Venezuela

A un mes de las presidenciales, Henri Falcón se las juega solo

El futuro de Henri Falcón jamás ha sido más incierto. Según los especialistas, el 20 de mayo arrojó el peor escenario posible para el excandidato, quien desde entonces se dedica a denunciar "las irregularidades" del proceso electoral ante la mirada suspicaz de sus compañeros opositores, la indiferencia del Poder Judicial, y las dudas de la opinión pública sobre su porvenir político. Reinventarse o desaparecer es un dilema para este político.  A las 9:40 PM del domingo 20 de mayo Henri Falcón, contendor de Nicolás Maduro en la elección presidencial, empezó su alocución de cierre de la atípica jornada electoral. No había dicho nada definitorio, pero el semblante lo delataba: no había buenas noticias.

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Henri Falcon
FOTO | El Estímulo / Daniel Hernández

“El proceso carece de legitimidad y en tal sentido nosotros desconoceremos este proceso electoral (…) Para nosotros no hubo elecciones”, dijo finalmente, luego de hacer un resumen de las irregularidades de la jornada.

En cuestión de segundos las redes sociales explotaron. Un «Te lo dijimos» colectivo se leía en cada publicación. Falcón era cuestionado por todos los flancos, en especial por opositores que, desde finales de enero de 2018, denunciaron -hasta el hastío- la falta de condiciones electorales y cuestionaron la inscripción del dirigente político, desoyendo todas las advertencias de la disidencia.

Tras fracasar en las elecciones regionales de octubre, en las que buscaba la reelección de estado Lara, y ser derrotado en las presidenciales por la maquinaria chavista y el abstencionismo opositor; muchos se preguntan si el fundador de Avanzada Progresista (AP) podrá mantenerse en el juego político o si estos golpes constituyen el nocaut definitivo de su carrera.

Analistas y especialistas en comunicación política conversaron con El Estímulo sobre el futuro del excandidato y su proyección como un dirigente que, a juicio de algunos, tiene dos opciones: reinventarse o desaparecer.

La única y última jugada

Desde el revés, la agenda de Falcón se centra en demostrar la “ilegitimidad” de la reelección de Maduro con el fin de que se realicen unos nuevos comicios. Pero esta iniciativa, de acuerdo al analista político Luis Salamanca, nunca ha tenido mayor futuro.

 “Él está intentado crear una imagen con en base en la denuncia de irregularidades y, bueno, el tema aquí es que, seguramente, hubo muchas irregularidades, pero no hay poderes autónomos que te atiendan esos reclamos (…) como con (Henrique) Capriles en 2013″, quien perdió su puesto en Miraflores por un mínimo margen de 1,49% e impugnó los resultados.

Tal como sucedió con el exgobernador de Miranda hace cinco años, el pasado 13 de junio el Tribunal Supremo de Justicia declaró inadmisible el recurso introducido por Falcón para declarar nulo el proceso electoral por supuesta coacción y compra de votos.

Pero hay distintas formas de juzgar este hecho. Contrastando a Salamanca, el consultor en comunicación política y electoral, Alfredo Rojas, dice que refutar los resultados parece ser “la única y última jugada” de Falcón para defender su liderazgo “en las actuales circunstancias”.

«Le veo a priori dos elementos con alguna potencialidad para ser explotados políticamente: la ‘valentía’ de haberse atrevido a participar y desafiar la fuerza del gobierno, asumiendo el costo político de romper la unidad; y, unido a este, el poder haber sido ‘testigo’ de primera mano, participando, de las irregularidades del proceso que denunció y que son las que también se reclaman desde el Frente Amplio», detalla Rojas.

El excandidato «tiene el desafío de documentar y presentas las pruebas cuanto antes» frente a todas las instancias necesarias, afirma Rojas. Y Falcón parece decidido hacerlo aunque el Poder Judicial lo ignore.

Una vez que el máximo Tribunal desestimó sus reclamos, anunció que acudiría a organismos internacionales para denunciar «los fraudes» del proceso electoral. Mario Villegas, periodista y directivo de AP, confirmó a El Estímulo una gira internacional -que incluye Naciones Unidas y la Unión Europea- para presentar las supuestas irregularidades.

¿Pulseando con la MUD?

Por otro lado, Falcón anunció que liderará una nueva alianza política de oposición que actuará en paralelo a la Mesa de la Unidad Democrática y al Frente Amplio Venezuela Libre. Estará conformada por partidos minoritarios que apoyaron su candidatura (MAS, Copei y Movimiento Ecológico).

Pero esta nueva plataforma representa un nuevo error, según Salamanca. “Si sigue jugando solo, solo se va quedar, porque este país el mensaje que le mandó (con lo resultados de las presidenciales) es que se mueve con el símbolo de la unidad”.

El analista insiste que Falcón que aún no ha roto la “cáscara regional” e intenta -fallidamente- en ser un «político de alcance nacional».

“Lo que yo creo que debería hacer Falcón es volver a la mesa de la unidad con humildad, y comenzar su carrera. Él es un tipo joven y comenzar a andar su camino dentro de las corrientes unitarias porque el país sabe muy bien que ninguno de estos grupos por separados tienen la capacidad para enfrentarse con este régimen”.

Salamanca compara el caso de Falcón con el de María Corina Machado, quien, considera, se planteó un escenario “muy personal” al margen de la Unidad y también ha pagado las consecuencias. «Yo sé que en la mesa no es fácil estar (…) pero es que no le queda de otra y el país no lo va a perdonar si se vuelve a equivocar», sentencia.

Rojas, por su parte, sostiene que “Falcón quedó en la situación de un jugador cuya clasificación a la próxima fase de la competición ya no depende solo de él sino de lo que  los otros jugadores hagan. La recuperación de su liderazgo pasa por poder reencontrarse, reincorporarse y mantenerse dentro de la unidad”.

Mientras tanto, para Villegas la nueva plataforma política permitirá «sincerar las cosas» y «racionalizar las diferencias», descarta la vuelta de Falcón a la MUD. «Reencontrarnos no necesariamente significa dormir en la misma cama», advierte.

«Podemos y debemos hablar juntos en aquellas cosas en las que encontremos aspectos coincidentes y, simplemente, que cada quien actúe en aquellas cosas en las que no tenemos afinidad según su conciencia», subraya.

¿Dónde está parado Falcón?

El presente político de Falcón genera dudas. Los analistas colocan al exgobernador sobre la cuerda floja, pero Villegas sostiene que el líder de AP revitalizó su figura después del 20 de mayo.

Salamanca sostiene que Falcón está obligado a poner los pies sobre la tierra, reinventarse y empezar a construir un liderazgo, que «aún no tiene». «Falcón no mueve al país, él no tiene un electorado propio», señala y atribuye al MAS y a Copei el grueso de los votos que sacó en las elecciones (1.820.552 votos).

«Me arriesgaría a anticipar que entre quienes participaron y votaron por Falcón un porcentaje lo hizo maximizando la única opción disponible que permitía expresar el rechazo a Maduro (…) Otro tanto lo hizo por confusión. ¿Cuántos votos fueron realmente por Falcón por sus cualidades como candidato o su oferta política? Creo que los menos», coincide Alfredo Rojas.

Ambos sugieren que el crecimiento de Falcón como político pasa por asumir esta tendencia.

Nada más disonante que lo que se respira puertas adentro de Avanzada Progresista. Las aspiraciones de y su círculo parecen ser las mismas: ocupar la primera magistratura del país.

«El liderazgo de Henri Falcón sale reconocido y fortalecido de este proceso. Falcón no es ya la expresión de un partido de dimensiones discreta sino es expresión de un sentimiento nacional democrático que aspira producir un cambio», afirma optimista el mayor de los hermanos Villegas.

El periodista asegura que Falcón dará a conocer pronto una gira nacional con el objetivo de «visitar todas las comunidades repitiendo y fortaleciendo los mensajes de su campaña». «Ese es el camino inmediato… Henri Falcón continúa adelante«, enfatiza.

Si bien ese «adelante» no se traduce en un rumbo claro, todo indica a que Falcón está decidido a seguir jugando «solo». A pesar de los traspiés electorales, esto lo convertiría en el único personaje de la disidencia que profesa tener un plan. La oposición, fracturada y acéfala, no puede decretar la muerte política del  oriundo de Yaracuy. En especial, cuando sus pares de la Unidad aún no logran recuperarse del letargo postelectoral.

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