Mármol García: "Hay que hacer un gran esfuerzo en el tema preventivo"
El tema preventivo, disuasivo y de reorientación de conductas requiere "permanentemente" de la resiliencia, aseguró el abogado con Especialización y Maestría en Criminalística.
El tema preventivo, disuasivo y de reorientación de conductas requiere "permanentemente" de la resiliencia, aseguró el abogado con Especialización y Maestría en Criminalística.
Si algo tenemos los venezolanos es que somos resilientes. A menudo, enfrentamos escenarios cambiantes y tomamos decisiones de diversa índole. Vivimos una realidad de la cual no podemos escapar: leyes cambiantes, un dólar paralelo que sube y baja y una inseguridad que nos pone cada vez más paranoicos, entre algunas situaciones.
En ocasiones, la crisis nos empuja a tomar decisiones importantes. La Real Academia define la resiliencia como un proceso de adaptabilidad. La licenciada con maestría en Gerencia de Empresas, Geralin Blanco, la considera un proceso planificado, una toma de decisiones donde está involucrada la parte estratégica, pero también la operativa.
«No es una cura que llega cuando se presenta la adversidad», dijo la investigadora al tiempo que resaltó que la resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse de eventos adversos.
«Siempre estamos en situaciones límites. Yo no creo que nadie haya tenido una crisis, de cualquier índole», agregó Blanco en el marco del foro Resiliencia: capitalizando la crisis a favor de la seguridad.
Identificar riegos
La MBA en Administración de Empresas, Keila Soteldo, aseguró que en Venezuela vivimos en un ambiente «ambiguo y de mucha volatilidad». Igual que la resiliencia, el riesgo puede llegar a ser positivo y negativo en las organizaciones. Recomendó evaluarlo, para luego tratarlo.
«Tenemos que tratar de identificar los riesgos. No es fácil vivir con cambios pero es imposible vivir sin ellos, tenemos que adaptarnos a ellos. Los riesgos están presente en cada organización. Tenemos que aprender de la experiencia», señaló.
El presidente de ASIS Internacional, capítulo Caracas, Alberto Ray, ratificó que el 41% de las empresas no tiene contacto con su entorno. «Dos de cada tres empresas en el país no tiene idea de lo que le rodea», sostuvo.
Indicó que corregir una norma o un procedimiento puede hacer ganar o perder millones a una empresa. «Debemos ser cada vez más previsivos (…) El 90% de las organizaciones en Venezuela son reactivas, están reaccionando todo el tiempo. Pensamos muy poco en la posibilidad de prever», agregó el ingeniero.
Resiliencia en seguridad
El abogado con Especialización y Maestría en Criminalística, Fermín Mármol García, afirmó que la sociedad venezolana tiene esa capacidad de «recuperación», sin embargo, aclaró que su respuesta es un poco empírica y primitiva.
«Alguna veces se paraliza y otras veces huye ante cualquier problema. Hay la capacidad de respuesta, de moverse, de detectar el problema pero hay un empirismo. Las crisis son muy breves y superficiales en Venezuela, comparado con otros países que han vivido infortunios. Al venezolano aún le queda camino por recorrer para obtener respuesta ante los problemas», sostuvo el analista.
Mármol García señaló que donde se debe hacer un «gran esfuerzo» es en el tema preventivo. Precisó que en el campo de las ciencias del delito, solo se establecen tres grandes escenarios clásicos: la prevención, la represión y la reinserción.
«Evidentemente donde hay que hacer un gran esfuerzo, de largo plazo, es en el tema preventivo, porque los otros dos escenarios son muy costosos para el Estado. Comparando los presupuestos que ameritan el tema de la reinserción y la represión, en el ámbito delictivo, el esfuerzo económico y humano de cualquier Estado es muy grueso», dijo.
Afirmó que el tema preventivo, disuasivo y de reorientación de conductas requiere «permanentemente» de la resiliencia, de la invención, de estar buscando nuevos métodos y técnicas.
«La resiliencia es un concepto, una técnica que debemos aplicar en la prevención del delito. Es allí donde tenemos que trabajar en políticas públicas de mediano plazo, 8 años, y largo plazo, posterior a 12 años, porque es lo que va a permitir que en un futuro el presupuesto de la nación pacte lo menos posible en las otras dos áreas de la ciencia del delito».