Tecnosexual

Gaby Otazo de saco y corbata

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Gaby-Otazo2gaby-Otazo3 Es como una miss que no pasó por las manos de Osmel: espontánea y camaleónica, María Gabriela Otazo condujo la sección de espectáculos en el noticiero de Televen y aquí demuestra que las corbatas le sientan maravillosamente bien. En los sofás hay maletas abiertas y ropa por todos lados. Prendas muy femeninas se mezclan con chalecos de traje, camisas bien planchadas, corbatas y hasta sombreros. Ella se pone de pie, perfectamente maquillada, y es altísima. Y esto es lo que alcanzo a ver: una mujer con camisa de hombre, un bello y amable rostro, unos ojos marrones y unas largas piernas cuyo final no logro mirar por razones de pudor y profesionalismo –o algo así- por lo cual esta historia arranca con un fallo: no supe si al levantarse andaba en tacones. María Gabriela Otazo prefiere que la llamen Gaby. Esta valenciana raptada por Caracas es la encargada de la sección de espectáculos del Noticiero de Televen, ese espacio al que llaman Lo Actual y en el que se la puede ver como entrevistadora camaleónica que juega a adaptar su apariencia a las circunstancias y al artista de turno y por eso a algún desprevenido podría parecerle que el segmento tiene varias reporteras en acción. Pero no es así: “Soy yo solita. Los de mi equipo de producción dicen que hago caracterizaciones. A veces ando de colores y otras muy seria. No es lo mismo ir a entrevistar a Mirla Castellanos que a Belinda. Eso crea complicidad con el entrevistado y además me divierte. Una vez fui a una pauta de un evento de magos y me vestí de maga, con sombrero de copa y todo”. Estamos sentados conversando y juro que no le estoy mirando las piernas, que tomo notas muy juicioso y apunto en la libreta que estudió Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela y que de vez en cuando mataba algún tigre modelando hasta que la agencia L’Altro Uomo la encaminó para que se tomara el asunto en serio y la mandó a desfilar aquí y allá y hasta la vistió con las guayaberas de Arcadio Díaz. Y que algo más le vieron porque un día la mandaron a un casting en Televen. “Fui a unas pruebas para animar Rompecocos”, cuenta: “Yo nunca había hecho animación, pero pasa que soy muy payasa…”. La verdad es que Gaby es como una miss que no pasó por las manos de Osmel Souza. Y eso tiene sus ventajas: menos cartón y panqué. Al final lo del programa de concursos no se dio y un buen día el director de casting del canal vio unas fotos informales de ella y dijo: “Tráiganme a la Otazo”. Y fieles a su tradición, los de Televen la hicieron reportera: “Pasé tres meses preparándome y ya tengo casi dos años en Lo Actual”. En ese lapso le ha tocado entrevistar a medio mundo: Ilan Chester, Franco de Vita, Gilberto Santarrosa, Ruddy Rodríguez, Bárbara Palacios –“mi modelo a seguir”-, y “a todos los reguetoneros habidos y por haber… aunque me falta Daddy Yankee”. También ha experimentado que adaptar su look a la situación puede salvarle la vida: “Nunca iría a un concierto de rock con pinta de reguetonera o en tacones. En el concierto de Korn, recuerdo que Kerly Ruíz andaba en tacones y cuando se armó el rollo, salí corriendo y la dejé atrás… Mentira, no sé cómo, pero ella corrió primero…”. La conversación se interrumpe. Ya todo está listo para las fotos porque acaba de llegar lo que faltaba: unos horrendos interiores blancos que Gaby debe usar en parte de la sesión. Y esto es lo que veo: Gaby aparece y el blanco de los calzoncillos asoma rarísimo y va descalza. De pronto hay un gentío aquí, al menos cuatro cámaras le apuntan, su equipo del canal la graba, algunos parecen mirones y otros parece que sí trabajan en algo. Gaby se sienta en un taburete con la camisa masculina abierta hasta el límite justo en que se ve muy bien lo que tiene pero no más allá. Le ponen sombreros, lentes, una corbata, le quitan, le vuelven a poner y apenas la sesión comienza deja los nervios a un lado y pequeños detalles de su gestualidad hacen evidente que se ha metido en el papel como una buena actriz: ahora le cambia la mirada, tiene esa expresión que es casi como si se mordiera el labio y todos –este gentío- apreciamos el espectáculo. Pero Aníbal Mestre quiere más. Le pide que haga gestos de macho y ella se sale del papel, mira a la audiencia y pide que ahora sí, que corran la cortina para soltarse a sus anchas porque la camisa se empeña en mostrarnos más piel de la debida y desde afuera esto es lo que escucho: “Abre más.. ábreselo tú… me gusta como estás parada con las piernas abiertas… ábrete un poquito más… me encanta la actitud… esta pierna un poco más… bellísima te ves así… relájate y abre las piernas un poquitico más… más de frente… voy… hazlo otra vez que no lo agarré…”. Y decido entonces que ya he escuchado demasiado… ]]>

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