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Cómo vivir juntos hasta que la plata nos separe

Matrimonios y uniones estables cada vez son más golpeados por la crisis. La confianza en la pareja es clave para luchar y vencer este destino económico nefasto

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En días como estos, cuando la inflación ataca como una fiera hambrienta los bolsillos de la gente y las familias viven estirando la platica en cada quincena, el amor y el interés andan enfrascados en conflictos que pueden ser más feos que una pelea en una discoteca.
El “vivieron felices para siempre” y “contigo pan y cebolla” pueden quedar en el recuerdo para muchas parejas, si no resisten el vendaval de una crisis económica que no parece tener fin en el horizonte.
Parejas ya constituidas, o jóvenes que quieren «juntar los trapitos», tienen que agarrar la calculadora y una libretica para administrar juntos y con la mejor voluntad, esa pequeña empresa asociativa que puede ser el matrimonio, o el «arrejunte».
“Las investigaciones señalan que el tema económico es una de las principales razones de desavenencias entre parejas”, nos explica la psicóloga social Fátima dos Santos, profesora de la Universidad Central de Venezuela Esos conflictos por dinero son más fuertes que los que tienen que ver con la educación de los hijos y los temas sexuales. “También son una razón importante para terminar una relación”, explicó.
Como otros expertos en relaciones entre personas, coincide en que cuando hay una situación económica más relajada y hay suficientes bienes para todos la gente no se pelea tanto por dinero. Pero las cosas cambian cuando comienzan a escasear las cosas y ahí aumentan los conflictos.
En tiempos como este, de alta inflación y una economía que no crece y no ofrece buenos empleos bien pagados, probablemente esté entrando menos plata a un hogar promedio, mientras las demandas y presiones aumentan generalmente de un lado de la pareja.
También aumentan las evasiones y además hay poco margen de acción, pues la cosa está dura por todos lados. No es fácil simplemente salir a patear las calles a buscar más ingresos. Situaciones como éstas, en las cuales la economía se mete hasta debajo de las sábanas, requieren de más autocontrol. Se trata de separar un tema económico que afecta a todo el país de lo que es una relación de pareja que probablemente estaría mejor en una situación distinta a la que tenemos hoy, explica Dos Santos.
“Una pareja se compone de un montón de cosas. Se ayuda y se complementa en muchos sentidos, uno de ellos es el económico, pero no es el único”, dice Dos Santos. Enfrentar todo esto requiere acuerdos y compromisos.
Cualquier incumplimiento en una situación tan erosiva como esta puede desatar más conflictos en una pareja sometida a fuerte estrés financiero hasta para las pequeñas compras del día a día.
Es mejor conversar sobre el dinero, antes de que el tema se vuelva una discusión amarga.
Reglas básicas:
Nunca gasten más de lo perciben
Trazar objetivos prioritarios: ¿comer afuera o guardar para un viaje juntos?
Llegar a un acuerdo para administrar el presupuesto familiar y controlar todas las cuentas básicas.
Llevar buen control de gastos, facturas, servicios y papeles importantes.
Rosas y espinas
Desde que en 2011 entró en vigencia la Ley de Alquileres, cayó en 95% la oferta. Aquello del que se casa casa quiere quedó en la historia.
LA CAMA DE PIEDRA
Sin Intimidad cuesta más
En Venezuela el 10% de los hogares (unos 719.888) presenta condiciones de hacinamiento y el 8,8% déficit de servicios, según datos del Censo de 2011.
Había 102 mil matrimonios civiles y  30.660 divorcios se registraron en el país en 2012, última data del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En ese año la población total del país era de 28,8 millones de habitantes. Los expertos señalan que cada vez más parejas jóvenes prefieren juntar sus trapos sin casarse.
DEL AMOR Y EL INTERÉS
Justo lo que más pega en el bolsillo de la pareja es lo que más sube en este país con la inflación más alta del mundo.
Entre 2001 y 2013 el renglón “Restaurantes y hoteles” subió 4.033% y cualquier salidita es al menos 40 veces más cara que en 2001. “Esparcimiento y cultura” subió 1.302% y equipar un hogar 1.650%.
“Alimentos y bebidas” se alzaron 8.778% con 72% sólo en 2013. Hasta mayo pasado, cuando comenzó el apagón informativo del BCV, la inflación general era del 23% este año y la anualizada casi 70%.
En esta situación la pareja necesita mucho más que amor para seguir junta. La unión debe hacer la fuerza para enfrentar gastos diarios.]]>

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