Analistas creen que la Asamblea Nacional puede ejercer presión para que se tomen las medidas necesarias en aras de lograr la recuperación de la economía, pero advierten que ello significará más recesión e inflación.
La victoria contundente de la oposición en las elecciones parlamentarias de este 6 de diciembre tendrá efectos en el corto, mediano y largo plazo en la economía nacional. Analistas y economistas consideran que el contundente triunfo configura un panorama político muy distinto al previsto y pone al Ejecutivo en la absoluta necesidad de dialogar para mantener la gobernabilidad.
“Lo primero que hay que tomar en cuenta es que el chavismo se redujo y dentro del chavismo, el madurismo se redujo mucho más. Los chavistas van a buscar a un culpable de esta terrible derrota y todo apunta a Maduro”, señala el presidente de Datanálisis Luis Vicente León, quien estima que el costo político para el ‘hijo predilecto’ del difunto Hugo Chávez es sencillamente enorme.
Convencido de que los electores venezolanos no votaron por un cambio de gobierno sino para cambiar su situación personal, León asegura que el resultado obliga al gobierno a negociar, en buena medida porque instituciones que hasta ahora han seguido las órdenes de Miraflores comenzarán a flexibilizar su accionar en aras de evitar la confrontación.
– Lenta mejora –
Al defender el peso de las expectativas en la economía, la analista Anabella Abadí señala que comienzan a observarse los efectos del triunfo de la oposición, toda vez que los bonos venezolanos empezaron a recuperarse y las agencias calificadoras de riesgo llaman a sus clientes a tomar en cuenta estos papeles.
En efecto, en la apertura este lunes en el mercado de Londres, los papeles venezolanos reportaron un alza de entre 1,3 y 3,3 centavos de dólar, mientras que los de Pdvsa tocaron su máximo de una semana a 27,3 centavos de dólar.
Sin embargo, Abadí recuerda que un verdadero efecto del triunfo opositor en la economía no comenzará a sentirse antes del 5 de enero, cuando se instale la nueva Asamblea Nacional, que deberá reasumir la función contralora dejada de lado en los últimos 15 años.
A su entender, una vez instalado el nuevo parlamento pueden darse cambios inmediatos, entre ellos exigir al Banco Central de Venezuela dar a conocer las cifras macroeconómicas no reveladas en el último año.
En el mediano plazo, la economista cree imprescindible llevar adelante reformas de tipo normativas que incluyan cambios en la Ley del BCV, reforma de la Ley Orgánica de Precios Justos (una propuesta que ya asomó Fedecámaras) y reformas a la Ley de Inversiones Extranjeras y de todas aquellas leyes que limitan el desempeño de los capitales foráneos en el país.
– De todas maneras, malo-
Sin desmeritar la significación de la victoria opositora y afirmar que por primera vez la economía tuvo un importante peso en la percepción política y la conducta electoral, el también economista y especialista en políticas públicas José Manuel Puente es menos optimista que sus colegas y asegura que el resultado electoral no cambia en nada la difícil situación económica que vive Venezuela.
“2016 será un año mucho más malo que 2015 y ello no cambia con el triunfo de la oposición”, afirma el profesor del IESA, quien precisa que no obstante el nuevo parlamento puede ayudar a ejercer presión para que el Ejecutivo tome las iniciativas que se ha negado a decretar en los últimos dos años, los de peor desempeño en la historia reciente del país.
Al reiterar que para poder sacar la economía de la postración en la que se encuentra serán necesarias acciones que en un principio profundizarán la recesión y dispararán la inflación, Puente señala que la nueva AN puede influir para que se acometan las dos acciones que estima primordiales: iniciar el desmontaje del control de cambios, lo que significará eliminar la tasa de 6,30 e ir a posiblemente a un sistema de convergencia cambiaria, y revisar la estructura de precio de los productos regulados para adecuarlos a la realidad de mercado.
“A partir de allí hay que hacer miles de cosas, pero estas son fundamentales para iniciar la reconstrucción económica del país y posiblemente comencemos a ver los efectos en 2017”, acotó el también profesor de la universidad de Oxford, Inglaterra.
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