Algunos abonados de esta aplicación para compartir fotos, perteneciente a Facebook, se vieron obligados, no solo a hacer desfilar las fotos horizontalmente, sino a tener que detenerse sobre una foto y subirla en la pantalla para poder ver los comentarios.
A juzgar por las múltiples quejas publicadas con el hashtag #instagramupdate y una serie de memes, este cambio no fue recibido de buen grado.
Alex Heath, especialista en redes sociales en el sitio de información Cheddar, utilizó la ironía para criticar a la empresa: «Estoy seguro de que (este cambio) no provocará NINGUNA reacción».
Rápidamente, el director de Instagram, Adam Mosseri, recurrió a Twitter para explicarse: «¡Perdón por la confusión! Siempre probando nuevas ideas, normalmente con bastante menos gente…»
«Ya tiene que haber vuelto a la normalidad», agregó, indicando que basta con cerrar y abrir la aplicación de nuevo para volver al modo habitual.