Viciosidades

10 camiones de la muerte en películas

Desde el thriller El diablo sobre ruedas que Steven Spielberg dirigió a los 25 años hasta el infinito Mammoth Car de la comiquita Meteoro, el vehículo de carga pesada que se lleva todo por delante, y al que nada ni nadie parece detener, es un motivo frecuente del cine de acción o de terror. Incluso aunque defienda la causa justa, como el transformer Optimus Prime

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1. El diablo sobre ruedas.

El thriller para televisión de 1971 con el que chico de 25 años llamado Steven Spielberg mostró que tenía bastante en la bola, unos años antes de Tiburón. Para los que éramos niños y la vimos a escondidas de nuestros padres en alguna función trasnochada de terror en los canales venezolanos de TV, sentó el precedente del camión diabólico que aparentemente tiene vida propia (o es conducido por un chófer que nunca se deja ver) y que resulta imposible de detener. Desde entonces nunca le perderemos el pánico a las gandolas anchi-largas en la Autopista Regional del Centro. El segmento de la carretera de la argentina Relatos salvajes tiene algún tipo de deuda con este telefilme, y por supuesto, Wrecker (2015).

2. El camión mamut de Meteoro.

Tan clásico como la cancha de fútbol interminable de Super Campeones (Capitán Tsubasa), sus remolques (que transportaban un contrabando de lingotes de oro) eran infinitos. Se supone que los camiones tienen sus propias carreras automovilísticas aparte de los autos de fórmula, pero en Meteoro todo era posible. Tomando en cuenta que la comiquita japonesa salió por primera vez al aire a finales de los años 60, quizás Steven Spielberg se fusiló la idea del camión incontrolable que parece manejarse solo.

3. Nunca juegues con extraños.

Lo que te pasa cuando te metes en la frecuencia de radioaficionados del gremio de los gandoleros y te pones a hacerles bromas pesadas fingiendo la voz de una prostituta. Protagonizada en 2001 por el difunto Paul Walker y Steve Zahn, más el extraño morbo seudo-intelectual que siempre despierta Leelee Sobieski.

4. La rebelión de las máquinas.

En su libro de autoayuda para aprendices de literatura, Mientras escribo, Stephen King asegura que ha escrito sus mejores obras escuchando rock pesado a todo volumen, que esa es su manera de concentrarse. Probablemente Maximun Overdrive, la única película que dirigió en su vida en 1986, fue una excusa para volcar su pasión por las bandas sonoras de heavy metal. Un cometa que pasa cerca de la Tierra provoca que las máquinas cobren vida, desde secadoras de pelo hasta camiones. En el cuento corto original que autoadaptó King también se inspiró un telefilme de 1997, Trucks(Trailers Asesinos).

5. El autobús que maneja Sandra Bullock.

El de Máxima velocidad (Speed, 1994) no es exactamente un camión, pero plasma la idea del vehículo de gran tamaño (en este caso de transporte masivo) convertido en arma para el terrorismo. Una bomba explotará si se deja de pisar la chola a 80 kilómetros por hora.

6. El Creeper Truck.

El Chevrolet de 1941 que el personaje de Jeepers Creepers (2001) utiliza para transportar cadáveres.

7. Cualquier camión de Mad Max.

La saga se ha vuelto un clásico de la categoría: “Filmes apocalípticos que remiten a la Venezuela de Maduro”. Aunque el que maneja el tanque de gasolina en Road Warrior (1981) es el protagonista Mel Gibson, por supuesto que siempre ayuda a completar la lista.

8. The Matrix Reloaded.

En la legendaria escena de persecución de la secuela de 2003 no podía faltar un choque de camiones, uno de ellos conducido por virus replicantes similares al agente Smith.

9. Danny Trejo al volante.

En realidad parece que no es el que maneja la gandola verde que ataca al transporte de valores, sino la falsa ambulancia que sirve de apoyo para el espectacular asalto, pero de todos modos siempre hay que incluir a “Machete” en cualquier antología de escenas realmente despiadadas.

10. Convoy.

Una de las infaltables entre las películas sobre camiones que se llevan todo por delante. Dirigida por el siempre brutal Sam Peckinpah, que en esa época de su vida sufría severos problemas de alcoholismo y abuso de drogas, podría ser descrita como una batalla campal en la carretera entre un sheriff y el gremio de los gandoleros, con un toque de la versión original de The Getaway, que también hizo Peckinpah en 1972.

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