas que se requiere”, especificó Carmen Mora, Coordinadora del postgrado de Puericultura y Pediatría  del HCS.

Afirmó que los conductos para entubar a los niños resultan insuficientes para el número de recién nacidos hospitalizados. En ocasiones se coloca un tubo que no es el adecuado y el procedimiento puede resultar no tan exitoso como se espera.

Según la Coordinadora del Postgrado, existe dotación de insumos una vez a la semana pero no son los necesarios para ayudar a los niños que lo requieren.

Consideró como lo más grave de todo, la ausencia de anti convulsionantes que ni siquiera en las farmacias comerciales se consiguen.

“Los niños están en constante riesgo de muerte por la falta de medicamentos. “Ayer por la tarde habían solo cuatro bombonas de oxígeno  que cada una tienen una duración de 45 minutos. Esto es muy grave”.

En comparación al año 2015, la crisis en la unidad pediátrica se ha deteriorado en un 50% en relación a lo que va del 2016, resaltó.

De acuerdo a Mora la dirección del HCS está al tanto de la situación que se vive dentro del área pediátrica porque varias  han sido las comunicaciones remitidas a ese despacho con toda la información sobre el actual estado del recinto pero no se ha obtenido ninguna respuesta.

Las denuncias se han hecho

Karelia Abounassar, presidente del Consejo de Derecho del Niño, Niñas y Adolescentes del municipio San Cristóbal,- CPNNA- relató que el organismo que preside se informó de la situación que se presenta en la UCIN del hospital de Sán Cristóbal a raíz de una solicitud de ayuda que realizó el padre de una recién nacida.

“Durante los días del asueto de carnaval un ciudadano se dirigió a nuestras oficinas a solicitar ayuda porque su bebé, recién nacida se encontraba recluida en el HCS y  requería de cuidados especiales por haber nacido prematura. Lo ayudamos… realizamos enlaces y la niña logró ser trasladada a un centro médico privado en donde se le dio la atención requerida y se salvó”, relató Abounassar.

A raíz del hecho suscitado,  representantes del  CPNNA, pudieron constatar que eran varios los neonatos en estado de emergencia al extremo que durante el fin de semana de carnaval murieron seis de ellos.

Conocida la noticia, autoridades del  CPNNA, realizaron una inspección a la unidad neonatal del HCS y pudieron confirmar la situación.

“No hay insumos para tratar a los niños recién nacidos. Hay más de 25 incubadoras tiradas en medio de un pasillo conocido como el cementerio, respiradores dañados e incluso algunos de los que están funcionando presentan fallas”.

Informó la vocera del organismo municipal que hace aproximadamente 15 días se presentó la muerte de otro neonato, producto de las fallas que presentó el respirador, “esto provocó una explosión en uno de sus pulmones”.

Según la representante de CPNNA se ha hecho llegar a través de comunicaciones las denuncias a los distintos  órganos de Estado, como la Defensoría del Pueblo, se han propuesto hacer mesas de trabajo para buscar solución a la crisis pero “pasan los meses y no hemos obtenido  respuesta”.

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