Desde 2010 el sector acumula con proveedores extranjeros una deuda estimada entre 10 mil y 11 mil millones de dólares, de los cuales la mayor parte se concentró en 2012 y 2013.
La irregularidad con la que se obtienen los dólares ha impedido a las empresas planificar sus operaciones. Pérez Vigil no tiene mayores expectativas con el plan anual de divisas anunciado el lunes por el Centro Nacional de Comercio Exterior. “Desde las mesas de diálogo de 2013, el gobierno ha conocido las necesidades reales de cada sector y siempre en tiempos de control de cambio esta es la norma para que el gobierno pueda elaborar un presupuesto en función del flujo de divisas. El problema está en la disponibilidad de los recursos”.
Esta situación se evidencia en los niveles de escasez en los distintos sectores, pero si no hay un cambio de 180 grados en la política económica, la caída en los precios internacionales del petróleo acrecentará el índice de faltantes en los anaqueles, indicó el directivo de Conindustria.
La industria manufacturera trabaja a 50% de su capacidad afectada no sólo por la restricción en el acceso a las divisas, sino también porque hay dificultades para que las empresas del Estado suministren materias primas, y por el efecto de las leyes de precios justos y del trabajo, que limitan la actividad del sector.
Pérez Vigil proyecta que de haber algún crecimiento, el sector sumaría 1%. “Es muy difícil calcular el comportamiento con un Banco Central que no ha publicado cifras en lo que va de año. Nosotros tenemos consultas de carácter cualitativo”.]]>