Salud

3 mil millones de personas sin jabón ni agua para protegerse del coronavirus

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) considera que el problema obedece a la carencia de agua potable, a no poder comprar jabón o a la ignorancia sobre lo importante que resulta esta práctica

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Falta de agua
DANIEL HERNÁNDEZ |AFP

Mientras varios países luchan contra el coronavirus con confinamientos generales y un freno a los desplazamientos, la ONU advirtió de que unos 3.000 millones de personas no cuentan siquiera con las armas básicas para protegerse: jabón y agua potable.

La pandemia contagió hasta ahora a unas 200.000 personas en el mundo y mató a casi 9.000, propagándose sin dar tregua tras su emergencia en China en diciembre pasado.

Europa se convirtió en el epicentro de la batalla del virus, al cerrar fronteras y encerrar a millones de personas en sus casas. Pero a la vez, crece la preocupación por las naciones en desarrollo con sistemas de salud frágiles.

Países de África y Asia restringieron los desplazamientos, impusieron cuarentenas y cerraron escuelas.

Pero una de las prácticas individuales más fundamentales para protegerse de Covid-19, lavarse las manos, es inaccesible para buena parte de la población mundial.

Falta de insumos básicos

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) calcula que 40% de la población global, es decir, 3.000 millones de personas, carecen de medios para lavarse las manos en casa. Esto, debido a que no tienen un acceso fácil al agua potable, no pueden comprar jabón o, simplemente, no son conscientes de la importancia de esta práctica.

«Incluso entre el personal médico no siempre se comprende la importancia de lavarse las manos», afirma Sam Godfrey, responsable de Unicef sobre agua y medidas sanitarias en el este y el sur de África.

«Es casi como una enfermedad de ricos para África, que, por supuesto, acabará afectando sobre todo a los pobres», subraya Godfrey, recordando que los primeros contagios fueron importados de viajes internacionales.

Las poblaciones apiñadas en suburbios y los refugiados hacinados en campos en el Cuerno de África están especialmente expuestos, debido a que pueden estar malnutridos o tener problemas de salud, además de vivir en condiciones sanitarias insuficientes.

En el África subsahariana, 63% de la población de áreas urbanas – 258 millones de personas- no puede lavarse las manos, según datos de Unicef. En Asia Central y del Sur, este dato es de 22%, es decir, 153 millones de personas.

Pero en el suburbio de Mathare, en Nairobi, la capital de Kenia, sus habitantes minimizan los riesgos.

«¿Ha visto a alguien en el hospital que viniera de este suburbio? Esta es una enfermedad de ricos», dijo Ishmail Ayegah, un reparador de bicicletas.

«Muy preocupados»

«A medida que el virus avanza hacia los países de bajos ingresos, nos preocupa mucho el impacto que pueda tener entre las poblaciones con una prevalencia alta del VIH o entre los niños malnutridos», dijo esta semana el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

«Todavía no hemos visto lo que Covid-19 provocará en algunas regiones de Asia -Indonesia, India-, y África», dijo la directora del Instituto Peter Doherty de Infecciones e Inmunidad de Melbourne, subrayando las «diferencias increíbles» entre los sistemas sanitarios.

Mientras en Europa las autoridades tratan de obtener más aparatos respiratorios para los hospitales, en África se teme que falte el jabón.

Unicef está distribuyendo jabón para un millón de personas. Sin embargo, Godfrey dijo que su importación es todo un reto en algunos países, debido a las restricciones de productos procedentes de China e India.

El jabón sigue siendo la mejor manera de luchar contra los virus. Esto, debido a que esta «fantástica» sustancia los despega de la piel, dijo Evariste Kouassi-Komlan, director regional de Unicef sobre agua, medidas sanitarias e higiene.

En el caso del coronavirus, incluso puede despedazar el propio virus.

Las soluciones a base de alcohol también pueden utilizarse contra el coronavirus, aunque no funcionan contra todos los patógenos.

«No lo necesitamos»

Godfrey indicó, por su parte, que la experiencia y las lecciones sacadas de las epidemias de Ébola y cólera podrían ser útiles en las zonas africanas donde estas golpearon con fuerza.

En la República Democrática del Congo, por ejemplo, el Ébola provocó que la gente dejará de darse la mano y empezara a saludarse con los codos.

«El apretón de manos del Ébola se convirtió en el del coronavirus».

Los expertos también esperan que la pandemia lleve a los gobiernos africanos a reforzar el mensaje de que lavarse las manos y reforzar las medidas sanitarias salva vidas.

En Kenia, la etiqueta #SanitizersForSlums (desinfectantes para los suburbios) es ahora tendencia en Twitter.

Pero otros no están tan convencidos.

«Los desinfectantes, ¿para qué? No nos hemos muerto por no utilizarlos, no los necesitamos», dijo Scholarstica Atieno, un pescador del suburbio de Mathare.

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