Economía

Nomura afirma que economía venezolana se hace más vulnerable tras crisis política

El banco de inversión sostiene que hay un giro crítico luego de las protestas y saqueos que pueden retroalimentar aún más la crisis política y la posibilidad de un cambio de gobierno. Resalta que la inflación repuntará debido al alza salarial y la escasez. Dice que hay temor entre los tenedores de bonos por un posible aumento de las importaciones por parte del gobierno y sobre las intenciones de la oposición sobre los bonos en caso de llegar al poder.

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FOTO: Gustavo Vera | ARCHIVO

La crisis política en Venezuela tendrá claramente un impacto en la ya débil producción y en el consumo, refiere el banco de inversión Nomura en un reporte. Señala que la economía está ya en un momento frágil después de entrar en una fase más aguda de estanflación hace casi dos años, con un colapso de la capacidad en la producción, las restricciones a las divisas, la escasez de materia prima, la baja demanda, la caída de los inventarios y el control de precios; todo ello bajo una incertidumbre política e institucional.
«Ha habido un colapso en la economía y la política en los últimos 12 meses debido a la autocracia arraigada. Sin embargo, esta última fase de la crisis económica generará retroalimentación negativa en un momento crítico para la administración de (Nicolás) Maduro», señala Nomura en un informe entregado a clientes.
Sobre las últimas decisiones del Ejecutivo como un nuevo aumento del salario mínimo y del bono de alimentación, el banco de inversión sostiene que la reacción del presidente Maduro de imponer más controles de precios y aumentar los salarios sólo generará un shock entre el lado de la oferta con una indexación salarial vesus la espiral inflacionaria. Resalta que ha habido una «indexación más agresiva» de los salarios en los últimos meses, con aumentos salariales del 50% en enero y del 60% en mayo frente a la inflación mensual acumulada del 37% en el primer trimestre.
«El riesgo es que la inflación suba mucho más por la escasez causada por la escalada de los saqueos y los subsecuentes bajos inventarios, y las restricciones latentes a la producción interna por el mayor ausentismo ante las persistentes protestas».
Nomura no observa indicios de flexibilidad de mayores importaciones para reabastecer los estantes en Venezuela, al observarse que con su principal socio comercial Brasil, se reporta una caída del 30% en las compras externas a esa nación.
«Si la administración de Maduro se aleja de su estrategia de suprimir importaciones (para pagar el servicio de la deuda), esto sería contraproducente para los tenedores de bonos por un mayor riesgo de reembolso».
Sostiene además que existe incertidumbre por la «posición incierta» de los representantes de la oposición sobre la voluntad de pago de la deuda una vez se alcance una transición política.
Los analistas recomiendan a los tenedores de bonos de deuda venezolana preferir los de vencimiento en 2023 y 2035.]]>

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