La misión de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA) acusó este lunes al secretario general, Luis Almagro, de estar enviando un «mensaje distorsionado» de lo que es el organismo con sus pronunciamientos personales sobre las crisis del continente, sobre todo la venezolana.
«Sus pronunciamientos le inhabilitan a tener cualquier papel sobre Venezuela. Envía un mensaje distorsionado de lo que es una organización de Estados, mediáticamente es imposible diferenciar entre lo que él dice y lo que dice la OEA», dijo este lunes la representante alterna de Venezuela, Carmen Velásquez.
La diplomática se pronunció en este sentido después de que el jefe de gabinete de Almagro, Gonzalo Koncke, presentara con una breve exposición el informe anual 2015 del secretario general.
Almagro, que estuvo presente al inicio de este Consejo Permanente ordinario, abandonó la sala antes de que Koncke comenzara su exposición, una ausencia que Venezuela y Nicaragua criticaron.
La misión de Venezuela denunció una vez más que Almagro tiene «una conducta sesgada, parcializada e intervencionista en los asuntos internos» del país y actúa «sin mandato, abusa y se extralimita de sus funciones y mantiene una conducta irrespetuosa hacia las autoridades venezolanas», en palabras de Velásquez.
«(Almagro) se ha inmiscuido en el debate político interno venezolano, así como en los procesos legislativos y judiciales (del país). Además, con su visita a la frontera entre Colombia y Venezuela, generó mayores tensiones entre dos Estados miembros», señaló la diplomática, en referencia a la visita que Almagro hizo a Cúcuta (Colombia) en septiembre de 2015 en el marco de la crisis fronteriza entre ambas naciones.
El embajador de Colombia ante la OEA, Andrés González, respondió a esas afirmaciones defendiendo la actuación de Almagro porque «los derechos humanos no tienen fronteras».
«En el terreno pudimos apreciar la importancia de la visita del secretario general como cualquier otra autoridad internacional», apuntó el diplomático colombiano.
Almagro viajó el pasado septiembre a Cúcuta para conocer de primera mano la situación de los deportados después de que Colombia perdiera «in extremis» y por un sólo apoyo una votación en el Consejo Permanente para convocar una reunión de los 34 cancilleres sobre esta crisis.
Por otro lado, la misión de Venezuela en la OEA pidió hoy a la Secretaría General información sobre «una dotación de 106.345 dólares de fondos específicos de Estados Unidos para una misión de alto nivel en Venezuela para atender un asunto no autorizado ni solicitado por Venezuela y cuyo objetivo no conoce» Caracas.
«También queremos saber sobre las aportaciones de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) (entidad asociada a la OEA) a organizaciones de la sociedad civil venezolana», afirmó Velásquez.
Koncke prometió que la Secretaría General dará respuesta a estas cuestiones, sin precisar más en este sentido.
La OEA celebrará entre el 13 y el 15 de junio su 46 Asamblea General anual en Santo Domingo con el fortalecimiento institucional como tema oficial.
No obstante, la OEA acuda a la capital dominicana con los debates candentes sobre la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela, un proceso que podría llevar a su suspensión del ente, y el de la crisis financiera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En el Consejo Permanente de hoy se presentó también el informe semestral de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de Colombia de la Organización de Estados Americanos (MAPP-OEA).
La OEA, que informa cada seis meses de la evolución del proceso de paz en Colombia, acompaña al país con una misión específica desde 2004, cuyo mandato se ha extendido hasta enero de 2018.