Viciosidades

Probadoras de juguetes sexuales: un trabajo que paga bien

Tener placer y cobrar por eso es posible, sino pregúntenle a las probadoras de juguetes sexuales europeas

Venezuela está en los últimos lugares de felicidad
Texto: Alba Virguez (@avirguezb)
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Conseguir trabajo es siempre un tema complicado, tener uno que te genere intensos momentos de placer es mucho más complicado aún.
Hace unos meses, luego de renunciar a mi empleo como manager en un restaurante en París y en un intento desesperado por conseguir otro, una gran amiga me envió un anuncio cuyo título era: “Gana 1.300 euros por probar juguetes sexuales”… ¿Interesante, no? Tomando en cuenta que un estudiante extranjero, como yo, no gana más de 1.000 euros trabajando aproximadamente 30 horas por semana.

Venezolana, empezando una vida de cero y curiosa como nadie, decidí investigar…

Resulta que la empresa de juguetes eróticos, Belga Virgin Tonic, recluta probadoras para controlar la calidad de sus productos. Por 1.350 euros mensuales, sus trabajadoras deben darle un uso intensivo a los juguetes que le llegan a domicilio, con el fin de determinar su eficacia. El fundador de la marca Soft Love define el trabajo como “un oficio dedicado a evaluar sensorialmente los productos destinados al placer sexual”.

La “probadora” puede utilizar los juguetes sola o con su pareja y debe generar un reporte detallado. Asimismo, debe comparar el producto con otros que existan en el mercado, lo que hace de éste un trabajo para un verdadero trabajo “experto sexual” que deberá tener gustos muy exquisitos a la hora de tener un orgasmo.

Son aproximadamente 12 modelos diferentes por mes los que la empleada recibirá, lo que hace que pruebe aproximadamente dos juguetes cada día, tomando en cuenta que tienen una gama amplia de objetos como vibradores, aceites de masajes sexuales, ropa interior, lubricantes, etc.

Inmediatamente me di cuenta que mi mente no era tan abierta como pensaba, no sé si podría hacer reportes de cada experiencia sexual.

Incluso me pareció increíble que el anuncio solicitara un CV y una carta de motivación para postular por el puesto. (En Francia, debes amoldar tus CV’s según el puesto al que aplicas y además debes hacer una carta explicando las razones por las que quieres el trabajo). La verdad, no me imaginaba escribiendo algo tipo… “Siempre quise ser ‘probadora’ de juguetes sexuales y tengo la experiencia necesaria para el cargo”. En efecto. No lo hice.

Sin embargo, hay gente con la mente mucho más abierta que la mía, como Cara Houiellebec, inglesa de 33 años, quien todas las semanas prueba una decena de juguetes para adultos y realiza críticas a cada uno de ellos. Esta chica comenzó siendo una “simple” probadora de productos sexuales y con el tiempo decidió abrir su propio blog para narrar sus experiencias eróticas.

«Esta actividad me toma aproximadamente 7 horas por semana, incluyendo los horarios de fin de semana, pues mi vida sexual no se detiene los viernes. Pruebo un aproximado de 5 a 10 sex toys. Los creadores me los envían gratuitamente a mi casa. Tengo más de 2000, tomando en cuenta todos los que he echado a la basura porque no me gustan y aquellos que devuelvo con algún consejo para ayudarlos a mejorar sus productos,» comenta Houiellebec en su blog.

Para los que aún tienen la duda, existen criterios importantes para determinar si el juguete pasa la prueba o no:

El material es un indicador de higiene: Hay que evitar los juguetes “porosos” como aquellos que son hechos con tipos de goma, pues, aunque los laves, algunos tendrán todavía nidos de bacterias. Aquellos hechos con silicona, elastómero o metal son más recomendados.

Debe ser 100% higiénico y por lo tanto a prueba de agua: El primer paso luego de adquirirlo debe ser lavarlo. En su blog, Houiellebec asegura que no ha tenido jamás una infección debido a que no presta sus juguetes y además tiene un extremo cuidado acerca del lavado de cada uno de ellos. Asegura entonces que, si es a prueba de agua fácilmente podrás mantenerlo limpio y de seguro pasar momentos placenteros en la ducha.

Las personas querrán tener juguetes silenciosos. Es como hacer el amor, no todo el mundo querrá que sus vecinos escuchen lo que sucede bajo sus sábanas y menos si el sonido viene de parte de un aparato.

Por supuesto que el juguete debe tener una buena batería, no hay nada peor que un sextoy se apague en pleno acto, aunque actualmente la mayoría de estos productos son recargables con un cable o por un puerto usb. En el peor de los casos, ten siempre tu cajita de pilas cerca.

Orgullosa de su carrera, Cara Houiellebec asegura que la masturbación debería dejar de ser un tabú en nuestra sociedad y es por eso que no desea dedicarse a otra cosa. “Quisiera que las mujeres se informen mejor acerca del placer y el cariño individual”.

Y cómo dicen los franceses: “Por quoi pas” … Un artículo para aquellas que quieran hacer valer sus orgasmos.

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