Según la firma Datanálisis, casi la mitad de la población quiere «diálogo y paz», pues de acuerdo a lo dicho por el director la consultora, José Gil Yepez, los venezolanos «están hartos del conflicto entre el gobierno y la oposición».
Para el próximo 13 de enero está prevista una reunión de diálogo, pero la oposición manifestó en una carta publicada el 24 de diciembre y enviada al secretario de Estado de su santidad, monseñor Pietro Parolín, que no existen condiciones para retomar las conversaciones.
En esa carta la oposición señalaba que a 24 días del mes de diciembre «la crisis económica y social sobre la cual cabalga el conflicto político venezolano se ha hecho aún más veloz e inflamable» y pidió verificar el «incumplimiento» del Gobierno con los acuerdos del diálogo.
Entre los acuerdos destaca «la liberación de los presos políticos, el establecimiento del canal humanitario que permita al país la entrada de las medicinas y alimentos» y «el establecimiento de un cronograma electoral» que incluya una elección presidencial.
A principios de diciembre el Gobierno de Maduro anunció que acordó un plan con la Organización de las Naciones Unidas para adquirir medicamentos, una medida que fue reconocida por los opositores.
El sábado fueron liberados siete políticos presos, además de los 10 anteriormente liberados desde que inició el diálogo, y la oposición calificó la medida como positiva, pero destacó que faltan otros 126.
Pese a esto, la oposición no ha hecho un pronunciamiento sobre si cambiaron su postura en cuanto a la participación en el diálogo.
Solo ha dicho que redefinirá su estrategia política, pues según el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, hubo diferencias internas que no permitieron que se «cumplieran las expectativas de avance» en el proceso de cambio en el país.
Por su parte, el Gobierno sostiene que el oficialismo se mantendrá en el 2017 en el proceso de diálogo político y que durante este año no permitirá hechos de «violencia» a su interlocutor en estos asuntos, la MUD.
Por otro lado, el jueves la oposición venezolana que controla el Parlamento, instalará su nueva directiva, pese a que los voceros oficialistas sostienen que no será reconocida porque el Legislativo se encuentra en desacato.
En medio de este clima, los problemas que atraviesa el país no han conseguido una solución y según dijo a Efe el presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, esto ha hecho «que la confianza de la población en la oposición pero también en el gobierno» se reduzca «dramáticamente».
«Eso no quiere decir que la población deje de ser opositora (…) porque al final del día los venezolanos sienten al oficialismo como responsables de los principales problemas del país», indicó.
Entre tanto, el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Oliveros, dijo a Efe que el panorama económico «se antoja bastante complicado para Venezuela» durante el primer trimestre del año, pues «no pareciera que el Gobierno esté pensando en cambiar un poco la manera en la cual ha manejado la economía».
Una opinión que comparte León pues, considera que el 2017 empieza «sin una propuesta seria para enfrentar la crisis. Todo lo contrario, se refuerzan las estrategias que la originaron».
Los economistas insisten en que se deben tomar medidas distintas a las del modelo que el Gobierno ha llevado en este momento.
Aunque Oliveros considera que «posiblemente» el precio del petróleo va a aumentar este año por el acuerdo que la Organización de Países Exportadores de Petróleos (OPEP) alcanzó en Viena, esta subida no será suficiente para darle bienestar a la economía venezolana.
Asimismo, los economistas sostienen que el Gobierno tampoco ha tomado medidas para frenar la inflación, que según Oliveros, podría haber cerrado en el 2016 entre 500 y 600 %, pero hay que esperar «qué dice el Banco Central (BCV)», que aún no ha publicado la cifra.
Asimismo, el Banco Central tampoco ha distribuido los billetes del nuevo cono monetario que debió empezar a circular el pasado 15 de diciembre, pero que según Maduro, esto no ocurrió debido a un «sabotaje internacional» que impidió la llega de las piezas.
Lo que sí publicó hoy el Banco Central, fue los datos de las reservas internacionales en los que para el 4 de enero las mismas eran de 16.330 millones de dólares americanos, pero para el 30 de diciembre, último día hábil del año se ubicaron en 10.977 millones de dólares.