Economía

Algo tiene que cambiar...

Esta semana comienza como vacía de información…como si todo hubiera sido absorbido por los eventos TSJ-Fiscal-Presidente, y no quedara nada más para informar… el silencio después de los grandes eventos de la naturaleza.

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bolsas de comida CLAP
Por: Benjamín Tripier (*) | Foto: RONALDO SCHEMIDT | AFP

Temas como el nuevo Dicom, la revalorización de activos de la banca, los vencimientos de abril de Pdvsa más la coyuntura de escasez e inflación dejaron de ser noticia.
El lunes debería haber arrancado el nuevo Dicom con su nueva tasa, pero fue postergado para después de Semana Santa. Ya desde el jueves pasado no se volvieron a entregar divisas a 700 bolívares y se espera que cuando arranque lo haga por encima de los mil bolívares por dólar y comience nuevamente el flujo con los tiempos de acción-reacción correspondientes, que no son rápidos. Con la incertidumbre de cómo se cerrará la brecha con el paralelo que en este momento está alrededor de 4.000.
Las normas para la revalorización de activos salieron en gaceta el 28 de marzo de 2017, entre las cuales destacan:
· el límite de revalorización (hasta un 100% del valor en libros)
· la posibilidad de que Sudeban requiriese, posterior a la revalorización, un plan de capitalización gradual con aportes en efectivo.
Y los vencimientos de Pdvsa que por primera vez parecen complicados, aunque hay un convencimiento de que con voluntad política los fondos aparecerán. China es una posible fuente, gestiones rápidas con Rosneft y hasta la posibilidad de tocar reservas. Pero la confianza está y creo que el pago se hará.
Desde la foto de Google Earth que publicó Bloomberg sobre un Puerto Cabello sin barcos, hasta la fecha, no ha habido acciones de respuesta rápida para reponer inventarios. Claro que si han habido actos con entrega de divisas a empresas y empresarios como parte de los motores de la Agenda Económica Bolivariana, pero se sabe que eso no es ni una solución ni es de acción inmediata… toma tiempo. No se ve la sensación de urgencia. Nuestra sugerencia recurrente de crear equipos de respuesta rápida sigue sin tener la acogida por parte del alto gobierno, que creemos que las circunstancias requieren.
La escasez se profundizará en el corto plazo y la inflación (demand pull plus cost push inflation) continuará su avance. Luego de Semana Santa con un asueto para el sector público, estaremos ya muy cerca del 1° de Mayo cuando habrá otro aumento de salarios significativo, el cual por tradición se concentrará en el salario y no en los cesta ticket, presionando no solo sobre los flujos de caja de las empresas del 15 de mayo, sino que también lo hará sobre los pasivos laborales. Para muchas empresas será una cuasi quiebra técnica en el balance.
Las encuestas siguen manteniendo valores muy bajos en la percepción que la gente tiene del gobierno. Es posible que en algún momento repunte (como está ocurriendo ahora) por alguna acción de coyuntura, pero la tendencia desde principios de 2013 es de una caída sostenida que ya parece casi imposible de revertir en el marco del modelo económico actual, el cual, si se hubiera aplicado bien, pudo haber tenido algún sentido con el petróleo a 100 dólares por barril, pero que en las circunstancias actuales, definitivamente no ayudará a cambiar la tendencia.
El elemento más negativo del modelo, es la parte no escrita sobre el manejo comunicacional, que busca justificar y resignificar temas que pudieran parecer buenos, pero que por insuficientes resultan perjudiciales. El caso de los Clap por ejemplo, no hay aritmética que haga que con los niveles de producción, importaciones y logística existente sea sostenible. Tal vez sirva para algunos espasmos eventuales con impacto en las encuestas…pero definitivamente no son una solución.
Leer y percibir solo políticamente la realidad puede que genere una sensación de bienestar, pero no cambia la realidad la cual continúa su camino de deterioro.
Entonces, ¿adónde nos lleva esta tendencia? Si se seguía por el camino que traía hasta el jueves pasado significaba que los grupos internos del chavismo que no quieren más elecciones se hubieran impuesto y la revolución se hubiera radicalizado llevándonos a algo muy parecido a la Cuba actual. Era un escenario de probabilidad media, pero posible. La decisión del TSJ iba en esa dirección. Un golpe, dijeron nacional e internacionalmente. Todo indica que sí lo fue. Pero fracasó.
Querer y poder son dos cosas distintas y ya quedó claro que no todos en el gobierno quieren salirse de la revolución democrática. Se impusieron aquellos que creen en la revolución pero con votos. Claro que faltando tanto tiempo para las elecciones, esto puede ser leído como un ensayo para ver si funcionaba…pero no funcionó…por ahora. Lo cual significa que pudieran esos grupos volver a la carga en cualquier momento que se les presente propicio. Con cualquier excusa. Esta vez, dicen, fue para poder validar la empresa mixta con los rusos que requería de una AN o “equivalente”.
Si bien no hay nombres para mencionar pues todos en el chavismo, con excepción de Nicolás Maduro y Luisa Ortega Díaz, mantuvieron silencio, uno podría suponer que los más cercanos apoyaban esta opción (el nuevo TSJ no hubiera hecho esto sin una luz verde) y que lo único que hubiera podido frenarlo hubiera sido el apoyo de la FAN, con el cual todo indica que no contaron. De los tres grupos internos del chavismo que planteamos en informes anteriores:
1. Llamar a elecciones convencidos de ganarlas y entregar si se pierde
2. Llamar a elecciones solo en condiciones negociadas
3. No volver a llamar a elecciones
El último grupo es el que perdió en este intento. Lo cual nos deja a los otros dos como nueva posición del gobierno. Si tuviéramos que “leer” el futuro basándonos en lo que ocurrió, diríamos que las elecciones estarían casi garantizadas. Y digo casi pues la realidad es cambiante y en nuestro realismo mágico todo puede suceder.
De ser cierta esta hipótesis, de aquí en adelante todo tenderá a parecer más democrático… viviremos en una luna de miel política y comunicacional en la cual se hablará de elecciones, los empresarios serán amigos y hasta la AN podría ser restablecida en sus atribuciones.
Este sería el precio interno a pagar por el golpe fracasado. Ahora, internacionalmente es otra cosa…el daño parece profundo e irreversible…la falta de confianza y credibilidad que se abonó durante tanto tiempo le quita peso a los comentarios del impasse y de que todo volvió a la normalidad. Hasta los países tibios ya tomaron partido y se pronunciaron en contra. Los sucesos desmintieron los discursos en la OEA y hasta Mercosur que estaba relativamente tranquilo se vio obligado a pronunciarse. Toda la diplomacia del “injerencismo” se desmoronó. Entonces, ¿que vendrá ahora? ¿Hasta dónde puede llegar la acción internacional? Difícil de decir pero seguro que quedarán menos amigos que antes del intento.
La OEA será el ámbito donde se dé esta batalla ¿cual será la nueva postura? No creo que saquen a Venezuela, no deberían…sería de poca altura política…lo mismo si Venezuela decidiera salirse. Ojalá que la hipótesis de la luna de miel sea válida y se extienda al ámbito internacional. Y si esto fuera así sería el lado positivo de una acción oscura que entre otras cosas buscaba medir la respuesta y hacer listas de gente a favor y en contra…no sé si lo habrán logrado.
La normalidad en las calles nunca fue afectada…alguna marcha menor por aquí y por allá…la gente no está dispuesta a salir…y no es miedo…no creo…es más bien la falta de motivación y perspectiva. La falta de respuesta a “si se va Nicolás Maduro entonces qué”. Y no hay una respuesta a ese interrogante ni de parte de contendores internos dentro del gobierno, ni de parte de la oposición.
En grandes números, el país se divide en chavismo 30%, MUD/oposición 20% y quienes no quieren a ninguno de los dos (pero en elecciones votarían por la oposición) 50%. Esa lectura vuelve a ser importante en esta supuesta nueva etapa donde las mencionadas opciones 1) y 2) se imponen. El chavismo, como parte de una estrategia electoral, tratará de dividir a la oposición no vía Manuel Rosales o Henry Falcón, sino vía la incorporación de Lorenzo Mendoza cuyo nombre ha ido soltando aquí y allá vía voceros oficiosos, y en cualquier momento por voceros oficiales.
Y la razón es muy válida, pues de tratarse de la opción 1) tendría que competir con los candidatos ya lanzados y por lanzarse en la oposición y de tratarse de la 2) sería un buen candidato a la negociación por aquello de que los empresarios defienden intereses y no ideologías. Sin decirlo, su solo nombre ya implica que algo bueno, pragmático y de progreso le podría ocurrir al país. Y eso en el marco de una descapitalización patrimonial de nuestros países que requiere de un nuevo movimiento que regenere la riqueza que hemos perdido en todos estos años. No es casualidad el peso que están teniendo candidatos de origen empresario en nuestros golpeados países…
Esperemos que pase esta semana para ajustar estas lecturas, pues como dijimos en enero pasado, iba a ser una año con muchos cambios rápidos y frecuentes, quemando cartuchos importantes por temas no tan importantes, todos signos de afectación de la gobernabilidad.
La red de protección que siempre hemos tenido a la mano y que hemos mal utilizado ha sido el diálogo…diálogo genuino y sincero (si esto último es aplicable a la política) que permita a la sociedad recomponerse. Porque así como vamos podremos estirar el malestar un tiempo, pero ya sabemos, en el interior de cada uno de nosotros, que no puede ser para siempre…Algo tiene que cambiar.
(*) Economista y consultor gerencial]]>

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